Parashat Shoftim 6 de
Elul 5785 No 1524
El
soborno
Rav
Ziv Rave (reimpresión)
“No
inclinarás el juicio, no harás preferencias y no
aceptarás soborno, ya que el
soborno ciega los ojos de los sabios y tergiversa las palabras de los
justos”
(Dvarim 16:19). Analizando esa mitzva en varios planos
paralelos,
encontramos que cada plano agrega cierto resplandor a los demás.
Esa mitzva
le es ordenada al juez, pero también es una indicación
para toda persona de Am
Israel (el Pueblo de Israel), como todas las mitzvot que le
son
ordenadas a los jueces o los Cohanim (Sacerdotes). Se puede
asemejar el
alma de la persona al juzgado donde hay un juicio perpetuo. Hay dos
voces que
se escuchan en ese recinto, la voz de su alma y la voz del Creador, y
el juez
allí es su raciocinio, que debe decidir entre ellos. Una de las
artimañas del Ietzer
HaRrá (mal instinto) es el soborno del raciocinio,
sugiriendo una gama de
pasiones y tentaciones para inclinarlo en su juicio en su
dirección. Y así
escribe al respecto el Ramja”l
(Rabí Moshe Jaim Luzato): “Debes saber que esta es una
regla básica
probada en la labor del ascetismo, que todo aliviado de algo estricto
debe ser
revisado. Porque a pesar de que puede ser recto y cierto, pero
probablemente es
una proposición del Ietzer HaRrá y sus
artimañas, por eso se debe
revisar e investigar cuidadosamente. Y si después de toda esa
revisación
encuentra que es una indicación justa, por supuesto que es
buena” (Mesilat
Iesharim, cap. 6). Y así dijo Rav Una, que si la persona
cometió una
trasgresión y la repitió, ya le parece como si estuviese
permitido (según
Arajin 30B), porque los ojos de su raciocino han sido enceguecidos por
el
soborno, ya que la trasgresión atonta el corazón de la
persona.
El
soborno es algún provecho, que genera un descenso espiritual y
una lesión. Por
ello, dijo Shlomó “el sediento de ganancias destruye su propia
casa, pero el
que odia las dádivas vivirá” (Mishlei 15:27). “El que
acepta soborno en el
juicio, desarraiga su casa y la destroza, al contrario de lo que
piensa. Pero
el que también odia los regalos, y no desea tomarlos,
vivirá y sobrevivirá,
porque confía en D’s, bendito sea, y no se fía en los
regalos de las personas”
(Ralba”g, allí).
El
soborno no es un regalo inocente, detrás de él se esconde
un interés. De
momento que el juez aceptó el soborno, ya no es libre en su
dictamen, y su
raciocinio forzosamente se inclina a favor del sobornador, de momento
que le
hizo una bondad. Así es respecto a todo tema que la persona
juzga. “Ya que el
soborno ciega los ojos de los sabios”, y por supuesto de los tontos. “Y
tergiversa las palabras de los justos”, y por supuesto de los malvados.
Pregunta la Gmará, ¿acaso los tontos y los
malvados pueden ser jueces?
Pero es que incluso un gran sabio que aceptó soborno no abandona
el mundo sin
que su corazón se enceguezca, “ciega los ojos de los sabios”
(según Ktuvot
105). E incluso un tzadik (justo) íntegro que
aceptó soborno, no
abandona el mundo sin que se enloquezca, “tergiversa las palabras de
los
justos”. A pesar de que tratándose de un tzadik
íntegro no se puede
hablar de intereses naturales como todos los demás, pero el
soborno tiene una
fuerza singular de impurificación, por encima de los intereses
regulares del
mundo, y esa fuerza lo enloquecerá. Al principio cuando acepta
el soborno sabe
que él está tergiversando el juicio, pero después
es castigado con el
enceguecido del corazón, y se piensa que realmente ha juzgado en
forma correcta
(según Jazon Ish, allí).
De
momento que el juez aceptó el soborno de alguna persona, se
siente más cercano
a ella, y son como una misma cosa, y como es sabido la persona no es
capaz de
ver sus propios defectos. Por ello, dicen en la Gmará: Shojad
[soborno,
en hebreo. N. del T.], shehu jad [que es uno, en hebreo. N. del
T.], que
el que acepta el soborno y el que lo da se unifican en un solo
corazón (según
Ktuvot 105). Y es más, el soborno en manos del juez se convierte
en un
cuchillo, para decretar rápido según la
inclinación de su corazón, y no tomarse
su tiempo para decretar en forma minuciosa (Kli Iakar, Dvarim 16:19).
