Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Ajarei Mot     26 de Nisan 5784     No 1457


La pureza de la vida en la Tierra de D’s
Rav Azriel Ariel
(reimpresión)

En nuestras Parashot, es aclarada dos veces la kdushá (santidad) de Eretz Israel (la Tierra de Israel). Dos veces es dicho que la tierra “vomitará” a sus habitantes, si no viven en un nivel moral adecuado. Dos veces fuimos advertidos que la tierra nos es entregada a condición de que aceptemos el reto moral que nos es exigido: La primera vez, al final de la Parashá Ajarei Mot, y la segunda, al final de la Parashá Kdoshim.
Después de haber enumerado todas las abominaciones que cometieron los pueblos de Knaan y Egipto en el tema de la familia, está escrito en la Parashá Ajarei Mot: “No os impurifiquéis con ninguna de estas abominaciones, porque por medio de todas ellas se han contaminado los pueblos que voy a echar de delante de vosotros, de tal modo que se ha contaminado la tierra… y la tierra misma vomitó a sus habitantes… no sea que la tierra os vomite a vosotros, cuando la hubiereis contaminado, como vomitó a la nación que la ocupaba antes de vosotros” (Vaikra 18:24-28).
Al final de la Parashá Kdoshim está escrito algo parecido: “Guardad, pues, todas Mis leyes y todos Mis decretos y cumplidlos, no sea que os vomite la tierra adonde os llevo para habitar en ella. No habéis de andar, pues, en las costumbres de toda la nación que voy a echar de delante de vosotros, porque todas estas maldades han hecho ellos, por lo cual los tuve en abominación. A vosotros empero os he dicho: Poseeréis la tierra de ellos, la que os voy a dar para que la heredéis, tierra que mana leche y miel. Yo soy el Eterno, vuestro D's, que os ha diferenciado de los pueblos” (Vaikra 20:22-24).
No es por azar que justamente el cuidado de la pureza de la familia es la que determina la posibilidad de subsistir en la tierra. La célula familiar es el elemento básico que compone la nación. La sociedad en general, y el pueblo, no pueden existir sin apoyarse en la pequeña unidad básica: La familia. El traicionado de los valores de la familia expresa una concepción cuyo eje es el placer material, desentendiéndose de los valores que deben ser su base: El cuidado del pacto, la fidelidad y el sacrificio. El traicionado de los valores de la familia expresa una forma de vida que busca el placer aquí y ahora, sin asumir la responsabilidad por las consecuencias a largo plazo: ¿Qué será de los niños que nazcan de relaciones incestas o adulteras? Y más allá del aspecto de la halajá del nacimiento de un bastardo, ¿cuál será el destino del niño cuya familia se deshizo, o que desde un principio nació fuera de una familia sana y normal? El cuidado de los valores de la familia – es la pureza de la vida de Israel.
No es por casualidad que la galut (exilio) fue decretada por los tres pecados capitales: Culto a otros dioses, adulterio y asesinato. Todos ellos hieren el valor de la vida misma. El asesinato atenta contra la vida misma y el culto a otros dioses atenta contra el objetivo de toda la vida. Mientras que el adulterio pervierte la continuación de la vida a través de las generaciones futuras, hasta la eternidad. El adulterio impurifica a las personas que lo cometen, y también los desconecta de esa eternidad. “Y serán extinguidas de en medio de su pueblo” (Vaikra 18:29). Por ello, no hay algo tan nocivo para la existencia de Am Israel (el Pueblo de Israel) y la vida nacional en nuestra tierra como esos pecados.
A primera vista, la lectura de los versículos que citamos nos hace pensar que el sentido de las dos Parashot es el mismo. Pero un análisis profundo, nos hace notar la diferencia:

