Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Haazinu     13 de Tishrei 5783     1379


Rav David Landau

Haazinu
Rav David Landau

“Y Moshé habló en los oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este canto hasta su conclusión” (Dvarim 31:30). Al final de nuestra Parashá nos despedimos de nuestro Rav Moshé, que era equivalente a todo el Pueblo de Israel, que era llamado rey, ya sea como dicen nuestros sabios “¿quiénes son los reyes? Los Rabanim (Rabinos)”, ya sea como el comandante del ejército. Debemos recordar que hay criaturas como esas, almas como esas, que son capaces de hablar con el cielo y la tierra. No son almas individuales, sino que almas genéricas, mundiales, cosmológicas, que lo incluyen todo. “Oigan, oh cielos… Tierra escucha…” (Dvarim 32:1). El cielo y la tierra son el principio del mundo, “en el principio creó el Señor el cielo y la tierra” (Bereshit 1:1), y son la existencia del mundo, “como los cielos sobre la tierra” (Dvarim 11:21). Son la existencia de la realidad. Cuando nuestro Rav Moshé les habla, ellos deben escuchar y ser testigos, como dice Rashi: “Ustedes sean testigos… testigos que perduran para siempre”. ¿Cuál es el papel de ese testimonio? Dice Rashi: “Oigan, oh cielos – que yo advierto a los miembros de Israel”. “Este canto declarará como testigo frente a él” (Dvarim 31:21), “de que en él yo les advertí acerca de todos los sucesos que pueden ocurrirles” (Rashi, allí). No solo testigos que vienen al jurado y cuentan lo que vieron, sino que testigos de advertencia. La advertencia es la base de todo el juicio. Dijeron nuestros sabios: “No se castiga sin antes advertir”. Ese testimonio y esa advertencia llegan del origen cosmológico, del origen del cielo y la tierra.
Ya en el principio, cuando se reveló
Am Israel (el Pueblo de Israel) en la historia fuimos merecedores de un canto, el Canto del Mar, luego del rasgado de las aguas de Iam Suf. Pero el canto que ahora leemos es más genérico, “Tu reino es reino de todos los mundos, y Tu dominio es para todas las generaciones” (Tehilim 145:13), un canto que incluye todo. Este canto incluye todas las generaciones, y de ella podemos aclarar una figura plena para los que se acercan a la fe. Ella explica que hay muchos pueblos, pero el alma central es: “Su pueblo”. “Este pueblo que Me he creado”. De la misma forma que la pertenencia a la humanidad es forzada, así también la pertenencia a Am Israel es una realidad Divina absoluta que nos es impuesta.
La revelación de la acción de D’s plena se va perfeccionando de generación en generación, hasta que la humanidad llega a la madurez de la aparición de “Su pueblo”. Esa expresión que es tan central que se repite al final del canto y lo sella: “Y apaciguará a Su tierra, a Su pueblo” (Dvarim 32:43). Su tierra y Su pueblo son una misma cosa. El alma genérica de Israel se revela sólo en base a su expresión pública en este mundo y en esta tierra. Por ello fue ordenado nuestro Rav Moshé enseñar este canto cuando se está por entrar en la tierra – “ahora, pues, escriban para ustedes este canto y enséñalo a los Hijos de Israel, ponlo en sus bocas” (Dvarim 31:19), y junto con él Ioshua, como dice el versículo “Moshé vino y expresó todas las palabras de este canto en los oídos del pueblo, él y Hoshea Bin Nun” (Dvarim 32:44). Ioshua, el discípulo de la
ieshiva (centro de estudio de la Torá) que se convierte en el líder y el comandante, ordena la posesión cosmológica en la práctica de Am Israel en su tierra (según Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Dvarim 508, 522-3, 527-30).


