Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Haazinu     8 de Tishrei 5784     Shabat Shuva     No 1427 


Rav Zeev Karov

El canto, Iom Kipur y la voz del Shofar
Rav Zeev Karov
(reimpresión)

La Parashá Haazinu es la Parashá del canto. Muchos comentaristas, de todas las generaciones, hablaron de las características de ese canto, su estructura y contenido. Nuestros sabios dicen que ese canto lo decían los Leviitas en el Beit HaMikdash (El Templo) como agregado en shabat.
¿Qué tiene de especial el canto? ¿Por qué nos emocionamos cuando escuchamos un canto?
La persona tiene pensamientos y sentimientos. Cuando quiere hacer partícipes a los demás de sus pensamientos y sentimientos, utiliza palabras. Pronuncia palabras, las amplía en frases y escribe artículos. Pero casi siempre siente que las palabras que dijo o el artículo que escribió no expresaron en forma plena y exacta lo que piensa o siente. A veces la persona no encuentra palabras adecuadas para expresar lo que quiere, y dice: "No tengo palabras". ¿Por qué?
Porque intentamos vincular cosas opuestas. Los pensamientos y los sentimientos son abstractos, vuelan en el espacio ilimitado, y nosotros tratamos de introducirlos en un marco limitado de palabras.
Si el habla en relación con los pensamientos es como el cuerpo para el alma, así también la relación entre lo que se escribe y lo que se habla. Pero D’s creó un vínculo maravilloso, que liga el cielo con la tierra, el cuerpo con el alma: El canto.
El canto rompe todas las barreras. El canto es capaz de incluir y circundar muchos mundos, a pesar de las palabras. El Ramba”n dice respecto al canto de Haazinu que “ese canto es el fiel y auténtico testigo, que nos cuenta en forma clara todo lo que nos pasará”. A continuación lo detalla y demuestra. A pesar de que el canto de Haazinu es corto, y el número de versículos es pequeño, encierra todo lo que nos ocurrirá. ¿Cómo puede ser? Porque es un canto, y ese es el talento de su compositor, que expresa en sus palabras un sinfín de mundos. Como un milagro de vinculación entre el cielo y la tierra.
Eso es también lo que nos enseña la mitzva de “escuchar la voz del Shofar (cuerno)”. El Shofar emite una voz natural, pero también Divina. Es un instrumento musical natural, a través del cual escuchamos la voz de D’s en la naturaleza. Es el instrumento musical más natural, cuando sus voces emanan sin ningún retoque artificial. El cuerno que utilizamos es hueco por naturaleza, y es capaz de emitir sus voces enseguida después de haber sido quitado de la cabeza del animal. No es por azar que la Entrega de la Torá, el Meshiaj (Mesías) y la Resurrección de los Muertos son acompañados de las voces del Shofar. La manifestación de la Divinidad en la naturaleza material es expresada a través de la voz del Shofar. Somos ordenados escuchar, ser capaces de atender profundamente y reconocer la vinculación de D’s y el hombre, cuerpo y alma.
El talento del canto emana también de la capacidad de observación profunda y escuchado interno de la naturaleza y la vida. La cima de esa vinculación la encontramos en Iom Kipur (Día del Perdón). Es un día determinado, definido y limitado en el tiempo. Comienza a una hora determinada, y termina después de poco más de 24 horas. Pero es un día que todo él es un encuentro con la eternidad. Un día en el que somos capaces de elevarnos y asemejarnos a ángeles, un día en el que nos encontramos con nuestro Padre en el cielo como Sus hijos. “Shabat shabaton” – en cada día D’s se revela. En todo shabat hay “un poco del Mundo Venidero”. Pero Iom Kipur es “Shabat shabaton”, el día en el que llega a la cima la revelación de D’s en el mundo, la cima de “llámenlo cuando está cercano” (Ishaya 55:6).
En Iom Kipur somos pasivos. No trabajamos. No comemos. No usamos zapatos de cuero, no le impedimos a la realidad Divina penetrar dentro nuestro. A través del cese de la actividad humana la persona puede hacerse merecedora de escuchar la voz de D’s que se encuentra en su alma. El que sepa cesar su actividad y escuchar, podrá adquirir el talento del canto - que traspasa las barreras del tiempo y las personas. 