Parashat Ajarei Mot habla de la singularidad de Eretz Israel. Esa tierra no puede soportar en ella a los pecadores, sin diferencia de pueblos. Los Hijos de Israel fueron advertidos que no les ocurra como a los otros pueblos que los antecedieron.
Parashat Kdoshim en contraste habla de la singularidad de Am Israel, que es distinto de los demás pueblos y por ello es ordenado “serán kdoshim (santos)” (Vaikra 19:2). Los pueblos de Knaan no fueron expulsados de la tierra sin motivo, sólo por sus pecados. D’s los expulso “de delante de vosotros” (Vaikra 18:24), de los Hijos de Israel – que heredaron su tierra. Nos es impuesta una exigencia moral profunda y dura: Nosotros luchamos y conquistamos la tierra de manos de sus antiguos habitantes. ¿Cuál es la diferencia entre esa conquista de la tierra, y toda campaña imperialista de otro pueblo – que toda ella es robo y asesinato? ¿Qué argumento moral nos justifica? ¿Cuál es la diferencia entre el que fue elegido por un jurado como representante de la ley para ejecutar una persona, y un vil asesino? Está claro que en primer lugar, se necesita autoridad: Hay quien fue autorizado por D’s, y hay quien fue autorizado por el jurado. Pero no alcanza con ello: Si el que ejecuta al delincuente, él mismo comete los mismos crímenes por lo cual se merece la muerte – toda la base moral de sus actos se desmorona.
Eso es lo que nos insinúa la Torá en Parashat Kdoshim: El Pueblo Judío aceptó ejecutar el veredicto de la expulsión de los pueblos de Knaan de la tierra. Su autoridad legal está clara: La orden Divina. Pero ¿cuál será el fundamento moral de sus actos, si Am Israel mismo cometerá las mismas abominaciones que hicieron los pueblos de Knaan y los habitantes de la tierra de Egipto? ¿Qué derecho tendrá a la tierra, si olvidará su singularidad y traicionará su meta Divina?
Las duras complicaciones que acompañan el proceso del Regreso a Tzion nos deben hacer pensar en la pureza de la vida, que se expresa en gran medida en el cuidado de los valores de la familia. Por ello, dice el profeta Iejezkel en su vaticinio: “Pues Yo os tomaré de entre las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestra propia tierra. Luego rociaré sobre vosotros agua pura, y seréis puros de todas vuestras inmundicias, y de todos vuestros ídolos os purificaré…
Así dice el Eterno D's: En aquel día que Yo os purifique de todas vuestras iniquidades, haré que las ciudades vuelvan a poblarse, y sean reedificadas las ruinas…” (Iejezkel 36:24-33). 


Rav Shlomó Aviner

¿Cómo saldremos de la complicación?
Rav Shlomó Aviner

 

Nos encontramos en una complicación doble, por fuera y por dentro. Por fuera, una guerra contra los árabes de varios tipos, y también todo el mundo en contra nuestro, quién más, quién menos. Por dentro, duras discusiones, hasta tal punto que hay quienes temen de la división. En resumen, mucho sufrimiento. ¿Cómo saldremos de esto?

Por supuesto, para resolver un problema, hay que saber su causa. El Ramba”m dice en More Nebujim: ¿Quién es sabio? El que sabe las cosas y sus causas. Pero el problema es que distintas personas señalan a distintas causas. Entonces tenemos la obligación de aclarar cuál es la causa de las causas, para los problemas interiores y los problemas exteriores.

El problema interior es muy sencillo. Para edificar el país, se necesita economía y seguridad – pero no alcanza con ello. Se necesita fe y espíritu. En otras palabras: Cuerpo y alma. De la misma forma que toda persona tiene cuerpo y alma, así también la nación. O si ustedes quieren: Materialismo e ideales. O mejor aún: Kodesh (lo santo) y lo secular. Hay que edificar el nivel del Kodesh.

Muchos pensaron que si edificaremos un país, el antisemitismo desaparecerá. Es un error. La guerra actual no es producto de un conflicto territorial o similar, que puede ser solucionado por un conjunto de renuncias. El odio es radical, como dice el Ramba”m en Igueret Teiman, el Mahara”l en Gvurot Hashem, el Gr”a en su comentario a la Hagada, el Rav Kuk en su libro Orot. Ese odio no es sólo contra el cuerpo de la nación, sino que también el alma de la nación, en forma consciente o inconsciente.

¿Cuál es entonces la solución practica de esa complicación? La solución para el Clal (la totalidad genérica del Pueblo de Israel) es como la solución del individuo particular. El individuo particular se encuentra en una lucha a dos frentes, como explica Mesilat Iesharim al principio. Por ello, se necesita alguien por encima de él que le muestre el sendero para salir del laberinto. Y así también el país, hay que vincular el país en la práctica con el país en el alma.

Quizás ustedes pregunten: ¿Quiénes son ustedes, bajos y vacíos, para meterse a sugerirnos soluciones? Pero es que no es un invento nuestro, sino que del Rav Kuk, y luego su fiel discípulo nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk, y luego su fiel discípulo nuestro Rav, el Rav Tzvi Israel Tau.

Si ustedes quieren, se trata de tres fases: Mesilat Iesharim del renacimiento de la nación. Mesilat Iesharim del nacimiento del país. Mesilat Iesharim del desarrollo del país. Y si ustedes quieren: Dolores de embarazo, dolores de parto, dolores de la crianza del hijo (“multiplicaré tu dolor y tu preñez, con dolor parirás hijos”. Bereshit 3:16. Rashi, allí).

Gracias a D’s ahora ha sido publicado un libro de nuestro Rav, el Rav Tzvi Israel Tau, Mesilat Iesharim de nuestra nación en este momento: “Hoavei Shmo Ishkenu Bah” – del nivel secular al nivel del kodesh. Y sobre todo el ultimo capitulo, que fue escrito en estos días. Por supuesto, no es obligación leer ese libro, y respecto a él es valido lo que esta escrito en el prologo del More Nebujim: Si no encontrará algo que le sirva, haga como si no hubiese sido escrito.

Por supuesto, la solución no es instantánea, sino que gradual, en base a la paciencia histórica. Hay muchas estaciones en el camino: Estaciones de lenta elevación, y estaciones de crisis, como ahora. Pero todas nos llevan al futuro bueno.

