Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Tazria - Metzora     1 de Iyar 5783     Rosh Jodesh     1405 


Rav Jagai Londin

Durante la sirena
Rav Jagai Londin

 

La semana que viene del principio del mes de Iyar celebraremos junto con la alegría del nacimiento del Estado de Israel el Iom HaZikaron (Día del Recuerdo) en el que recordamos las personas que cayeron y por cuyo merito este estado existe – los soldados y las victimas de los atentados. ¿En qué se piensa durante la sirena de Iom HaZikaron? ¿En la perdida y la muerte? ¿En la vida del soldado que fue segada tan pronto y no pudo continuar? Por supuesto. Pero hay mucho más para recordar en esos momentos. Recordar y llorar.

En la cultura griega la forma de recordar personajes era haciendo estatuas. Una cultura materialista sabe sólo el ahora y el aquí, y “recuerdo” a veces es un intento desesperado de reproducir el pasado, el deseo de “congelar” el momento que se extraña y añora. Seguramente esa es la razón por la cual los días de recuerdo de año en año se hacen más y más vivenciales. Si la premisa de la que se parte es que el máximo vinculo que tenemos en este momento con el difunto es el lejano recuerdo, cuanto más lo vivamos por medio de una foto o un monumento, cuanto más películas hagamos con música emotiva – así podremos profundizar el recuerdo. Es más, si la meta es “reproducir” la figura, cuanto más se hable en forma particular en el acto de recuerdo – qué amaba, qué vestía, qué buen jugador de básquetbol era – será mejor. Cuando ese es el punto de partida, hablar de la meta por la cual ese soldado cayó, los principios generales, los ideales – todo eso será conceptuado como pálidos y demasiado abstractos para ser asimilado por la emoción. Y entonces, cuando la razón de la muerte no está clara, el Iom HaZikaron se convierte en un día de dolor y tristeza por la tristeza en sí, algo como “la eternidad es sólo cenizas y polvo”. Dolor sin meta. Un día de depresión colectiva.

En el judaísmo, que habla de vida eterna, hay una concepción distinta en cuanto al recuerdo. Está relacionado con la parte activa de la realidad. El deseo de actuar y hacer vivir el personaje que se recuerda. El recuerdo vivencial y particular es una puerta a algo mucho más grande: Nuestra capacidad de colmar el vacío que dejó el difunto, una vida nueva. En el judaísmo, en contraste con la cultura idolatra o griega, no hay estatuas o monumentos, sino que “neshama” (alma). Cuando nos vinculamos con la vida que dejó esa neshama en el mundo – realmente la recordamos. Cuando por ejemplo estudiamos las enseñanzas de nuestro Rav Moshé – es como si él viviese nuevamente. Cuando nos adherimos a las acciones positivas que alguna persona sembró en el mundo – se trata de cierta resurrección del muerto. Como dijeron nuestros sabios: “De la misma forma que su descendencia (del muerto) está en vida, él también está en vida”. Cuando elegimos ser personas más buenas a la luz del resplandor de la figura de la abuela o el abuelo finados – su alma nos acompaña en cada momento. Cuando nos vinculamos con el ideal por el cual cayó el soldado, nos unimos con la memoria auténtica, nos unimos con la eternidad.

¿En qué se piensa durante la sirena? ¿En la vida joven que fue segada? ¿En los ojos que no podrán volver a ver el florecimiento de la primavera? Seguramente. Pero yo en forma particular intento pensar por ejemplo también en las palabras que escribió en su momento el Rav Kuk (Orot HaMiljama 2): “Miramos a las primeras generaciones, de las que nos cuenta la Torá, los profetas y los escritos, esas generaciones que se ocupaban de la guerra – y ellos mismos son las grandes figuras que nos inspiran amistad y grandeza santas. Comprendemos que el chispazo del alma es la base: La situación del mundo en ese entonces, en la que la guerra era tan necesaria, hizo que aparezcan esas almas, cuyo interior estaba colmado de contenido pleno. Su lucha de supervivencia, la supervivencia de la nación, la Guerra de D’s, la concebían en su interior. Tenían un espíritu vigoroso, y sabían en la profundidad de la oscuridad elegir el bien y alejarse del mal, ‘también cuando marcharé en el valle de la muerte no temeré el mal’ (Tehilim 23:4). Cuando los observamos, con todo el deseo de la manifestación de su espíritu, añoramos su fortaleza, su fuerza de vida bien formada, poderosa y vigorosa, que moraba dentro de ellos, y en base a ese deseo nuestra fuerza espiritual se fortalece y nuestra valentía se depura, y esas vigorosas almas vuelven a vivir dentro nuestro, como en aquel entonces”.

