Beahavá Ubeemuná
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Parashat Matot-Masaei     26 de Tamuz 5766     No 574


Rav Iaacov Filver La desconexión de los hijos de Gad y Reuven
Rav Iaacov Filver

Cuando los  hijos de Gad y Reuven dicen “no nos hagas pasar el Yarden” (Bamidvar 32:5), Moshé define su petición como “una cultura de hombres pecadores” (Bamidvar 32:14). Qué grave pecado cometieron ellos con su pedido?.
A primera vista, su pecado es que no deseaban pasar el Yarden y asentarse en la otra margen de Eretz Israel (la Tierra de Israel). Pero si analizamos los versículos que describen ese episodio, encontramos que no era ese el punto que tanto molestó a Moshé – ya que finalmente les fue permitido asentarse en la tierra del Guilad, en la margen oriental del Yarden. Entonces, cual fue su pecado?.
No en vano nos cuenta la Torá: “Mas los hijos de Reuven y de Gad tenían inmensa muchedumbre de ganado” (Bamidvar 32:1). Fue por eso que ellos no querían pasar el Yarden, y fue justamente eso lo que le molestó a Moshé. Y por qué?. Los hijos de Gad y de Reuven están asegurando su futuro económico, mientras que el resto de Am Israel (el Pueblo de Israel) se encuentra a la mitad de su camino a Eretz Israel, cuando todavía no han llegado a materializar sus metas y anhelos. Pero todo eso, como si no le importase a esas dos tribus: Ellos se preocupan por su futuro económico, y se desentienden de la meta general de la nación.
Algo similar ocurre en nuestra época, como vaticinó el Rav Kuk en su libro “Orot”: “El sosiego en el plano material al que llegará parte de la nación – que se imaginará que ha llegado a su plenitud y a su meta – empequeñecerá el alma, y llegarán días en los que no habrá anhelos. La aspiración a elevados y santos ideales cesará, y por ello el espíritu descenderá y se hundirá” (Orot, Pág. 84). Ese proceso – abandono de los ideales personales y nacionales – en el pasado y en el presente, es consecuencia del sumergimiento de la persona en los logros materiales y la avidez de la abundancia en el plano material.
Las adquisiciones materiales en sí, no son negativas. Se las debe juzgar – para bien o para mal – de acuerdo a dos criterios: De qué forma la persona las adquirió, y para qué meta las utiliza. Nuestros patriarcas – Avraham, Itzjak e Iaacov – eran muy ricos, como acota Rabí Avraham Ben Ezra: “Tanto Avraham, como Itzjak e Iaacov, poseían mucho ganado” (Shmot 21:2, Raab”a). Y esa gran riqueza no sólo que no perjudicó en absoluto su mundo espiritual y moral, sino que también los ayudó a rendirle culto a D’s. También Rabí Iehudá HaLevi en su libro “HaKuzari” (2:3) dice que “la limitación de las adquisiciones materiales no es parte del culto a D’s para el que puede obtenerlas sin esforzarse demasiado, sin dejar de ampliar su sabiduría y hacer el bien. Sobre todo si esa persona tiene una gran familia para sustentar, y utiliza su dinero para ello”. Por el contrario, él escribe que “para una persona como esa, ampliar sus adquisiciones es lo más correcto”. Pero la actitud de los hijos de Gad y Reuven frente a su riqueza no fue esa, y se cumplió el versículo: “La riqueza es guardada por su dueño – para su desgracia
