Beahavá Ubeemuná
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Parashat Vaiakhel - Pekudei     25 de Adar 5769     Shabat HaJodesh     No 710


"Considerarás el Shabat un deleite"
Rav Ioram Eliahu

Antes de ordenar la construcción del Mishkan (El Tabernáculo) en nuestra Parashá, D's dice que "durante seis días se podrá hacer las labores, pero el séptimo día será sagrado para ustedes, un Shabat de reposo completo para el Eterno" (Shmot 35:2). Y explica Rashi citando a nuestros sabios que "les antepuso la prohibición de realizar las labores en Shabat al mandamiento de construir el Mishkan, diciéndoles con ello que el Mishkan no debe ser construido en Shabat". De ese mandamiento se puede pensar que todo el tema del Shabat no es más que ser un día de reposo para los cansados trabajadores, o un día de liberación del duro yugo de la procuración del sustento. Y en efecto, esa concepción es muy común en la mayoría del público, incluso personas correctas y de buen corazón.
En un análisis más profundo encontramos que el respeto del Shabat tiene metas más elevadas. Así escribe el autor del "Sefer HaJinuj" (Mitzva 32): "De las bases de esta mitzva es que estemos desocupados de nuestros quehaceres en honor a ese día, para enraizar en nuestros corazones la fe en la creación del mundo, que es un principio básico que trae con él todos los fundamentos de la religión"... "porque cuando todas las personas descansen en un día determinado de la semana, y alguien preguntará; por qué se descansa ese día?. Y le contestarán; porque en seis días hizo D's el cielo y la tierra. Y de esa forma cada uno reforzará su fe auténtica". Es más, nosotros decimos en el rezo y en el Kidush "los hijos de Israel guardarán el Shabat... Entre Mi y los Hijos de Israel será una señal perpetua" (Shmot 31:16-17). "El Shabat indica el pacto entre D's y Am Israel (el Pueblo de Israel), y es equivalente a todas las otras mitzvot de la Torá. El Shabat expresa la base de la fe judía - que el mundo fue creado, que existe la Providencia Divina, la recompensa y el castigo y otras ideas. En Shabat el miembro de Am Israel atestigua que D's gobierna sobre la creación. La persona deja de producir e innovar en el mundo, para recalcar que D's es el Dueño de la Creación, y no el hombre" (Shirat HaUma LeArtza, Pág. 87).
El Rav Kuk – como acostumbra – agrega otro nivel al tema del Shabat, y así escribe: "La persona individual se desentiende de la vida secular a menudo, en cada Shabat. 'Llega el Shabat, llega el descanso' – y el espíritu comienza a liberarse de las duras amarras... y aspira marchar por elevados senderos y alcanzar sus anhelos espirituales, según su naturaleza de origen" (Prólogo a Shabat HaAretz). Podemos entender de lo que dice el Rav Kuk que "el Shabat posibilita el florecimiento de las fuerzas ocultas en la nación que fueron reprimidas durante los días seculares, y no se desarrollaron por la tensión continua de la vida práctica. El descanso pleno tiene su expresión sólo si es acompañado de la búsqueda de una vida de kdushá (santidad), de vinculación con D's y cumplimiento de Sus mitzvot. De forma que la esencia original y el contenido principal del Shabat, es la aspiración de acercarse a D's. Ese descanso es para darnos una tregua, para poder desentendernos de la vida superficial, y posibilitarnos vincularnos con D's, como lo exige nuestro espíritu desde lo profundo" (Shirat Uma LeArtza).
Para llegar a ello, la persona debe prepararse a sí misma para el encuentro con el
Shabat, e incluso el que estudia Torá fue ordenado "estudiar un poco menos en vísperas de Shabat, para preparar lo que necesita en Shabat" (Shuljan Aruj, Orej Jaim, 251:2, acotación).
Y lo explicó maravillosamente el Rav David Jai HaCohen en su libro "Ma Iedidut Menujatej" (un libro que acompaña a la persona, en el plano de la halajá y la fe, desde el principio del Shabat hasta su término): "Los preparativos en vísperas de Shabat – que tienen por objetivo elevar a toda persona de Am Israel a su kdushá (santidad) – deben hacerse por todos y cada uno. Nuestros sabios nos cuentan de los más grandes Amuraim (sabios de la época de la Gmará) que ellos mismos se ocupaban de los preparativos para Shabat. Y si esos gigantes espirituales no dejaron de lado esos preparativos – y no sólo preparativos espirituales, sino que también las cosas más prosaicas – por supuesto que nosotros debemos aprender de ellos y prepararnos nosotros mismos como corresponde para el Shabat. Y a través de esa preparación nuestro espíritu se hará más apto para captar la abundancia y el resplandor espiritual de la kdushá que alumbra en Shabat, y podremos llegar al emocionante y deleitoso recibimiento del Shabat".
Pero también en Shabat la persona debe esforzarse por alcanzar su kdushá, y así fue determinado en la halajá (Shuljan Aruj, Orej Jaim 290:62): "Después de la comida, se fija un estudio de los profetas y de las Agadot". Y en la acotación allí: "Las personas simples que durante la semana no estudian todo el día Torá, deben estudiar más en Shabat". Sólo a través de ese estudio y el buen provecho de las horas del Shabat la persona será merecedora de asimilar el resplandor singular de Shabat.
Por ello, la persona debe "recordar la kdushá del Shabat de muchas formas, recordará el nivel del Shabat y su actitud en él, quién es el que lo llama a vincularse con el Shabat y con Él, y para qué es llamado. Recordará que el Shabat es el principio y la base de todas las alegrías, y dirá con reverencia 'cántico para el día de Shabat. Es bueno alabar al Eterno y cantar alabanzas a Tu elevado nombre...' (Tehilim 92:1-2). Todo el sentido de ese Salmo es el contenido del Shabat: 'Porque Tú, Eterno, me has alegrado con Tu labor... el ignorante no sabe, y el tonto no comprende', pero cada persona, desde los más chicos hasta los más grandes, si no son personas ligeras, debe saber y comprender qué es el Shabat, qué es un mundo de Shabat, y qué es una persona de Shabat" (Min HaBeer, Bereshit). Y cuando salga del Shabat debe examinarse a sí mismo: Hasta qué punto logró esa elevación y vinculación que el Shabat llega para entregarle?. Y lo sabrá fijándose si se lamenta cuando termina el Shabat. Y si se da cuenta que no se lamenta tanto, y se alegra de volver enseguida con la salida del Shabat al trajín de la vida, es señal que no logró asimilar la potencia y la esencia del Shabat. Y esperará con anhelo la llegada del próximo Shabat, para corregir y elevarse a D's y disfrutar del deleite que trae consigo el Shabat. Y así le será prometido que "si dejarás de rechazar el Shabat... si no haces tus propios designios ese día, ni ejerces tu negocio o hablas de él... entonces te deleitarás en el Eterno, y Te haré cabalgar sobre los lugares elevados de la tierra, Te alimentaré con la herencia de Iaacov, tu padre, porque la boca del Eterno así lo ha dicho" (Ishaya 58:13-14). 