Esas palabras hablan de la añoranza y el deseo de imitar las antiguas figuras de los patriarcas de la nación: Avraham, Itzjak, Iaacov, el rey David y similares. Figuras que se vieron obligadas a hacerle frente a una vida llena de pugnas y matanza, pero supieron cuidar de su mundo moral incluso dentro de la carnicería de la guerra. Figuras que por un lado fueron duros luchadores y por otro lado personas puras, santas y sensibles. Un nivel que en nuestros días somos meritorios de volver a ver comenzar a plasmarse en personas de carne y hueso alrededor nuestro. En los momentos de la sirena, cuando llego a las palabras “esas vigorosas almas vuelven a vivir dentro nuestro como en aquel entonces” recuerdo también personas particulares, los valientes de nuestros días, y esa dolorosa lista de nombres crece de año en año: Nombres como Yoni Netaniahu, Dror Vainberg y Roi Klain. Recuerdo por qué ellos lucharon. Recuerdo y lloro, recuerdo y me consuelo.

La eternidad no es sólo cenizas y polvo. “La eternidad es Ierushalaim”, escribieron los sabios de Israel. No debemos olvidarlo cuando escuchamos la sirena.


Rav Shlomó Aviner

¿Por qué no confían?
Rav Shlomó Aviner

 

Pregunta: Hace un año fue publicado por el Majon HaIsraeli LeDemocratia que un 51% del pueblo no confía en el sistema judicial, y piensa que hay en él corrupción. ¿Realmente los jueces son corruptos?

Respuesta: No en forma personal, pero juzgan según criterios que son una traición de la voluntad del pueblo. El Baga”tz (Suprema Corte de Justicia) ha sido politizado, y determina según su concepción.

Pregunta: ¿Acaso política es algo malo?

Respuesta: Por supuesto que no. Pero no es el papel del Baga”tz determinar leyes y valores, sino que juzgar según las leyes que el pueblo determinó.

Pregunta: ¿No se basa en las leyes?

Respuesta: Si, pero cada uno con su interpretación propia, y casi siempre se puede adivinar de antemano qué determinará Baga”tz, según su concepción política. Y por lo general la interpretación es tergiversada y torcida.

Pregunta: ¿Quién determina cuál es la interpretación correcta?

Respuesta: Un ejemplo básico: Estado Judío. Am Israel (el Pueblo de Israel) se sacrificó y se sacrifica, también haciendo aliá (inmigración), también edificando la tierra, también en el ejército, para que haya un estado judío. Si hubiésemos querido un Estado de Todos sus Ciudadanos, que es la dirección que determina Baga”tz, no habría sido necesario el movimiento sionista, y se podría haber dirigido a EE. UU., que es un estado de todos sus ciudadanos

Pregunta: Es decir, el problema es que Baga”tz determina valores.

Respuesta: Si. Se convirtió en un jurado político. No es sólo contrario el Estado Judío, no sólo contrario a la democracia, sino que contrario a la ley. Porque la ley determina que Baga”tz debe juzgar según las leyes, y no determinar las leyes.

Pregunta: ¿Acaso Am Israel tiene autoridad para determinar valores? D’s es el que determina valores.

Respuesta: Por supuesto. Pero en este momento la política no se maneja de esa forma. En este momento el pueblo es el que determina cómo será manejado el país. Y siente que Baga”tz lo ignora, y por ello la mayoría del pueblo ha perdido su confianza.

Pregunta: ¿Y cómo es que hay quienes sí confían?

