Parashat Balak     9 de Tamuz 5768     N^o 675

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Los discípulos de Bilam
Rav Iaacov Filver

La Mishná (Avot 5) dice que “todo el que posee tres cualidades es un discípulo de nuestro patriarca Avraham, y todo el que posee otras tres cualidades es un discípulo de Bilam, el malvado. Buena mirada, modestia y mansedad de espíritu – es un discípulo de nuestro patriarca Avraham. Mala mirada, arrogancia y avidez – es un discípulo de Bilam, el malvado”. Comenta el Ramba”m: “Buena mirada” – es la cualidad de conformarse con lo que se tiene. “Modestia” – es ser recatado. Y “mansedad de espíritu” – es la humildad extrema. Y cada una de esas virtudes las encontramos en nuestro patriarca Avraham: El conformarse con lo que se tiene, lo encontramos cuando le dijo al rey de Sdom “ni un hilo ni la correa de un calzado, tomaré de lo que es tuyo” (Bereshit 14:23). No acepta la riqueza de otro que le es ofrecida, ni consiente en disfrutar ni siquiera un poquito de ella. Se conforma con lo que tiene, y no tiene ninguna avidez: No desea lo que le corresponde por ley, y por supuesto que no lo que no le corresponde. El recato, cuando le dijo a Sara el día que llegaron a Egipto: “He aquí yo sé que eres mujer de hermoso parecer” (Bereshit 12:11) – nunca antes se había dado cuenta de ello, hasta ese día. Su humildad, cuando dice: “Soy polvo y ceniza” (Bereshit 18:27).
Y Bilam, tiene todas las cualidades contrarias. Según el Ramba”m, “mala mirada” es la codicia, que encontramos en Bilam cuando está dispuesto a andar un largo camino – desde la Alta Mesopotamia – para maldecir a Israel y recibir el dinero que le prometieron, como dice el versículo: “Alquiló... a Bilam... para maldecirte” (Dvarim 23:5). Su arrogancia, cuando dijo respecto a sí mismo “la palabra profética del que oye los dichos de D’s” (Bamidvar 24:4). Y su avidez – que es una expresión de sus bajos instintos – cuando le aconsejó a Balak utilizar las hijas de su pueblo para atraer a los varones de Am Israel (el Pueblo de Israel): Si no fuese por su gran lujuria, y porque la prostitución no le parecía algo malo, no habría dicho algo así. Porque las personas buenas no aconsejan hacer algo malo, por el contrario. Mientras que el Mahara”l de Praga identifica las cualidades negativas de Bilam de otra forma: “Mala mirada”, como dice el versículo “alzo Bilam los ojos, y vio a Israel acampado conforme a sus tribus” (Bamidvar 24:2), intentando dañarlos con su mirada. Su arrogancia, cuando dice “el Eterno rehúsa permitirme ir con vosotros” (Bamidvar 22:13), cuando su intención era que Balak envíe mensajeros más importantes. Y en efecto, así hace Balak: “Volvió a enviar Balak otros príncipes a Bilam, en mayor número y más distinguidos que aquellos” (Dvarim 22:15). Y su avidez, cuando dice: “Aún cuando Balak me diere su casa llena de plata y oro...” (Dvarim 22:18), como comenta Rashi “aprendemos de ello que era ávido, y codiciaba el dinero de los demás”.
Pero respecto a esa interpretación hay quienes preguntan: También encontramos que Rabí Iosi Ben Kisma (Avot 6) se expresó en forma parecida, cuando dijo “si me entregas toda la plata y el oro del mundo, no viviré en tu lugar, sólo donde se estudia Torá”. Y en ese caso, no encontramos que alguien lo critique, por el contrario, es alabado!. La diferencia es muy sencilla: Rabí Iosi Ben Kisma dijo ello sólo después que le fue ofrecido en forma explícita, como le dijo esa persona “Rabí, quieres vivir con nosotros, y yo te daré un millón de Dinarim de oro?”. Mientras que a Bilam nadie le habló de dinero en absoluto, sólo le dijo Balak “te honraré con muy grandes honores” (Dvarim 22:17). Y Bilam, no se conforma sólo con plata y dinero, sino que recalcó “aún cuando Balak me diere su casa llena de plata y oro” – y de ello aprendemos que codiciaba las riquezas de los demás.
También podemos preguntar: Por qué menciona la Mishná los discípulos de Avraham y Bilam?. Las cualidades mencionadas son identificadas en Avraham y en Bilam mismos!. Quizás de esa forma nos están enseñando otro punto: Todo método educativo no es puesto a prueba auténticamente a través de su propaganda o de alguna disertación brillante de su fundador. Quizás Bilam – con su aguda lengua y su brillante estilo – podría convencernos que su método es más exitoso que el de Avraham. Por ello, la Mishná menciona a los discípulos: El método es puesto a prueba en sus logros -  qué tipo de discípulos salen de él. 