Escribe
el Ramba”m: “Y no fue prohibido sólo el soborno con dinero, sino
que también
con otras cosas. Y ocurrió una vez que un juez cruzó en
un pequeño barco un
río, y una persona le extendió la mano para ayudarlo a
subir a la orilla. Y esa
persona tenía un pleito, y le dijo el juez que él no
puede juzgarlo [porque le
debe ese pequeño favor]. Y ocurrió una vez que una
persona le quitó una pluma
de la prenda del juez, y otra persona cubrió un escupitajo
frente al juez, y en
ambos casos dijo el juez que él no puede juzgarlo. Y
ocurrió una vez que una
persona le trajo a un juez que era Cohen uno de los tributos de
Cohen,
y le dijo el juez que él no puede juzgarlo. Y ocurrió una
vez que un campesino
trabajaba el campo de un juez y le traía higos del campo cada
viernes. Y una
vez se los trajo un jueves, porque tenía un pleito, y le dijo el
juez que él no
puede juzgarlo, a pesar de que los higos eran del campo del juez mismo,
pero de
momento que se los trajo más temprano ya no puede juzgarlo”
(Ramba”m, Hiljot
Sanhedrin 23:3).
Una
forma de soborno de nuestros días es a través de las
donaciones de todo tipo de
fondos, que se presentan como amistosos, y en acciones voluntarias o
altruistas
de quienes se presentan como organizaciones de caridad determinadas. La
meta
secreta de ellos es promover cierto interés, cierta fe o
concepción ajenos al
judaísmo, que son como un veneno para Am Israel. A veces
junto con ese
soborno llega también la severa trasgresión del provecho
de dinero de idolatría
e introducción de los misioneros dentro de nosotros. El que
recibe el provecho,
es imposible que no se incline su corazón a favor del donador, y
las palabras
de los justos o las justificaciones son tergiversadas (según
Rashi, Dvarim
16:19), y purifican lo impuro. “Enseñó Rav Najman Bar
Kohen, ¿qué es lo que se
refiere el versículo cuando dice “el rey establece la tierra por
la justicia,
pero el que exige donativos la destruye” (Mishlei 29:4)? Si el juez
parece como
un rey, que no necesita nada, apuntalará el mundo. Y si parece
como un Cohen,
que se pasea por los campos [para recibir sus tributos], lo
desmoronará” (según
Ktuvot 105).
Que sea
la voluntad de D’s que todas nuestras necesidades sean completadas con
regalos
del Cielo, y se añada sólo resplandor y bien.
Infracción
de las leyes de tránsito – transgresión de la Torá
Rav
Shlomó Aviner
Bienaventuradas
sean las mujeres, que manejan con más prudencia. Puede ser que
las conductoras están
involucradas en más accidentes leves, como un raspón
estacionando, pero
accidentes graves o mortales, D’s nos guarde, son producidos en su gran
mayoría
por los conductores hombres. De todas formas, todos debemos ser
prudentes,
conducir despacio y observar las leyes de tránsito.
Las
leyes de tránsito no son leyes arbitrarias, que inventaron las
personas para fastidiar
a los conductores. Son leyes lógicas, internacionales, fruto de
la experiencia.
Por
supuesto, no toda persona que transgrede las leyes de tránsito
necesariamente
termina el incidente lesionado, gracias a D’s, pero en forma
estadística, esas
infracciones elevan mucho el peligro de ser lesionado, y por lo tanto,
nosotros
te decimos: No te arriesgues, ni siquiera un pequeño riesgo,
porque no es tan
pequeño.
Los
accidentes de tránsito son más peligrosos que los
terroristas, malditos sean, y
cada año dejan un saldo de seiscientos muertos, que D’s se
apiade. ¡Y también
veinte mil heridos graves, que no son capaces de reintegrarse ni
siquiera con
la ayuda de una prótesis!
Conduce
despacio. También el cartel de máxima velocidad permitida
no existe por antojo,
sino que fue verificado según criterios internacionales. Y
reiteramos, no todo
el que conduce por encima de la velocidad máxima permitida,
necesariamente será
lesionado, gracias a D’s. Por lo general, los accidentes son producidos
por
infracciones de las leyes de tránsito, como alta velocidad,
sobrepaso de otro
vehículo en forma peligrosa, falta de detención en donde
está señalado, cruce
de la línea divisoria donde está prohibido, etc. Por lo
tanto, acostúmbrate a
salir más temprano, y llegar más temprano. Dice el dicho,
“ser puntual es
costumbre de los reyes”. Esa es la forma de respetar a los
demás, y no hacerlos
esperar. También tú eres rey: Israel, son hijos de reyes.