Rav Shlomó Aviner

Reinado - ¿bueno o malo?
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Hablando de las discusiones actuales en cuanto el reinado de Inglaterra, ¿acaso la mitzva de nombrado de un rey es relevante en nuestros días?
Respuesta: No estoy al tanto de la discusión en cuanto al reinado británico. Pero debemos recalcar que el rey de Inglaterra actual en realidad no es un rey, con bastos atributos gubernamentales absolutos. Es una figura representativa, semejante al presidente en nuestro país. En cuanto a nombrar un rey en Am Israel (el Pueblo de Israel), es una discusión entre los Tanaim (sabios de la época de la Mishná), si se trata de una mitzva o solamente está permitido: “Rabí Iehudá dice, tres mitzvot fueron ordenados el Pueblo de Israel cuando entran a la tierra, coronar un rey, exterminar la descendencia de Amalek y edificar el Beit HaMikdash (El Templo). Rabí Nehurai dice, todo ese tema [del coronado del rey] fue escrito porque el pueblo lo pide, como dice el versículo ‘me impondré un rey’ (Dvarim 17:14)” (Sanhedrin 20B). Rabí Itzjak Abarbanel determina que sólo está permitido, y agrega lo que él opina basado en su experiencia en el reinado de España: “¿Y para qué necesitamos citar demostraciones lógicas? ¡La experiencia es más decisiva! Vean y observen los países que son dirigidos por reyes, y hoy en día vemos varios países que son dirigidos por jueces y gobernadores temporarios, elegidos por ellos semejantes a reyes, cuya elección es limitada, y ellos gobiernan sobre el pueblo en cuanto a las guerras y toda decisión de su país. ¿Acaso no sabes, acaso no has escuchado que un gran país que gobernaba sobre todo el mundo se comió todos sus frutos…? Y ellos conquistan países ajenos con inteligencia, y todo eso indica que el reinado en el pueblo no es obligatorio” (Abarbanel, Dvarim 17:14). En contraste, el Ramba”m determinó que es una mitzva: “Tres mitzvot fue ordenado el Pueblo de Israel cuando entra en la tierra: Coronar un rey, como dice el versículo ‘ciertamente te impondrás un rey’ (Dvarim 17:15). Y exterminar la descendencia de Amalek, como dice el versículo ‘borrarás el recuerdo de Amalek’ (Dvarim 25:19). Y edificar el Beit HaMikdash, como dice el versículo ‘Su lugar de residencia deberán inquirir y allá deberás ir’ (Dvarim 12:5)” (Ramba”m, Hiljot Melajim 1:1). Le cuestionan al Ramba”m: Si es una mitzva, ¿por qué dice el versículo “y digas, me impondré un rey”? Tendría que decir algo así como “le dijo D’s a Moshé, pongan un rey”. El Netzi”v (Rav Naftali Tzvi Iehudá Berlín) contesta: “Porque la dirección del país cambia, si será como un reinado o gobernantes elegidos por el pueblo. Hay países que no puede soportar un reinado, y hay países que sin un rey son como un barco sin capitán. Y eso no puede ser determinado por una mitzva, porque en lo que respecta a la dirección del pueblo puede llegar a peligro de muerte que aplaza toda mitzva de la Torá, y por ello no puede ser una mitzva absoluta de coronado de un rey” (Haamek Davar, Dvarim 17:14). Es decir, se debe coronar un rey que la nación confié en él. Si la nación no confía en él, no puede reinar. Por ello, de la misma forma que no se puede obligar a la persona a casarse si no quiere, tampoco se puede obligar a la nación que los gobierne un rey, si ella no confía en él. Esa mitzva tiene una condición, y es que el pueblo diga que quiere un rey. Shaul entendió que no confían en él, y se volvió a su casa. Y en general, a Am Israel le tomó trecientos años hasta que coronaron un rey en el que confiaban. El rey autentico del que habla la Torá es un gobernante absoluto, con amplios atributos. Se puede llegar a peligro de muerte si el pueblo no confía en él. Por ello, en nuestros días, no es relevante.
Pregunta: Hoy en día la posición más aceptada es que la democracia es el método menos dañino. ¿Qué dice la Torá al respecto? ¿Acaso la democracia será anulada en el futuro?
