Beahavá Ubeemuná
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 Parashat Shlaj-Lejá     21 de Sivan 5766     No 569


"Subamos de una vez", "incluso cien veces"
Rav Itiel Ariel

Los comentaristas en nuestra Parashá acostumbran a centrarse en el Pecado de los Espías, en los factores - espirituales y anímicos - que lo generaron, y en los esfuerzos desesperados de Kalev de callar al pueblo y revivir el espíritu de valentía y conquista de Eretz Israel. Y no hay ningún estudio en el Beit HaMidrash (centro de estudio de la Torá) sin innovaciones. Y a pesar de ello, deseo tratar otro punto de este episodio, que nos exige realizar un balance parcial de los resultados del altercado entre Ioshua y Kalev, contra el resto de los espías y todo el pueblo - en el que los primeros salieron perdiendo.
A primera vista, es difícil encontrar algún logro de los que luchaban por la fidelidad a la mitzva de conquistar la tierra, la fuerza de su fe - "subamos de una vez, y tomemos posesión de ella" (Bamidvar 13:30) y su capacidad de sacrificio - "incluso si estuviese en el cielo, y Moshé nos dice que debemos hacer escaleras y subir, tendremos éxito" (Rashi, allí). Y no solo que ellos fracasaron en su intento de convencer al pueblo, sino que por demás, su lucha produjo más daño aún. Y quizás si hubiesen prescindido de ella - los daños espirituales producidos hubiesen sido menores: Si antes de sus palabras la polémica pública se limitaba al aspecto bélico, y el argumento utilizado era que "el que no es capaz, está exento", cuando el testimonio "profesional" de los espías fue aceptado sin vacilaciones por el público, justamente la discrepancia de Ioshua y Kalev fue la que motivó duras expresiones de desprecio por la tierra, y calumnias (ver Ramba"n, Bamidvar 13:32).
Es más: Si les parecía a Ioshua y Kalev que su legítimo liderazgo y su posición basada en la fe les permitirá ocupar un lugar efectivo para influir en la opinión pública y en los procesos de toma de decisiones, para su amarga desilusión les fue aclarado que todos los medios son justificables para marginarlos y dejarlos en una posición tal que no puedan intervenir. Los métodos se van perfeccionando, y en nuestra generación no es necesario apedrear a los que son fieles a D's y a sus mitzvot: Se puede truncar su lucha, no dejarlos expresarse y ahogar el gemido de los que aman a Eretz Israel. Y a lo sumo ellos podrán consolarse con la promesa personal que recibieron de entrar en la tierra - pero también ello, sólo dentro de cuarenta años, cuando toda su obra en el presente se desmoronará y se degenerará.
Y de acuerdo a ello, preguntó el autor de "Meshej Jojmá" (comienza "Vaikrá"): Por qué rezó Moshé por Ioshua en forma personal, y cambió su nombre para que D's lo salve de lo que tramaban los espías?. Acaso se trataba de salvar en forma particular del pecado a Ioshua - su discípulo más cercano?. O quizás ese rezo tiene un sentido más amplio, para con todo Am Israel, para todas sus generaciones?. Y su respuesta: Ioshua es el que condujo la primera guerra contra Amalek, y por ello le es necesaria una bendición especial en nombre de todo el público, que - D's no lo permita - no llegue a consentir con la victoria de Amalek que habitaba en el Sur. Porque si Ioshua hubiese consentido con ello, habría acentuado la crisis, y desmoronaría el ánimo de Am Israel por varias generaciones. Y la conclusión, es que ese logro tendrá una importancia crucial en la próxima generación.
Y a continuación él describe la crisis de liderazgo en la que
Am Israel se encontraba, desde la profecía de Eldad y Midad que habían dicho "Moshé fallece, y Ioshua introduce [al pueblo] a la tierra". Esa profecía quizás todavía no había sido asimilada en toda su envergadura por el público general, pero los espías bien comprendieron qué significa combatir por Eretz Israel sin los milagros y los méritos de nuestro Rav Moshé - y dudaron que esa generación sea capaz de salvar ese escollo exitosamente. Pero el autor de "Meshej Jojmá" recalca que incluso ellos reconocieron que eso no es necesariamente cierto también en cuanto a la nueva generación, ya que dijeron "porque es más fuerte que nosotros" (Bamidvar 13:31) - pero no es más fuerte que "ellos". Y también esa confesión a medias es un logro.
Y aprendemos de ello, que también en situaciones de difíciles crisis en relación a Eretz Israel y la Torá de Israel, tiene un valor auténtico la declamación de "subamos de una vez", y como dijeron nuestros sabios en otros aspectos, "incluso cien veces". Y también si las personas de esa generación no comieron los frutos de esa lucha, es ella la única herramienta que le da esperanzas a las generaciones futuras de ser merecedoras de un mayor éxito. Hasta que finalmente ellos elegirán adoptar el modelo de fe de la minoría, y descartar el modelo de desaliento de la mayoría. Porque más allá del aporte oculto de la fidelidad a D's y a Su tierra de esos pocos individuos, hay un aporte evidente a la conciencia pública, cuando es reconocido que la resolución le fue impuesta a la minoría en contra de su voluntad, y nunca consintieron con ello. Y de esa forma también en el futuro, cuando con la ayuda de D's las condiciones sean más propicias y surgirá una oportunidad adecuada, los pocos se multiplicarán y volverán a cumplir su juramento, "subamos de una vez", y demostrarán que también después de la dura crisis - y quizás justamente a causa de ella - "muy bien podremos conquistarla" (Bamidvar 13:30).