Hay
cuestionadores crónicos: ¿Quizás se puede cruzar
con luz roja a las tres de la
mañana, cuando la calle está vacía? ¡No!
¡¿Acaso también con respecto a la halajá
te cuestionas: ¡¿Quizás se puede cargar muktze y no
me pasará nada?! No hay que
evaluar cada situación en forma particular, sino que hay que
aceptar el
principio genérico, como lo apodan nuestros sabios, lo plug
(no
discernieron). Así también es en las leyes de
tránsito. No pueden ser leyes
demasiado complejas, complicadas y detalladas, porque de esa forma cada
situación requerirá un estudio pormenorizado. No te
“avives”, cuida las leyes
como cuidas halajot o instrucciones del médico.
Dijo
un médico en Rusia: “Los enfermos aquí, en el hospital,
no quieren curarse, no
siguen las instrucciones de los médicos. Salvo uno, Lipkin.
Él cumple las
instrucciones de la misma forma como cumple su religión”.
Ése enfermo, era el
Rav Israel Lipkin de Salant.
Entonces,
considera las instrucciones de los “médicos del tránsito”
como tú religión, con
la misma meticulosidad. Cincuenta kilómetros por hora son
cincuenta kilómetros
por hora, como que Shabat comienza a las cinco y cincuenta
minutos, exactamente.
¡No
desprecies! Es cierto que los que decretan las leyes de tránsito
no son talmidei
jajamim. Pero
Una
vez viajé con un oficial en un vehículo del
ejército. Su teléfono celular
comenzó a llamar. Él detuvo el vehículo al costado
del camino, y contestó: “¡Sí,
mi comandante!”. Le pregunté: “¿Te detuviste por miedo a
la multa, o para no
hacer algo indebido?”. Me contestó: “En el ejército, esa
infracción es penada
con el retiro de la licencia de conducir, pero no por eso me detuve. Me
detuve
porque es peligroso: Es algo que aprendimos con sangre”.
Hay
que tomar las leyes de tránsito en serio, como las leyes de
Es
realmente peligroso. En su momento, dijo el Rav Kuk, que si hubiese hoy
en día Sanhedrin
(Corte suprema), prohibiría viajar en auto, salvo viajes
esenciales, como en el
ejército, la policía, o ambulancias. Le dijeron: “Eso
hará descender el nivel
de vida”. Les contestó: “Tú nivel de vida no es
más importante que la vida de
tu prójimo” (Likutei HaReaia 2, 42).
Una
persona temerosa de D’s, tiene que considerar el viaje en auto como
parte del
culto Divino. También hay que conducir con cortesía.
¿Alguien desea sobrepasarte?
No te comportes como un conductor violento, agresivo y terco:
Apártate a la
derecha, y déjalo pasar. Y sonríele. ¡Sé
bondadoso! ¿Cuál es la diferencia con
un peatón que te pide que lo dejes pasar?
No
consideres las leyes de tránsito como un estorbo, sino como una
oportunidad de
rendir culto a D’s, como todas las leyes de
El
que transgrede las leyes de tránsito, transgrede también
las leyes de
También
las personas que levantaste en el trayecto a veces tiemblan de miedo.
Quizás tú
digas: ¿Por qué subieron? ¡Realmente, si hubiesen
sabido, no habrían subido!
Dice
el Ramba”m, que el sabio, de la misma forma en que es notorio
es sus
acciones y virtudes, también es notorio en la forma en que
camina. Y entonces,
también lo es en la forma en que conduce.
“Y
no correrá en la vía pública, ni se
comportará en una forma que no es adecuada”
(Hiljot Deot 5:8, edición Frenkel). Los demás te
verán, y aprenderán de ti.
No
es algo extra-religioso. Si tú no conduces con
precaución, transgredes
Considéralo
como consideras una halajá. Por supuesto, el Shuljan
Aruj no habla de
accidentes de tránsito, pero habla de accidentes producidos por
un jinete que
cabalga (Shuljan Aruj, Joshen Mishpat 378:9). “¿Pero yo no tengo
caballo, tengo
auto?”. – ¡Por el contrario, un auto es más peligroso!
Ten
presente, también el que mató por error,
Hay
que declarar una guerra total contra los que menosprecian las medidas
de
seguridad en los caminos, y retirarles la licencia de conducir a cada
transgresor de la ley. Parece cruel, pero en realidad es misericordia
para con
los inocentes. También las leyes de arei miklat
(ciudades de refugio), y
goel hadam (vengador), son muy morales, ya que gracias a ellas,
la
persona se cuida.
¡Querido
amigo, conduce despacio!