Rav Shlomó Aviner

“No matarás”
Rav Shlomó Aviner
(reimpresión)

(El artículo fue publicado hace muchos años, pero lamentablemente continúa siendo actual).
Me lamenté y me avergoncé mucho por tu pregunta misma, si está permitido matar a un gentil. La necesidad misma de una pregunta tan miserable es un síntoma de debilidad espiritual y pérdida de camino.
Desde cuatro puntos de vista – que cada uno es suficiente – alcanza para entender que se trata de una prohibición severa y rigurosa.
1.
Desde el punto de vista de la fe en D’s. El asesinato de un árabe – como si fuese para hacer avanzar el renacimiento de la nación en su tierra – es una falta de fe en D’s. Tenemos fe en que D’s devuelve su Shjina (manifestación Divina) a Tzion y devuelve a Israel a su tierra, a través de subidas y bajadas, luces y sombras. También cuando nos encontramos con problemas y dificultades, no luchamos como quien perdió las esperanzas, sino que como valientes luchadores que confían en su victoria. Por ello, no cometemos acciones salvajes y depravadas, sino que la lucha por nuestra tierra tiene que ser siempre llena de cautela, rectitud y sabiduría. No debemos perder la cuenta. Hay que saber que no es eso lo que D’s pretende de nosotros, sino que seamos partícipes de la edificación de nuestra tierra.
2.
Desde el punto de vista moral. Herir al prójimo no es moral, y por supuesto que no asesinarlo. Esa prohibición absoluta es parte de la moralidad genérica humana, incluye a toda persona sobre la faz de la tierra y no fue anulada para con los judíos cuando recibieron la Torá. Por el contrario, la Torá nos coloca en un nivel moral más elevado que todos. Como dice el midrash: “Antes de la entrega de la Torá, teníamos prohibido matar. Después de la entrega de la Torá – cuando fuimos advertidos de más prohibiciones – ¿acaso estará permitido?” (Mejilta. Citado por Kesef Mishne, Ramba”m, Hiljot Rotzeaj VeShmirat Nefesh 2:11).
3.
Desde el punto de vista de la halajá. En la Gmará y los poskim (sabios que determinan la halajá) está escrito en forma explícita la prohibición de matar a un gentil (Sanhedrin 57A. Ramba”m, allí). Y se trata de una prohibición de la Torá (Beit Meir, Even HaEzer 17:3). Y el hecho que el asesino es castigado por el cielo, y no es castigado por el jurado en la tierra (Ramba”m, allí), explicó el gaón (genio del estudio de la Torá) Rabí Meir Simja de Dwinsk que es porque aparte del pecado del asesinato, hay otro pecado severo, y es la profanación del Nombre de D’s, del que no se puede arrepentir, ni Iom Kipur ni el sufrimiento lo pueden purgar - sólo la muerte. Por ello, el pecado del asesinato no le será perdonado a través de la pena de muerte – ya que si el jurado lo condenará a la pena de muerte, no será un castigo adecuado a la profanación del Nombre de D’s que sólo puede ser purgada por el Cielo, y por ello no es juzgado en la tierra (Meshej Jojma, Shmot 21:14).
Yo no puedo creer que haya algún Rav que permita matar un árabe, y quizás dijo algo así en forma figurada, como una exageración. Pero también tratándose de algo así trasgredió lo que dijeron nuestros sabios “sabios, cuídense de sus palabras”. Pero si realmente – D’s no lo permita – algún Rav determinó en forma práctica algo así, eso mismo aclara que él – con todo su respeto – no se merece el título de posek. Y en general, hay que tener en cuenta que tratándose de cuestiones tan severas no cualquier Rav puede decidir, sólo los más grandes sabios de la generación que se encuentran en nuestra directiva.
4.
Desde el punto de vista del nacionalismo puro. El asesinato clandestino de un gentil es una agresión en contra de nuestro país. Antes de la Declaración de la Independencia los distintos movimientos clandestinos judíos agredieron gentiles según la situación de aquel entonces, pero hoy en día las cosas cambiaron. Ahora tenemos un ejército y una policía, que se sacrifican día y noche por la seguridad de la nación, y son ellos los emisarios de toda la nación para castigar a los enemigos de nuestro pueblo, y no alguna otra persona. Ninguna persona particular puede permitirse realizar acciones terroristas en contra de árabes, debilitando nuestro gobierno, cuando toda la nación sufrirá las consecuencias de esas acciones.
Quitaremos la profanación del Nombre de D’s de preguntas tan dolorosas y ofensivas, nos dedicaremos con atención a la educación y la explicación que ese comportamiento vil es contrario a la esencia misma de la Torá del judaísmo y su moral, y también daña en forma práctica el asentamiento de la tierra y al país. Nos armaremos de paciencia, sabremos que la salvación llegará paulatinamente, nos reforzaremos y nos repondremos, actuaremos con inteligencia y sabiduría - y finalmente venceremos. 


