Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Vaiera     18 de Jeshvan 5783     1383 


Rav Eran Tamir

Hombre salvaje

Rav Eran Tamir (reimpresión)
 

En las Parashot Lej-Leja y Vaiera nos topamos con Ishmael - ese Ishmael con el que nos encontramos a lo largo de la historia.

¿Quién es ese Ishmael? ¿Cuál es su esencia, y cómo debemos hacerle frente?

Eso lo podemos aprender de lo que dijo el ángel a Agar antes de su nacimiento (Bereshit 16:12): “Él será un hombre salvaje, su mano estará en todo y la mano de todos estará en contra de él, y frente a todos sus hermanos habitará”. Y de la descripción de la Torá de Ishmael después que creció (Bereshit 21:20-21): “Y se asentó en el desierto, y se convirtió en arquero, se asentó en el desierto de Parán y su madre le tomó esposa de la tierra de Egipto”.

Debemos preguntar, ¿qué nos quiere enseñar la Torá cuando utiliza la definición “hombre salvaje”? A primera vista se trata de dos conceptos opuestos, porque si Ishmael es un salvaje entonces no es un hombre, y si es un hombre no es un salvaje.

Explica el Malbi”m (en esos dos lugares) que Ishmael conjugará dentro de él dos aspectos, “por un lado será un salvaje, como un animal del desierto, y por otro lado será una persona social. Por un lado su mano estará en todo y todas las manos sobre él, como un salvaje que se pelea con todos, y por otro lado será una persona porque se asentará frente a sus hermanos, y de esa forma será también una persona social con sus hermanos y sus vecinos”.

Como realmente se reveló luego cuando creció, por un lado “y se asentó en el desierto, se cumplió en él lo que fue dicho que será un salvaje, que vive en el desierto, y será un arquero, cumpliéndose que su mano estará sobre todo…”. “Y por otro lado, se asentó en el desierto de Paran y se cumplió en él lo que fue dicho que frente a todos sus hermanos habitará”, hasta tal punto que incluso se casó, formó una familia y se mezcló con sus hermanos – los pueblos que lo rodeaban.

De ello aprendemos un gran principio – quién es Ishmael, y cómo debemos hacerle frente. Ishmael comprende en él dos aspectos. Por un lado parece por fuera una persona común, social, que es capaz de desarrollar lazos de vecindad normales con el entorno, porque es un “hombre”. Pero por otro lado, en un enfoque más profundo, realmente es “salvaje” – salvaje, cruel, sin límites, se pelea con todos como un animal del desierto, sin reglas sociales acostumbradas. Y quizás por ello dice la Torápere adam” [salvaje hombre, según la traducción literal. N. del T.], antecediendo el sustantivo de salvaje – porque él es salvaje antes de ser hombre…

Pero debemos recordar que en el Pacto de las Partes D’s le prometió a Avram (Bereshit 15:15): “Serás enterrado en buena vejez”, y Rashi comentó que “le hizo saber que Ishmael se arrepentirá finalmente”. Y lo explicó más el autor del libro “Meshej Jojma”: “Los hijos de Ishmael, al fin de los días, se acercarán a la verdad y tendrán fe en un solo D’s”. Es decir, si sabremos hacerle frente en forma correcta al salvajismo de Ishmael - el salvajismo moral y social, que se expresa también en el aspecto político en cuanto a Am Israel (el Pueblo de Israel) - si sabremos ponerle límites claros, no nos rendiremos frente a sus malas virtudes, las evidentes y las ocultas de él, no caeremos en su trampa de “hombre”, como se revela en la política y la diplomacia que se viste de traje y corbata y habla un inglés impecable, si sabremos cuidarnos y reaccionar frente a su conducta doble en forma correcta, entonces no sólo sabremos cómo hacerle frente al salvajismo de él, sino que también lo ayudaremos a descubrir su aspecto de “hombre”, e incluso el aspecto Divino de él. Como ocurrirá en el futuro, con la ayuda de D’s, al fin de los días. 


Rav Shlomó Aviner

El payaso moderno

Rav Shlomó Aviner
 

No seas payaso. Así comienza el libro Tehilim (Salmos): “Bienaventurado sea… ni se sentó en el banco de los payasos” (Tehilim 1:1). Hay quien es tzadik, y hay quien es pecador. Pero hay algo peor: Payaso. Porque el pecador tiene remedio. El payaso no tiene remedio, como dice Rabí Moshé Luzato en su libro Mesilat Iesharim (cap. 5).

Esa es la filosofía del absurdo. Nada tiene importancia. Es el gran enemigo del género humano: Nada es importante. Nada vale la pena, nada. Esa filosofía tiene muchos nombres, y uno de ellos es muy apreciado por los devotos del vacío: Post modernismo.