” (Kohelet 5:12). Porque su riqueza, fue la causa de su propio tropiezo. Así dice el midrash (Tanjuma, Matot 8): “Y también los hijos de Gad y de Reuven eran muy ricos, y tenían mucho ganado, y les era muy importante. Por ello, se asentaron fuera de Eretz Israel, y por ello fueron las primeras tribus que fueron exiliadas, como dice el versículo ‘y deportó a los Reuvenitas y a los Gaditas’ (Divrei HaIamim Alef 5:26). [Por qué se hicieron merecedores de esa desgracia?. Porque se desconectaron de sus hermanos por su ganado, como fue recalcado cuando fue escrito ‘mas los hijos de Reuven y de Gad tenían inmensa muchedumbre de ganado’]”. El deslumbramiento de la riqueza trastornó su orden de prioridad, y por ello dicen nuestros sabios: “‘El corazón del insensato está a su izquierda’ (Kohelet 10:2) – esos son los hijos de Reuven y de Gad, que hicieron de lo principal lo secundario, y de lo secundario lo principal, ya que les era más importante su riqueza que sus familias. Cuando le hablan a Moshé, le dicen: ‘Edificaremos aquí rediles para nuestro ganado’, y sólo después agregan ‘y ciudades para nuestras familias’ (Bamidvar 32:16). Les contestó Moshé: Ustedes son unos insensatos, deben preocuparse primeramente de lo más importante, ‘edificaos, pues, ciudades para vuestras familias’, y sólo después ‘y rediles para vuestros rebaños’ (Bamidvar 32:24)”.
Esas tribus se preocuparon demasiado por sus riquezas, más aún que de las familias. Pero no era eso lo que más inquietaba a Moshé: Él temía que semejante conducta puede generar un peligro a nivel nacional. Él supo vislumbrar el comienzo de un proceso de desconexión, cuando parte del pueblo no le importará de lo que le ocurre a la otra parte, cuando los que se encuentran en una buena posición económica estarán satisfechos de sí mismos y se engañaran pensando que lograron solucionar todos sus problemas, y se dirán: “Ya que tenemos tanto ganado, y tenemos una tierra de buenas pasturas, gracias a D’s, no tenemos problemas. Qué nos importa de la responsabilidad nacional?!. No nos molesten, no nos recarguen haciéndonos partícipes de la meta del pueblo judío. Nosotros hemos llegado a nuestra plenitud, nos resulta muy bueno que nosotros estamos aquí, y ustedes allá”.
Esa era la desconexión de los hijos de Gad y Reuven – y es similar a la desconexión de la sociedad israelí de nuestros días: Parte de la sociedad se desconecta del Estado de Israel y de Eretz Israel. Pero la desconexión no termina allí: Sus consecuencias son notorias en la indiferencia de los habitantes que se encuentran en una buena posición económica de los cientos de cohetes que caen día a día en Sderot, en la indiferencia de parte de los habitantes del país – sobre todo los jilonim (seculares) – al sufrimiento de los expulsados de Gush Katif (los asentamientos judíos de la Franja de Gaza) y de los demás indigentes y oprimidos.
Fue eso lo que temió Moshé cuando llegaron los hijos de Gad y Reuven con su petición: “N
o nos hagas pasar el Yarden”. En su petición, Moshé diagnostica el comienzo de un proceso que producirá la división del pueblo, que perjudicará a la hermandad y el sentimiento de responsabilidad mutua entre todas las partes del pueblo – y por ello los reprendió. Y sólo después que ambas tribus se comprometieron a que “no nos volveremos a nuestras casas hasta que los demás hijos de Israel tengan en posesión cada uno su propia herencia” (Bamidvar 32:18), y también “nosotros nos armaremos para marchar a la vanguardia, al frente de los hijos de Israel” (Bamidvar 32:17), declarando su unidad con el pueblo y disipando toda inquietud en cuanto a su intención de desconectarse y sus consecuencias, sólo después de ello Moshé consintió en permitirles – después que hayan cumplido su promesa – asentarse finalmente en la margen oriental del Yarden.