Midreshet Majón Orá

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Rav Shlomó Aviner Quiero ser natural
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Por qué debo arrepentirme?. Yo quiero vivir en forma natural, según mis tendencias, y no obligarme a actuar en forma contraria a mi naturaleza, viviendo una vida artificial. No estoy dispuesto a estar en tensión continua, quizás lo que estoy haciendo es un pecado?.
Respuesta: Tú tienes razón. Así escribe nuestro gran Rav, el Ramba"m: D's quiere que seamos naturales, y no nos obliguemos a llevar una conducta asceta que es ajena a nuestra naturaleza (Shmona Prakim, Cáp. 4). Por ello, no te obligan a vivir una vida de ese tipo, en la que nunca cometerás ningún pecado. Así escribe el Rav Kuk: "La persona no fue creada de forma que nunca peque, sino que debe cuidarse del pecado. Y si se equivocó y pecó, debe arrepentirse" (Iguerot HaReaya Alef, Pág. 85).
Hay aquí dos pautas: En primer lugar se debe tener cuidado, para no caer en el pecado – lo que es llamado en el libro "Mesilat Iesharim" la cautela. En segundo lugar, si se peca, entonces se debe arrepentir sinceramente, y corregir el error. Por ello, el arrepentimiento no obstaculiza la vida natural: Por el contrario, él la permite. Escribe el Rav Kuk: "La plenitud de la vida es justamente a través de su plasmación según su naturaleza propia" (Orot HaTshuva 5:1). Como tú has dicho: Una vida natural. "Y de momento que la naturaleza de por sí misma no es capaz de analizar o discernir, el pecado es algo inevitable, desde ese punto de vista" (Orot HaTshuva 5:1). La naturaleza no es como un libro lógico en un mundo absoluto, cambia constantemente según las corrientes de la vida – y por ello, se puede llegar a pecar. Y "no hay sobre la tierra un hombre justo que haga el bien y no peque" (Kohelet 7:20). Si esa persona justa viviese en el cielo, en un mundo elevado absoluto, no pecaría. Pero él se encuentra en la tierra, en un mundo natural – y por ello, puede llegar a pecar.
Por supuesto, hay una solución: Privarse totalmente de todas las cosas de la vida, y de esa forma cuidarse del pecado. Como hemos dicho anteriormente, el Ramba"m nos enseña que no es ese el camino de la Torá: "Quizás se diga la persona, puesto que la envidia, los apetitos y todo lo similar acortan la vida del hombre, y son un mal camino, me apartaré de ellos todo lo posible y me alejaré hacia el lado opuesto. Esa persona llegaría a no comer carne, ni beber vino, ni tomar esposa, ni vivir en una casa agradable, ni vestir ropas buenas, sino arpillera y lana dura y cosas por el estilo, como hacen los monjes idólatras [monjes cristianos. N. del T.]. Pero también ese es un mal camino y está prohibido transitarlo. Quien por él marche es llamado pecador, porque la Torá dice del nazareno (que se abstiene del vino y no se corta el pelo): 'Debe hacerse expiación por él, por lo que pecó en contra de su alma' (Dvarim 6:11). Dijeron nuestros sabios: 'Si el nazareno, que sólo se abstiene del vino, requiere expiación, con más razón la necesita el que se abstiene de todas las cosas' (Taanit 11A)" (Ramba"m, Hiljot Deot 3:1). O como lo formula el Rav Kuk: "Y la anulación de la naturaleza en sí de la vida, para que la persona nunca peque, eso mismo es el pecado más grande, 'debe hacerse expiación por él, por lo que pecó en contra de su alma' (Dvarim 6:11)" (Orot HaTshuva 5:1).
Por otro lado, si la persona no vivirá una vida de asceta, no se apartará a un lado de la vida, puede llegar a pecar!. Cuál es la solución? – el arrepentimiento sincero. "Por ello, el arrepentimiento sincero corrige el deterioro y devuelve el mundo y la vida a su origen, justamente revelando su elevada base esencial, el mundo de la libertad, y por ello es llamado el D's 'El Señor de la Vida'" (Orot HaTshuva 5:1). D's nos brinda – gracias al arrepentimiento sincero – la vida y la libertad.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
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Cel: 972-52-4501467
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