“En paralelo a cuatro hijos habló la Torá” (Hagadá de Pesaj). Uno de ellos es malvado - pero también él se encuentra sentado con nosotros en la mesa. Él todavía pertenece, todavía está vinculado, el futuro es luminoso. La tragedia es con el quinto hijo, que no se encuentra presente, es el payaso.

El payaso post modernista hecha a perder el corazón del hombre. No hay sentido y no hay raciocinio. Como un borracho, que todo el mundo le parece un plano. Se ha desprendido de la moralidad, poco a poco, nivel tras nivel. Lo tira por tierra todo: No hay familia, no hay religión, no hay nacionalismo, no hay padre ni madre, no hay hombre y mujer, no hay judío y gentil.

Y por supuesto, produce mucho sufrimiento del género humano, que se ahoga en el gran mar del vacío, del que es difícil escapar.

Y nosotros continuaremos por el camino del hombre moral, normal, agradable, sensible, recto y bueno. 


Shabat

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Medicina en Shabat

En forma distinta

El que hace alguna Melajá prohibida en Shabat, si la hace de la forma acostumbrada, comete una trasgresión de la Torá escrita. Y si la hace en forma distinta de lo acostumbrado, no comete una trasgresión de la Torá escrita, sólo una trasgresión de nuestros sabios.

En cuanto a trasgredir el Shabat para tratar a una mujer que está dando a luz, escribió el Shuljan Aruj que a pesar que está permitido trasgredir el Shabat por ser Pikuaj Nefesh, de todas formas todo lo que se puede hacer en forma distinta sin que se demore por ello el tratamiento de esa mujer, se debe hacer en forma distinta[1].

El Ram”a citó la opinión de los poskim (sabios que determinan la halajá) que no sólo tratándose de una mujer que está dando a luz, sino que todo enfermo en peligro que se trasgrede el Shabat para salvarlo se debe hacer así. Es decir, si se puede hacer las Melajot necesarias en forma distinta de lo acostumbrado sin que se demore para nada el tratamiento, hay que hacerlo en forma distinta[2].

Prohibición de nuestros sabios

La razón es que toda Melajá que se hace en forma distinta de lo acostumbrado, está prohibida sólo según nuestros sabios, y cuando es posible salvar al enfermo cometiendo sólo una trasgresión de nuestros sabios, no se lo debe salvar cometiendo una trasgresión de la Torá escrita.

Por ejemplo: Una mujer que está dando a luz, o todo otro enfermo según el Ram”a que necesita algún tratamiento en el hospital, y el médico exige que firme su nombre en algún documento de consentimiento con el tratamiento, el que acostumbra a escribir con su mano derecha firmará con su mano izquierda, ya que de esa forma la prohibición de escritura es sólo según nuestros sabios[3].

Así también acciones que se acostumbran a hacer con la ayuda de algún instrumento y las hace con la mano[4], o por el contrario, se acostumbra a hacer con la mano y las hace con su boca y dientes[5], es considerado que no lo hace como se acostumbra, y su prohibición es sólo según nuestros sabios.


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 330 inciso 1). “Y de todas formas, todo lo que se puede cambiar se lo cambia, por ejemplo si se necesita traer algún instrumento [a través de la vía publica], su amiga lo trae colgado de su pelo, y semejante”.
Pero en cuanto a un enfermo que está en peligro, no escribió el Shuljan Aruj que si se puede cambiar hay que cambiar. Y escribieron los poskim que se debe diferenciar, entre una mujer que está dando a luz y los otros casos. E incluso según las opiniones que tratándose de un enfermo no se tiene que cambiar, de todas formas tratándose de una mujer que está dando a luz se cambia, porque el dolor de ella es algo natural, e incluso ni una de mil muere en el parto, por lo que se es más estricto en ese caso (330, Maguen Avraham inciso 3 citando Maguid Mishne. Fue citado por Mishná Brurá allí, inciso 5. Kaf HaJaim inciso 8).

[2](328 inciso 12).
[3](Véase Mishná Brurá, 340 inciso 22 citando a Jaiei Adam). Y también así en Calcalat Shabat (2:3), que justamente tratándose de escritura el que lo hace con su mano izquierda está exento, porque no es considerado la forma en que se escribe. Pero tratándose de otras Melajot, como encender una vela con la mano izquierda, se hace acreedor de castigo, porque a veces se enciende con la mano derecha y a veces con la izquierda).
[4](Véase 340 inciso 1, Mishná Brurá inciso 2 en cuanto a trasquilar).
[5](Véase 331 inciso 7, en cuanto a la prohibición de molido). Y también con su pie o su codo, es considerado de una forma que no es acostumbrada y está prohibido sólo según nuestros sabios (340, Mishná Brurá inciso 22. Kaf HaJaim inciso 44).