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Rav Shlomó Aviner Conduce con cuidado
Rav Shlomó Aviner

Conduce con cuidado!. Cada año mueren en Israel cerca de 500 personas en accidentes de tránsito – mucho más que las víctimas del terror. Si tú conduces sin cuidado – eres cierto tipo de terrorista!. El Rav Vais determinó que se te debe tratar como un rodef (quien persigue a otra persona para matarla): Nadie te matará, pero puedes llegar a matar a otro o morir tú mismo (Minjat Itzjak 5:148). O también puedes llegar a herir a alguien, o a lastimarte a ti mismo. También eso es terrible: Cada año, hay decenas de miles de heridos graves, con quebraduras de cráneo, con conmoción cerebral, con heridas en el rostro o el cuello, con heridas en el torso y en los miembros internos – es decir, corazón – en los pulmones, en arterias primordiales y en las costillas.
Es una regla física muy sencilla: Si un automóvil se detiene de súbito, todo el que se encuentra dentro de él continúa su movimiento por inercia - en la misma dirección y a la misma velocidad - y será arrojado contra el parabrisas, el volante o el panel de indicadores.
Por ello, por favor, no conduzcas más rápido que la velocidad máxima permitida, incluso si no te parece lógica. Esa velocidad no fue determinada en forma arbitraria, sino que fue fijada de acuerdo a criterios internacionales muy exactos.
Por favor, no te hagas el inteligente y no pases una línea blanca. No sobrepases otros vehículos, sólo cuando el camino este libre frente a ti un gran trecho. No te acerques demasiado al vehículo que se encuentre frente a ti, toma en cuenta que necesitas cierto espacio para poder frenar si él se detiene bruscamente. También según la ley, debes tener tu vehículo bajo control a toda velocidad.
No conduzcas recostado, como si te encontrases en la playa – es muy peligroso!.
Si bebiste alcohol – no conduzcas!. Porque las reacciones se hacen más lentas, y cada décima de segundo es crítica. Un ejemplo: Si tú conduces a 72 km/h, surcas 20 metros en un segundo, 2 metros en una décima de segundo. Entiendes?. Eso también es importante con relación a la postura anteriormente mencionada y al cuidado de la distancia con el vehículo frente a ti.
Ponerse el cinturón de seguridad es una
mitzva de la Torá - tanto para el conductor como para los pasajeros, también en un viaje corto y también si se conduce lentamente. Un 70% de las lesiones podrían haber sido evitadas si hubiesen utilizado cinturones de seguridad, y un 100% de las lesiones tratándose de velocidades menores a 50km/h.
Un niño, no se lo sienta adelante. Un bebe, requiere un asiento especial – y no te hagas el vivo. El que vio un bebe desmenuzado, o un bebe que le fueron arrancados miembros en un accidente de tránsito, no necesita explicaciones.
El Rav Kuk dijo que si en nuestros días existiese el
Sanhedrin (Corte Suprema), prohibirían la utilización de vehículos automotores, salvo para servicios públicos importantes – porque cuidar la vida es más importante que mejorar el nivel de vida (Likutei Reayá Bet 42).
Dicho sea de paso, bicicleta, moto y motociclo son más peligrosos aún - sobre todo en lo que respecta a lesiones de cráneo. Por favor, utiliza un casco protector. Y tú, el rápido conductor de moto, no embistas cuando el semáforo se pone verde – porque muchos accidentes fueron producidos por automóviles que quisieron “aprovechar” su luz verde a último momento. Y tampoco andes zigzagueando entre los vehículos, incluso si sabes controlar totalmente tu moto, porque quizás los demás conductores no controlan de la misma forma sus vehículos.
Si estás cansado – estás destinado a la tragedia!. Todos los accidentes en que el vehículo mismo se volcó, chocó contra un puente o un poste de luz – sobre todo en las autopistas - fueron producidos por conductores cansados. Estas son las causas del cansancio:
1. Falta de sueño. El tiempo de reacción se prolonga. Detente, y descansa un poco!.
2. Calor. Abre las ventanas, y espera que el automóvil se enfríe antes de continuar conduciendo.
3. Monotonía. Cambia de vía, escucha la radio, conversa con los pasajeros, detente para refrescarte.

4. El reflejo del Sol en el asfalto cansa al sistema nervioso. Utiliza lentes de Sol.

5. Estómago lleno. Te hace pesado, aminora la atención. Por ello, antes de conducir – come una comida liviana.

6. Sed y hambre. Por ello, come algo liviano. La sed produce falta de concentración y cierto mareo. Por ello, bebe lo necesario antes y durante el viaje.

7. Horas peligrosas: 1:00 a 5:00 por la mañana, porque se acostumbra a dormir en esas horas. Y también 14:00 a 17:00, porque hay cierta modorra. Así es nuestro reloj biológico. Otro horario peligroso: 20 minutos antes de la puesta del Sol, porque la gente se apura para rezar
minja (rezo diario)!. Es preferible llegar un poco tarde al rezo.
Dicho sea de paso, no sólo el conductor y su familia pueden llegar a morir o lesionarse, también los “huéspedes” que ellos levantaron por el camino. Por ello, si has subido a un vehículo y su conductor oprime el acelerador sin misericordia y conduce como un bólido – de forma que al primer obstáculo que encuentre por el camino la probabilidad de subsistir es nula – no digas Tehilim (Salmos) ni le reces a D’s que llegues sano y salvo a tu casa: Sencillamente, pídele educadamente que te permita descender, incluso en medio del camino!.
Gracias a D’s hay conductores excelentes, cuidadosos, que respetan las leyes. Qué placer!. Por favor, tú también se uno de ellos!.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
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