Beahavá Ubeemuná
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Parashat Vaieji     14 de Tevet 5766     No 547


Rav Iaacov Filver"Juntaos, y os haré saber"
Rav Iaacov Filver

"Pocos y malos" (Bereshit 47:9) fueron los días de los años de Iaacov, como él le dice a Paró (Faraón). Luego de una larga trayectoria llega Iaacov al final de su camino, y sabe que un gran futuro le espera a sus hijos: Un futuro de luz y oscuridad, de galut (exilio) y gueulá (redención). Y por ello, antes de despedirse de sus hijos, siente la necesidad y la obligación de prepararlos para ese futuro, y los llama para decirles lo que guarda en su corazón. Al principio, pretende decirles lo que les acontecerá "al fin de los días", revelarles el secreto de la historia judía, decirles todo lo que les deparará el futuro. Pero cuando ellos se reúnen alrededor suyo, de pronto cambia de parecer y se limita a hablarle a cada hijo en forma personal.
Iaacov no le revela a sus hijos en ese momento lo que acontecerá "al fin de los días", pero a pesar de ello les entrega en ese momento inadvertidamente un secreto, cuando les dice: "
Juntaos, y os haré saber lo que os sucederá al fin de los días" (Bereshit 49:1). Qué pretendió decirles cuando utilizó la expresión "juntaos"?.
El autor del libro "Shnei Lujot HaBrit" escribe (tercera parte, Vaieji): "'Juntaos, y os haré saber' - utilizó la expresión 'juntaos', ya que no es posible que llegue el momento de la gueulá cuando ustedes se odian. Sólo cuando todos ustedes se reúnan en una sola alianza". Iaacov lo dijo en base a la experiencia no tan lejana de su vida. Porque incluso si aceptamos la afirmación del Rambán que escribió: "En mi opinión - según la interpretación sencilla - nunca le fue dicho a Iaacov que los hermanos vendieron a Iosef", ya antes de la venta de Iosef fue escrito: "No podían hablarle pacíficamente [los hermanos a Iosef. N. del T.]" (Bereshit 37:4), y allí dice el versículo: "Mas su padre lo tomó en cuenta" (Bereshit 37:11). Es cierto que el odio gratuito no era algo nuevo en la casa de Avraham: Comenzó cuando Ishmael "jugaba" con Itzjak - y según el Midrash, intentaba asesinarlo. Y respecto a Esav, Rivka le dice a Iaacov: "He aquí que Esav, tu hermano, se consuela con la idea de matarte" (Bereshit 27:42). Pero en ambos casos, también si el odio y la controversia eran dolorosos, no eran destructivos, porque Ishmael no tiene nada en común con Itzjak, y Esav no tiene ninguna relación con Iaacov. Pero con los hijos de Iaacov - que sólo de todos ellos juntos será edificada la Casa de Iaacov, y todos juntos son Am Israel - no se pude consentir con el odio y la controversia. Y en efecto, así escribió Rabí Ionatán Aibshitz en su libro "Ahavat Ionatán": "La primera galut [Egipto] y la última [Roma] luego de la destrucción del Segundo Beit HaMikdash
(El Templo), fueron producto del odio gratuito, y por eso los previno su padre Iaacov, diciéndoles 'juntaos' - únanse,  adhiéranse, porque de ello depende lo que les sucederá en el futuro, al fin de los días".
No sólo nuestro patriarca Iaacov le ordena a Am Israel unirse. Esa misma idea le fue dicha a Am Israel por otro líder antes de su muerte: En la bendición de Moshé. También allí él bendice a cada tribu con una bendición particular, pero antes comienza diciendo: "Y habrá en Ieshurún [=Israel] rey, cuando se junten los cabecillas del pueblo, reunidas en uno las tribus de Israel" (Dvarim 33:5). Qué quiso decir Moshé con ese prólogo?. Dijeron en el Midrash (Sifri, allí): "Cuando Am Israel concuerdan con una misma idea en el mundo terrenal, el Gran Nombre de D's es alabado en lo alto, como dice el versículo; 'y habrá en Ieshurún rey', con la condición que 'cuando se junten los cabecillas del pueblo'. 'Reunidas en uno las tribus de Israel' - cuando conforman una sola alianza, y no cuando se dividen en fracciones".
Las palabras de Iaacov y Moshé no eran en vano, la enfermedad de la división y las disputas de los hermanos nos acompañan - lamentablemente - a lo largo de toda la historia de Am Israel. Hay muchas razones para disputar, pero la más significativa de ellas es la ambición personal de los dirigentes de la nación, que arrastran tras ellos a todo el público. Y así comentó el autor del libro "Toldot Iaacov Iosef" la contigüidad de las expresiones "cuando se junten los cabecillas del pueblo" con "reunidas en uno las tribus de Israel": La intención del versículo es que
en primer lugar se tienen que unir "los cabecillas del pueblo", los dirigentes - y sólo entonces se puede esperar que "reunidas en uno las tribus de Israel". Y en forma similar escribió "Or HaJaim" en su comentario a la Torá: "Porque el reinado de Israel persistirá cuando se reúnan los cabecillas del pueblo y no permanezcan cada uno separado por su parte, porque de esa forma se reunirán juntas las tribus de Israel. Y cuando Am Israel así hace, se encuentran en la más alta y exitosa situación, y su reinado persiste". Y culmina diciendo: "Y observa qué fue lo que nos ocurrió desde el momento en que se dividieron los corazones y se escindieron los reinados. Y esa es la razón por la cual Ierubam hizo los becerros y los que siguieron con su línea. Porque el principal destructor es la división, y el recipiente de la abundancia es el shalom y la unión de los corazones".
Nada ha cambiado desde ese entonces, también en nuestra generación nos encontramos frente al fraccionamiento de los partidos, una situación que el público no es capaz de comprender: Él quisiera ver al Sionismo Religioso en una sola alianza - pero los dirigentes se separan, y en forma artificial lo obligan a dividirse.