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los
lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno
debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las
numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no
limitarse a lo
escrito en esta sección.
Kidush
Kidusha
Raba
Es
una mitzva bendecir sobre el vino por la mañana del Shabat
antes
de la segunda comida, y ese Kidush es llamado “Kidusha Raba”[1].
Ese
Kidush fue instituido por nuestros sabios en honor del Shabat,
y
lo apuntalaron con el versículo “recuerda el día
del Shabat para
santificarlo” (Shmot 20:7) [2].
Se
acostumbra a recitar antes de la bendición del vino
versículos relacionados con
el Shabat, hay quienes acostumbran a decir “y cuidarán
los Hijos de
Israel…” (Shmot 31:16), y hay quienes acostumbran a recitar “recuerda
el día de
Shabat” hasta “y lo santificarán” (Shmot 20:7-10). Pero
no se debe
comenzar por la mitad del versículo, como por ejemplo comenzar
diciendo “por
ello bendijo”, porque todo versículo que no fue dividido por
Moshé, no lo
dividimos[3]. Y
véase acotación[4].
Las
reglas del Kidush del día
También
las mujeres tienen obligación de recitar ese Kidush,
porque en todas las
obligaciones de Shabat hombre y mujer son idénticos[5].
El
Kidush del día debe ser donde se come, como el de la
noche. También está
prohibido probar algo antes del Kidush del día, como
antes del Kidush
de la noche[6].
No
tiene vino
Una
persona que se encuentra en un lugar donde no tiene vino para hacer Kidush
del día, puede hacer el Kidush sobre el pan, es decir,
que bendiga la
bendición “hamotzi” del pan, y antes de hacer Kidush
sobre el pan
tiene prohibido comer o beber[7].
Si
no tiene ni vino ni pan para hacer Kidush, no debe anular la mitzva
de deleitarse en Shabat por ello, y comerá sin hacer Kidush[8].
[1]Es decir, “gran Kidush” justo al revés, de momento
que su obligación
no es de
[2](Psajim 106A, Ramba”m capítulo 29 de Hiljot
Shabat, halajá 10.
Shuljan Aruj 289 inciso 1, Mishná Brurá inciso 3). Y el
Ra”n escribió que de
momento que el honor del día es preferible al honor de la noche,
nuestros
sabios instituyeron que haga Kidush también por la mañana.
En Iom Tov se hace “Kidusha Raba” como en Shabat
(Ramba”m, Hiljot Shabat, halajá 21), y antes de la
bendición del vino hay
quienes acostumbran a recitar el versículo “y les dijo
Moshé a los Hijos de
Israel los festejos del Eterno” (Vaikra 23:44). Y cuando Iom Tov cae en
Shabat
dicen “y cuidarán…” (Mate Efraim 5097 inciso 3). Y en Rosh
HaShaná hay quienes
acostumbran a recitar el versículo “tocaran en el mes el
Shofar…” (Tehilim 81:4).
Y véase en Mate Efraim (allí) y Elef HaMaguen (inciso 3)
que hay quienes acostumbran
a recitar en Rosh HaShaná “y dijo Moshé…” porque Rosh
HaShaná es también
considerada una festividad, y hay quienes acostumbran a recitar ambos
versículos, y cada lugar debe respetar sus costumbres.
[3](289, Mishná Brurá inciso 2).
[4]Y hay quienes acostumbran a comenzar el Kidush “por ello
bendijo…”.
Y véase Shu”t Rab Pealim (Orej Jaim 1, inciso 11) que explica la
costumbre
según lo que dijo el Jatam Sofer citando a Maguen Givorim que
cita al libro
Iajin UBoaz, que toda palabra donde hay atnajta o zakef katan puede
dividir el
versículo. Y de momento que en el versículo antes de esas
palabras hay atnajta,
es considerado que el versículo fue cortado por Moshé. Y
véase más adelante.
[5](allí, Mishná Brurá inciso 10).
[6](allí inciso 1).
[7]Y si no tiene dos panes enteros, puede bendecir incluso
sobre una
rebanada, y no se necesita justamente un pan entero (allí,
Mishná Brurá inciso 10).
[8](allí inciso 2, Mishná Brurá inciso
10).
Si le trajeron vino en medio de su comida, hará Kidush
sobre el vino (allí, Biur Halajá comienza ojel belo
Kidush).
Si no tenía vino para hacer Kidush por la mañana, debe
esforzarse por hacer Kidush antes de la tercera comida, como respecto
al Kidush
de la noche, que si no hizo por la noche debe hacer todo el día
(291, Shaar
HaTziun inciso 9).