Shabat

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
El honrado del Shabat
Acercarse para recolectar frutas

Una persona tiene permitido andar en Shabat y acercarse a su campo o jardín que se encuentran dentro de la ciudad [de forma que no se encuentra al lado de ellos exactamente[1]], para que enseguida a la salida del Shabat pueda sembrar o cosechar y realizar otros trabajos. Porque de momento que el que lo ve andando por la ciudad no sabe que su andado por ese lugar es para acercarse a su campo y realizar trabajos enseguida a la salida del Shabat, no es considerado “tu propio placer” que está prohibido hacer en Shabat[2].
Asuntos del Cielo
Nuestros sabios interpretaron el versículo “de hacer tu propio placer” que tus quehaceres están prohibidos, pero las cosas del Cielo están permitidas[3]. Es decir, a pesar de que fue aclarado que está prohibido andar por sus pertenencias en Shabat para saber qué acciones debe hacer en los días comunes, y también está prohibido andar en Shabat para acercarse a un lugar donde tiene que hacer alguna labor a la salida del Shabat, todo eso es justamente cosas que son necesidad de días comunes, pero si son necesarias para alguna mitzva está permitido.
Por lo tanto, cuando es necesario hacer a la salida del Shabat labores para casar una novia, está permitido en Shabat andar y acercarse al lugar donde necesitan hacer esas labores, para que enseguida a la salida del Shabat puedan ocuparse de esas necesidades de la novia, ya que son consideradas mitzva, y es parte de las “asuntos del Cielo” que están permitidos
[4].
Así también si en un Beit Kneset (Sinagoga) se necesita hacer reparaciones determinadas, está permitido en Shabat pasearse y verificar qué labores son necesarias hacer en los días comunes, porque solo tratándose de las pertenencias y asuntos particulares de la persona prohibieron nuestros sabios hacerlo, pero tratándose de “asuntos del Cielo” está permitido
[5].



[1]Porque si se encuentra al lado de su campo o jardín, es notorio que desea hacer a la salida del Shabat labores en ellos (Shuljan Aruj, Orej Jaim 307, Mishná Brurá inciso 39. Kaf HaJaim inciso 77).
[2](307 inciso 9. Mishná Brurá inciso 40).
Y de momento que no realiza la labor en Shabat, solo se prepara para hacerla a la salida del Shabat, de momento que no es notorio está permitido, también en opinión del Nishmat Adam anteriormente citado.
[3](Shabat 113A).
[4](306 inciso 3).
[5](Según 306 inciso 3).