Rav Shlomó Aviner Un judío no abandona a su prójimo
Rav Shlomó Aviner

Discurso que fue pronunciado en la manifestación por la liberación de Ionatán Polard del 21 de Jeshvan 5766:

Nuestro hermano Ionatán, nos hemos reunido aquí para decirte: Tú eres nuestro hermano!. Y para hacerte saber, más allá del océano y los montes de la oscuridad: No te hemos olvidado!. Sabemos que la mayor mitzva para con el prójimo, es Pidión Shvuim (rescate de cautivos). Se trata de "una gran mitzva" (Baba Batra 8B) como dijeron nuestros sabios, ya que comprende en ella la salvación de todo tipo de desgracias: Del hambre, de la enfermedad, de la muerte y del cautiverio.
A lo largo de todas las generaciones nuestro pueblo kadosh (santo) siempre mostró su buen corazón, y siempre se sacrificó por rescatar a los cautivos. Incluso llegaron a sacrificarse en exceso, hasta que nuestros sabios se vieron obligados a hacer algo extraordinario: Nuestros Rabanim (Rabinos) kdoshim siempre nos apremian a esforzarnos en el culto a D's, pero en este caso nos dijeron que no se debe pagar un rescate exorbitante para liberar a algún cautivo (Guitin, cáp. 4). Pero lo cierto es que no lo acatamos, y siempre rescatamos a los cautivos incluso pagando grandes sumas de dinero, porque no éramos capaces de soportar su desgracia. Bienaventurado es el pueblo que es en ese tema que no escucha a sus sabios!.
Pero en nuestros días, la definición de Pidión Shvuim de cuando nos encontrábamos en la galut (exilio) - míseros, rechazados y abatidos, y para salvar a nuestros hermanos no teníamos más remedio que pagar rescate - ya no es relevante. Ahora somos un país soberano, no somos limosneros, y debemos exigirle a EE.UU.: Devuélvanos a nuestro hermano!. Sepan que de la misma forma que nosotros necesitamos a EE.UU., ellos nos necesitan a nosotros, y la liberación de Ionatán debe ser una condición preliminar de toda negociación: Queremos a nuestro hermano, y si no, cortamos nuestras relaciones!.
Porque esa es la base de toda la Torá: Un judío no abandona a su prójimo!. Nuestro patriarca Avraham no abandonó ni siquiera a un gentil - Lot. Incluso a los habitantes de Sdom - que eran malvados y pecadores - no abandonó. Es increíble!. Nosotros somos pequeños a su lado, pero "un judío no abandona a su prójimo" - eso sí somos capaces de cumplir.
Y por supuesto cuando se trata de un judío que sacrificó su vida por nosotros, sin consideraciones, y gran parte del sistema de defensa del Estado de Israel contra armas no convencionales se lo debemos a él. Quién sabe cuantas personas dentro nuestro le deben la vida?. Quizás decenas de miles, o centenas de miles!.
Esa es la base de toda la Torá: Un judío no abandona a su prójimo. Cuando eso es olvidado, se llega a graves situaciones: Que un judío sea capaz de expulsar a su prójimo, que un judío sea capaz de fastidiar a su prójimo, que un judío no ame a su prójimo...
Nosotros, que nos encontramos aquí, todo este público kadosh, declamamos: No te abandonamos, te recordamos!. Y tú, nuestro hermano Ionatán, del otro lado del océano, debes saber que los que nos encontramos aquí, declamamos frente a ti: Un judío no abandona a su prójimo!. Que seamos merecedores de verte pronto dentro nuestro, en Ierushalaim nuestra Ciudad Santa, en nuestros días.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
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