Beahavá Ubeemuná
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Parashat Ekev     18 de Av 5769     No 729


Rav Iaacov Ariel La conducción especial de Eretz Israel
Rav Iaacov Ariel

“Porque la tierra a la cual tú te diriges para tomarla en posesión no es como la tierra de Egipto, de la que ustedes han salido, donde sembrabas semilla y la regabas a pie, como un huerto de vegetales. La tierra hacia la cual ustedes cruzan para tomarla en posesión es tierra de montañas y valles, de la lluvia del cielo beberás agua” (Dvarim 11:11)
Es cierto que Eretz Israel (la Tierra de Israel) tiene una ventaja respecto a la tierra de Egipto, porque en ella no es necesario trabajar duro para baldear agua de los lugares bajos a los altos, sino que “tú duermes en tu cama, y D’s riega los lugares altos y bajos”. Pero por otro lado, hay también es una desventaja nada pequeña: En esta tierra no se puede planificar la agricultura. Nunca podrás saber cuántas lluvias habrá. Hay años donde hay sequía, y al año siguiente llueve el doble del promedio anual. No hay una ley natural fija: La lluvia depende únicamente de la voluntad de D’s, en forma directa. Los habitantes de Eretz Israel se sienten dependientes de la conducción Divina.
“Una tierra que el Eterno, tu D's, se preocupa por ella, los ojos del Eterno se encuentran siempre sobre ella, desde el principio del año hasta su término” (Dvarim 11:12). La lluvia es sólo una de las características de la conducción Divina especial de Eretz Israel. Pero hay otros campos en los que se ve en forma directa su influencia: Así es en el plano de la seguridad, la economía, y también la Aliá (inmigración). Este es el lugar donde la relación viva entre D’s y la persona es más sensible. Por ello, es necesario cuidarse más que en todo lugar en el cumplimiento de las mitzvot, “y será que a causa de haber escuchado estas leyes… el Eterno, tu D's, guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres… y te amará, y te bendecirá, y te multiplicará, pues bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra…” (Dvarim 7:12-13). También las cosas sencillas, que por lo general la persona no les presta suficiente atención, en Eretz Israel son consideradas severas – por su sensibilidad especial. No se trata de un condicionamiento de provecho – nos conviene respetar las mitzvot en Eretz Israel para que seamos benditos en la simiente y la producción agrícola. Se está recalcando un condicionamiento de valores, que se expresa en una sensible y delicada relación especial de Eretz Israel. Todo comportamiento de sus habitantes apareja una actitud adecuada por parte de D’s. Porque esta tierra no es nuestra, es la Tierra de D’s, Eretz HaKodesh (la Tierra de lo Santo). 

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Rav Shlomó Aviner Canto al Supremo Rabino del ejército
Rav Shlomó Aviner