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Hijos que se enojan 
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Mi hijo se rebela frente a los marcos. Nada se salva de su crítica, ni el país, ni el ejército, ni los Rabanim (Rabinos) ni la escuela. Ya hace tiempo que fue expulsado de todas las escuelas, él se cree muy inteligente y que ya lo sabe todo. Ya se complicó varias veces con las fuerzas de seguridad por su actividad por Eretz Israel (la Tierra de Israel). Ya se presentó ante jurados, estuvo detenido, y encerrado en casa. Intentamos disminuir el daño todo lo que podemos. Hacemos las paces con las personas que él daña por asuntos políticos, y les pagamos indemnizaciones. El problema es que no hay con quién hablar, él no escucha a nadie – salvo sus Rabanim, que lo alientan a seguir por ese camino. Quizás ha llegado el momento que lo dejemos en paz, que pruebe el amargo sabor de las consecuencias de su comportamiento, y aprenda por el duro camino?. Quizás lo que no logramos por buenos caminos, lo logre la policía con algún buen sacudón?. Vemos en los ojos de nuestro hijo odio – quizás debemos responderle con la misma moneda?.
Respuesta: D’s no lo permita!. Ocurrió una vez que un judío le preguntó al Baal Shem Tov: “Mi hijo abandonó el buen camino, qué debo hacer?”. Le contestó: “Ámalo!. Dicho sea de paso, no creo que tu hijo haya abandonado el buen camino”. “Pero yo lo amo!”, dijo el padre. “Entonces”, contestó el Baal Shem Tov, “ámalo más aún”.
Ese es el punto: Amor. Es cierto que tiene odio en los ojos, la pregunta es dónde comenzó todo?. Acaso él fue expulsado de los marcos por su conducta y su odio?. O por haber sido expulsado - porque no es exactamente como todos los demás – comenzó a odiar?. Dónde empezó todo, con el huevo o con la gallina?. Es una buena pregunta. Mientras tanto, los huevos se rompieron, y él es el que paga por la tortilla, y también la tortilla que él da y recibe.
Él no es culpable. Él es un desgraciado. Es una víctima de los marcos educativos que lo expulsaron y no entendieron que a pesar de su rebeldía, tiene un fuerte anhelo de ser parte de la sociedad, de la nación, de todo.
Toda escuela, toda Ieshiva Tijonit, toda Ulpena deben aceptar en un principio y con alegría también un porcentaje significativo de estudiantes problemáticos en su conducta, sus virtudes y sus ideas.
Una vez me dijo un Rosh Ieshiva Tijonit (Director de una Ieshiva Tijonit) que justamente acepta alumnos problemáticos: “Sabe que hay alumnos que yo aprecio tanto, que cuando entran a la sala a duras penas logro contenerme y no pararme frente a ellos”.
Pero la verdad debe ser dicha: Es una vergüenza que fue necesario formar un centro de estudio como ese: Esos niños tendrían que haber sido aceptados en todos los institutos que ya existen!.
En cuanto a su hijo – él es una víctima doble. En primer lugar, es una víctima de los que lo echaron de los marcos de estudio. Y ahora, es una víctima de los que lo envían a todo tipo de acciones partisanas a favor de Eretz Israel. Ellos mismos no lo hacen, no van a dañar las pertenencias de otros – pero se abusan del hijo de ustedes.
El odio que tiene en los ojos no empieza de él, empieza de los que lo ponen en él. Quizás hablan muy lindo de Ahavat Israel (amor por todo el Pueblo de Israel) – y eso es muy fácil – pero en la práctica excomulgan a este o aquél, no le dirigen la palabra al otro, y utilizan apodos despectivos respecto a aquél otro. Y su hijo es un alma buena e inocente, que absorbe todo eso.
Por detrás de su apariencia que lo sabe todo, lo entiende todo y no escucha a nadie - hay un alma sensible y delicada, falta de seguridad en sí misma. Por ello, aparenta lo contrario y hace todo tipo de cosas que no deben ser hechas.
No le ayudaremos a través del sistema jurídico y la policía. Ellos no son el remedio. Su hijo no necesita un “buen sacudón”, sino que amor: Amor y pertenencia, a pesar de todo.
Cuanta violencia expone ese muchacho desgraciado y desesperado!. Sus incorrectas acciones no son la causa del problema, sino que las consecuencias de él. No se educa a golpes un muchacho como ese, sino que con la confianza y con una buena relación.
Indemniza a los vecinos, hace las paces – y deja la policía. Debemos aprender mucho Ahavat Israel. Todos!. También esos educadores que lo hacen odiar, también tú y también yo. Todos.