Quizás ustedes digan: ¿Cómo llegaremos arriba? Conocemos a nuestro querido pueblo y sus flaquezas. ¿Dónde encontraremos una escalera para subir? Explica el Rav Kuk en su libro Orot: Tenemos una escalera, es el resplandor de nuestro alma. Ese resplandor alumbra en todo alma de Am Israel (el Pueblo de Israel), también si no es notorio por fuera. No se necesita hacerlo entrar, sino que descubrirlo, porque lo está esperando. 


Shabat

Meorot HaShabat

 

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.

Instrumentos musicales en Shabat

Campanillas en la puerta

A veces se cuelgan de las puertas de las casas o patios campanillas [que no funcionan con electricidad], y cuando alguna persona abre la puerta de la casa o del patio las campanillas suenan y anuncian a los habitantes que alguien ha entrado.

Según la opinión que las campanillas del Sefer Torá y de la cortina del arca están prohibidas en Shabat anteriormente citada, porque emiten sonidos en Shabat, también esas campanillas en las puertas están prohibidas en Shabat. Y una puerta que tiene esas campanillas está prohibido abrirla en Shabat[1].

Según la opinión que no está prohibido emitir sonidos con las campanillas del Sefer Torá, de momento que el que trae el Sefer Torá su intención no es emitir sonidos, también en este caso está permitido abrir la puerta con campanillas, ya que la persona que abre la puerta no es su intención emitir sonidos[2].

Quitado de las campanillas

Pero hay quien escribió que sólo tratándose de las campanillas del Sefer Torá y de la cortina del arca se debe ser menos estricto, de momento que no es su intención emitir sonidos y se trata de una mitzva. Pero una campana de una puerta, cuyo sonido no tiene ninguna mitzva, incluso si la persona que abre la puerta no es su intención producir sonidos, está prohibido[3].

Por lo tanto, escribió Mishná Brurá que por supuesto que lo adecuado es quitar las campanillas de la puerta antes de Shabat, para que en Shabat no se emitan sonidos cuando se la abra [o alguna otra acción anterior al Shabat, de forma que las campanillas de la puerta no puedan sonar] [4].

Si no hay más remedio, por ejemplo cuando olvidaron quitar las campanillas o silenciarlas ante del Shabat, tal parece que se puede fiar de la opinión que es menos estricta y abrir la puerta en Shabat, de momento que la persona que abre la puerta no es su intención emitir sonidos[5].

Campanillas que emiten sonidos cuando se abre la puerta y funcionan con electricidad, por supuesto que se las debe quitar o silenciar antes del Shabat, para que cuando se abra la puerta en Shabat no hagan funcionar la electricidad.



[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 338) en Mishná Brurá (inciso 6) que así es la opinión del Ta“z que prohíbe campanillas del Sefer Torá y de la cortina del arca. Y también del Gr”a (301 al final del inciso 23) es evidente que opina como el Ta”z, de momento que las campanillas son para emitir sonido, incluso si no es su intención está prohibido.
[2](Allí, Mishná Brurá que así opina Maguen Avraham que permite las campanillas del Sefer Torá y de la cortina del arca).
[3](Allí, Mishná Brurá citando a Eliha Rabah). Y en Shaar HaTziun (allí, inciso 8) escribió que Maguen Avraham (305 inciso 5) escribió que una campana es considerada un instrumento musical, y si así es no se puede permitir incluso si no es su intención emitir sonido. Y también el Maguen Avraham que fue menos estricto con las campanillas de la cortina del arca, puede que lo fue solo porque también es para una mitzva, o quizás cambió de parecer de lo que escribió en el inciso 305.
[4](Allí, Mishná Brurá). Y en Kaf HaJaim (allí, inciso 10) citó a Kitzur HaShl”a que abrir una puerta de la que cuelgan campanillas es una trasgresión del Shabat, y por ello se debe quitar las campanillas de la puerta antes del Shabat.
[5](Allí, Mishná Brurá).
Y en Mishná Brurá (allí, inciso 5) citó Eliha Rabah y Pri Megadim que si hay un cordón que se tira y de esa forma la campana que está atada al extremo del cordón emite sonido está prohibido tirar del cordón en Shabat. Y Biur Halajá (allí, comienza hoil) escribió que incluso según la opinión del Maguen Avraham que permite campanillas, en ese caso coincidirá que está prohibido, porque cuando tira del cordón su intención es emitir sonido.
También citó Biur Halajá (allí) a Kalkalat Shabat que si no hay más remedio y no se puede entrar en la casa o el patio sin tirar del cordón que emitirá sonido, está permitido tirar del cordón y emitir sonido por el honor del Shabat. Y explicó en extensión el Biur Halajá por qué está permitido. Y concluyó escribiendo que si puede hacerlo de una forma que no es común, es mejor que lo haga así. Y véase anteriormente en cuanto a la opinión del Shuljan Aruj en cuanto a emitir sonido cuando no es según un ritmo musical, pero con un instrumento.