Un canto de alabanza para mi amigo, el Rav Avijai Rontzki, el Rav HaRashi (Supremo Rabino) del ejército. Porque ese Rav es una persona extraña, una persona que no se preocupa de sí mismo, todo él es para los demás, para los amigos. Y si ustedes no saben por qué lo digo, les contaré de sus proezas en la operación "Oferet Ietzuka".
Durante toda la operación, él no regresó a su hogar – salvo las pocas veces que abandonó el frente de batalla para participar de los entierros, y entonces pasó un momento por su casa. En la batalla, no se quedó en las zonas de reunión de soldados, sino que se encontró en las casas del enemigo, junto con los luchadores de vanguardia. Pasó de casa en casa, de soldado en soldado, y fortificó a los luchadores. No es necesario explicar que la simple presencia de un General de Brigada eleva la moral de todo luchador. No había allí otro oficial de su rango – salvo los oficiales de la División, pero ellos estaban ocupados en la dirección de la lucha, y no estaban en contacto con los soldados.
También en la actividad rutinaria él no tiene vida propia: Pasa de puesto en puesto del ejército, y duerme con los soldados. Es el único oficial de ese rango que participa de toda maniobra de División. Es el único oficial que visita a los heridos todo el tiempo – y no sólo visitas oficiales de vez en cuando, sino que todo el tiempo, sin descanso. Es el único oficial que visita familias que perdieron hijos en la batalla – y no sólo una vez, para decir que estuvo, sino que de todo corazón, con gran sacrificio, día y noche, y sobre todo en las noches. Y no es raro que se duerma frente a los ojos de la familia, a las 2 de la mañana. Y no se equivoquen: Él no llega sólo para cumplir con la mitzva del consuelo, sino que más bien para escuchar a la familia. Escribió una madre que perdió a su hijo en la lucha: "Mi hijo fue al frente para sacrificar su vida, incluso si el peligro es pequeño. Lo hizo por la nación, por la patria. Y de pronto, cuando mi hijo cayó en la lucha, ¿dónde está la nación? De pronto, llegó el Rav Rontzki, entró en nuestra casa – y junto con él entró la nación. Yo ya no estoy sola. Ese Rav escucha, invierte su tiempo, se sacrifica. Yo siento que la nación está conmigo. Estamos tan acostumbrados en nuestro mundo a las mentiras y la corrupción, la desesperación y la indiferencia – y de pronto, llega una persona que no piensa en sí misma, no piensa en su salud, que llega no para sermonear, sino que para escuchar…".
En efecto, esa persona escucha a los demás. Escucha, y dice: "Ustedes me dan fuerzas, ustedes me colman de fuerzas". Y no piensen que es una frase educada, para quedar bien. ¡No! ¡Es la verdad!  ¿Cómo lo se? Porque a veces ese Rav se sienta al lado mío, en un banco de la plaza, y me cuenta con entusiasmo de sus simples soldados. ¡Cuánto los ama! ¡Cuánto los aprecia! Quizás ustedes pregunten, ¿por qué en un banco de la plaza? Porque esa persona es muy humilde, y va a todos lados sin acompañamiento de un cortejo, y no se encuentra con la gente en lugares suntuosos, sino que simplemente, en un banco de la plaza...
Porque esa persona fue un Rosh Ieshiva (director de una ieshiva), y ahora es el Rosh Ieshiva más grande del país y de todo el mundo: ¡El Ejército de Defensa de Israel! Es una ieshiva extraña, en la que no se estudia Gmará o Shuljan Aruj. Allí se aprende a ser miembros de Am Israel (el Pueblo de Israel), a ser personas sacrificadas y fieles, rectas y buenas. Quizás es lo que aprendieron en la ieshiva de Shem y Ever, que fue como una preparación anterior a la ieshiva de nuestro Rav Moshé.
En esa ieshiva que es llamada "ejército", hay muchos maestros – y son llamados "comandantes". Lo que tienen de especial esos maestros, es que antes que nada, ellos mismos cumplen lo que pregonan: Ponen sus vidas en peligro, junto con sus soldados, y los alientan. Y por ello, sus discípulos-soldados confían en ellos a ciegas, y marchan tras ellos por fuego y agua. Porque esos maestros bien saben que la base de toda enseñanza, es el ejemplo – "de mí verán, y así harán ustedes" (Shoftim 7:17) – y por eso llevan sobre sus hombros, con gran seriedad, la responsabilidad personal.
En efecto, una responsabilidad enorme descansa sobre los hombros de nuestro ejército: No solamente el patrullaje y el cuidado de la seguridad rutinaria, sino que mucho más también – ¡la supervivencia de la nación en su tierra! Porque tenemos muchos enemigos alrededor que quieren exterminarnos, nosotros hablamos de paz, y ellos hablan de guerra. Y por ello nosotros luchamos constantemente una guerra de defensa, por nuestra supervivencia. Por supuesto, nuestros soldados quieren la paz, pero bien saben el refrán romano: "Si quieres paz, prepárate para la guerra".
Por ello, en esa ieshiva genérica del ejército se aprende que tenemos la obligación de ser fuertes, debemos vencer en la batalla, debemos ser perseverantes hasta alcanzar la meta, debemos cumplir nuestra grandiosa misión con sacrificio y determinación, debemos cumplir toda orden responsablemente. En esa ieshiva se aprende lo que es hermandad de compañeros de armas, lo que es confianza, lo que es sobriedad. Todo eso puede ser resumido en una sola expresión: Se aprende lo que es espíritu de lucha. Ahora comprendo por qué ese Rosh Ieshiva
dice: "Aprendí de mis alumnos más que de todos los demás".
Y en esa ieshiva hay muchos alumnos, de todos los tipos: Religiosos y laicos, sionistas y jaredim (ultra-ortodoxos), derechistas e izquierdistas, muchachos y muchachas. Mi amigo, el Rav del ejército, es el Rav de todos, y se preocupa por todos. El espíritu de lucha no tiene gusto, olor o color. Sólo tiene aroma de ejército...
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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