Respuesta: Porque la mayoría de la prensa lo apoya, le ayuda a falsificar, y logra confundir a las inocentes personas.

Pregunta: ¿Quizás ellos no entienden a fondo cuál es la diferencia entre un Estado Judío y un Estado de Todos sus Habitantes?

Respuesta: Entonces podemos citar un ejemplo más sencillo: Tzaha”l (Ejercito de Defensa de Israel). El Baga”tz ata las manos de los soldados y pone en peligro sus vidas. Tiene misericordia de los crueles y no entiende que el que viene a matarte, debes madrugarle. También impide la demolición de casas de terroristas. Tzaha”l es muy querido por el pueblo.

Respuesta: Según la encuesta mencionada un 90% confía en Tzaha”l.

Respuesta: Es cierto. Y nuestro querido pueblo se sacrifica en el ejército. Gracias a D’s confía en Tzaha”l y no en Baga”tz.

Pregunta: ¿Juristas importantes en el país no consideran que los jueces deciden según lo que les parece, y por ello hay fallos contradictorios?

Respuesta: Por supuesto que sí, y muchos de ellos expresaron criticas muy severas, y también famosos juristas del mundo. Ya no se trata del gobierno del pueblo, ni el gobierno de la ley, sino que el gobierno del juez y del Baga”tz.

Pregunta: En resumen, ¿qué haremos?

Respuesta: Realmente Baga”tz está enfermo. Pero se lo puede curar.

Pregunta: ¿Quién lo curará?

Respuesta: Nuestro pueblo. 


Shabat

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.

Orden a un gentil en Shabat

Llamado del gentil

Cuando está permitido tener provecho de la Melaja que hace el gentil [por ejemplo, cuando el gentil añade luz donde ya había luz encendida], el judío puede insinuarle que haga la Melaja para él no ordenándole sino que contándole, como fue aclarado.

Encontramos que los poskim (sabios que determinan la halajá) escribieron que no sólo cuando desea decirle al gentil que haga alguna Melaja para él cabe la prohibición de ordenarle al gentil [y está prohibido ordenarle al gentil que lo haga, sino que debe insinuarlo contando] sino que también cuando quiere pedirle que venga a su casa o al lugar donde debe hacer la Melaja debe cuidarse de esa prohibición[1].

Por ejemplo: En el invierno cuando hace frío y de pronto comenzó a hacer calor, y la calefacción está encendida en la casa y molesta a los habitantes de ella, si el gentil se encuentra en la casa puede insinuarle contándole que “hace calor aquí, no es agradable estar en la casa” y el gentil entenderá de por sí mismo y apagará la calefacción. Pero si el gentil no se encuentra en la casa, está prohibido dirigirse al gentil y decirle que venga a la casa, e incluso más tarde cuando el gentil llegue a la casa por su pedido y le insinuará contándole que “hace calor en la casa, y no es agradable estar aquí” de todas formas cuando le pidió que venga a la casa ordenándole ya trasgredió la prohibición [y véase en la acotación[2]].


[1]El Ro”sh (Shabat, cap. 16 inciso 10) escribió en cuanto a un incendio, que es aclarado en la Gmará que nuestros sabios permitieron decir “todo el que apague no perderá”, y tal parece que puede llamar a un gentil para que venga, y cuando venga apagará el incendio de por sí mismo. Y de sus palabras entendemos que eso es justamente cuando se trata de un incendio, pero si no se trata de un incendio o algo similar, está prohibido ordenarle al gentil que venga a su casa. Y así también en Pri Megadim (307, Eshel Avraham inciso 27).
[2]E incluso cuando el judío se dirige al gentil y no le dice “ven a mi casa” sino que “en nuestra casa la calefacción está encendida, tenemos mucho calor y nos resulta difícil estar en ella”, y el gentil entiende de por sí mismo y se dirigirá a su casa y apagará la calefacción, hay quienes escribieron que no es considerado una insinuación contando, sino que es como una orden, y es semejante a la orden que está prohibida. Y cada uno debe preguntar sus maestros cómo deberá hacer al respecto.