Midreshet Orá

Majón Meir ha abierto una Midrashá (centro de estudio de Torá) para muchachas de habla hispana y portuguesa en Ierushalaim. Las interesadas en recibir más detalles son invitadas a llamarnos o escribirnos:
Gueula Najman
Cel: 052-4621830
E-mail: tgueu@hotmail.com , editorial@alumbrar.org


Rav Shlomó Aviner Quiero ser Profesora
Rav Shlomó Aviner

Si, quiero ser Profesora!. Mi marido está terminando su Doctorado en Física - y yo lo envidio. Pero finalmente yo haré un Profesorado. Siento que tengo las fuerzas para hacerlo. Yo quiero títulos y carrera, haré un Profesorado, triunfaré, y mis discípulos me valorarán. Yo quiero igualdad. No se trata de una idea mía, fue D's el que creó al hombre y la mujer iguales, ambos fueron creados a imagen y semejanza Divina. Tengo un alma pura, y tengo fe en mí misma. Por supuesto, soy distinta de mi marido, pero no soy menos que él. Seré una Profesora. Es un sueño que acaricio desde la Úlpena (preparatorio religioso para muchachas). Estoy convencida de ello, e incluso ya se en qué campo haré mi Profesorado: Profesora de Educación, profesora en educación de mis hijos. Con muchos títulos: Título de feminidad, título de casamiento, título de madre.
Por qué se sonríen?. No se trata de una broma!. Mi esposo fabrica componentes electrónicos para algún aparato importante - y yo, fabricaré niños. Yo fabricaré almas!. Por qué se ríen?!. Acaso es menos importante?!. No: Es más importante, seré una Profesora en Educación de mis hijos!.
Por supuesto, yo amo a todos los niños del mundo - pero los míos los anteceden. Ahora, soy educadora de una clase, una educadora buena y dedicada. Yo amo ese trabajo, y estoy contenta con él. Pero en cuanto nazca mi primer bebe - con la ayuda de D's - yo cesaré. Yo seré sólo para mis hijos. Si no habrá más remedio, y deberé trabajar para procurarnos el sustento - lo haré en la medida indispensable. Por supuesto, trabajaré con aplicación, pero sólo en la medida necesaria. O también si sentiré necesidad de airearme un poco.
Y quién ocupará mi importante lugar como educadora? - mi vecina, que cesó de enseñar cuando le nació su primer niño, y ahora que sus hijos han crecido, retorna al círculo laboral.
Ser madre, es ser Profesora y también un trabajo sacro. Es una meta grandiosa. Creo que fue Rabí Israel Salanter que dijo una vez: "El carpintero pisa sobre las virutas de la madera, el vidriero sobre las astillas de vidrio - y el educador, sobre las almas!". En efecto, es una tremenda responsabilidad, pero siento que tengo las fuerzas para ello. Y mi reinado, será mi hogar. Seré Profesora en Hogar, un refugio en tres aspectos distintos, como dice el Mahara"l (Derej Jaim, Avot 1:4-5): Un refugio material de la lluvia, el Sol y los demás adversidades, un refugio anímico, en el que todos puedan sentirse bien, y un refugio espiritual, en el que se añada fe y buenas virtudes.
Quiero una casa agradable, con utensilios lavados, toallas limpias, tacho de basura vaciado, sabrosos alimentos que esperan a sus habitantes, mesas preparadas que sonríen. Yo quiero ropa lavada y planchada, con botones cosidos. Quiero plantas que florecen, mis niños limpios y sus dientes cepillados. Esa pequeña casa será como un Gan Eden (Paraíso).
Pero lo más importante, es que sea una casa con un ambiente agradable, cálido, para mis hijos y para mi marido - que también le es muy necesario. Un ambiente de confianza en mis niños. De esa forma ellos crecerán alegres, tranquilos, saludables de espíritu. Por supuesto, no crecerán mimados, pero no olvidaré ni un momento que necesitan sentirse amados - como el aire para los pulmones. Eso lo aprendí de nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk, que nos enseñó que el comienzo de la educación es el amamantado. Al principio no comprendí qué quería decir con ello. Más tarde explicó que educar, es vincularse. Entonces comprendí!. Para mí, fue como un relámpago que me alumbró todo el panorama: Educar, no es necesariamente impartir conocimientos - es estar cerca, amar y abrazar. El amamantado es un ejemplo de todas las expresiones de amor, en base a las que la personalidad de los niños crece derecha. Esa casa no será otro "frente de lucha" para mi marido y mis hijos, sino que un lugar agradable en el que se los recibe tal cual son. Y de esa forma ellos realizarán proezas en el mundo. Incluso hacer los deberes con mis hijos será una vivencia agradable.
Y mi casa será un lugar donde se añadirá Torá, y Emuná (fe), y Temor a D's, y buenas virtudes. Porque antes que nada, yo seré una persona de ese tipo.
Ustedes ya ven: no hay de qué reírse. Ustedes ya ven que se trata de un Profesorado muy serio, con varios títulos, en distintas materias. Ustedes ya ven que se trata de una labor santa, que aprendí de las mujeres tzidkaniot (justas) en Egipto.
Y dónde me encuentro yo en todo eso?. Cuándo haré algo por mí misma?. Pero justamente esa soy yo, esa es mi felicidad y mi alegría!. Cuando le diga a mis hijos y a mi marido, desde la mañana hasta la noche: "Yo los amo, yo tengo fe en ustedes", y los vea calmos, tranquilos, alegres y riendo - no habrá nada que me haga más feliz!.

(En honor de "La" educadora de las mujeres de nuestra generación, la Rabanit Jana Tau zt"l)

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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