Respuesta: En principio, el mejor régimen es reinado. En la democracia todos se pelean con todos, es muy difícil para el representante actuar según sus valores por los acuerdos y las presiones, y a veces se llega a paralización política. Por ello, es preferible una persona que centralice todo, y actúe sin ser obstaculizado. Pero para eso, se necesita una persona justa y recta, como David y Shlomó, y como el Rey Meshiaj (El Redentor), que conducirá al pueblo con rectitud: “Con justicia juzgará a los desvalidos, y fallará con rectitud para los humildes de la tierra, y herirá a los habitantes de la tierra con la vara de su boca” (Ishaya 11:4). Mientras tanto, de acuerdo con lo que vemos en toda la historia mundial, no nos llevamos la impresión que los reyes gentiles son rectos y buenos, y lamentablemente también en nuestro caso hubo situaciones como esas. En base a ello se formó la opinión universal moderna que el reinado es malo, y es preferible la democracia. Pero como hemos dicho, depende de la rectitud del rey.
Pregunta: ¿Acaso todos los problemas que surgen en un gobierno democrático hoy en día, como la paralización política, elecciones cada medio año, falta de confianza en la Suprema Corte de Justicia, son parte de un proceso Divino que llegará a derrocar la democracia y establecer un reinado en Israel?
Respuesta: Por supuesto que todo lo que ocurre en el mundo es un proceso Divino, pero no sabemos cuales son los caminos de D’s. El hecho que hay problemas en la democracia es algo natural, es su precio. ¡¿Acaso si habrá un rey ahora, todos los problemas serán resueltos?! Para coronar un rey primero se debe estar dispuestos a aceptar un reinado, de lo contrario la situación será peor. Por ello, debemos ser realistas. Es cierto que el Kneset (Parlamento) no es un Beit Kneset (Sinagoga), no es ideal, pero eso es lo que tenemos hoy en día. Una gran regla: Hay que ser realistas y agradecer por lo que tenemos. Gracias a D’s tenemos un gobierno judío, y no mameluco, o cristiano, u otomano, o británico, que nos hicieron sufrir mucho e hicieron pogromos. En estos momentos eso es lo que tenemos, no es perfecto, pero como es sabido, nadie es perfecto. Se necesita paciencia histórica y anhelar la salvación.
Pregunta: ¿En resumen?
Respuesta: Estamos contentos que tenemos un país y un gobierno propios, y le agradecemos a D’s cada día. Para endulzar los problemas, las discusiones y diferencias, se necesita añadir Ahavat Israel (amor por todo el Pueblo de Israel). Eso es lo que paulatinamente corregirá la nación, y en el futuro llevará a la nación al nivel donde seremos merecedores de coronar un rey.
Dicho sea de paso, según el Rav Kuk el gobierno actual de Israel tiene atributos determinados de reinado, en ciertos temas: “Tal parece, que cuando no hay un rey, de momento que los atributos del reinado están relacionados con la situación general de la nación, vuelven al pueblo. Y sobre todo tal parece que también un dirigente que surge en el pueblo es semejante al rey, en cuanto a ciertos atributos reinales, sobre todo en lo que respecta a la dirección general” (Mishpat Cohen 144). Continuaremos edificando en nuestro pueblo y en nuestra tierra.


Shabat

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Medicina en Shabat
Pikuaj Nefesh
aplaza el Shabat
De momento que Pikuaj Nefesh (peligro de muerte) aplaza toda la Torá, así también aplaza el Shabat[1]. Por lo tanto, una persona que está enferma de algún padecimiento que pone en peligro su vida, está permitido hacer toda acción necesaria para curarla y cuidar su vida, incluso cuando esa acción es una trasgresión del Shabat.
Cuando la situación es definida como Pikuaj Nefesh, no sólo que está permitido hacer alguna acción que es una trasgresión del Shabat, sino que incluso es una mitzva hacer esa acción para salvar la vida de la persona, y todo el que se apresura más es alabado[2].
Está prohibido demorarse en trasgredir el Shabat por un enfermo que está en peligro, porque las leyes de la Torá no son más que misericordias, bondades y paz para el mundo, como dice el versículo[3]: “Sus caminos son caminos agradables, y todos sus senderos son paz”. Mientras que en cuanto a los descarriados que dicen que incluso si hay peligro de muerte está prohibido trasgredir el Shabat dice el versículo[4]: “Les he dejado andar en estatutos que no eran buenos, y en preceptos en los cuales no podrían vivir” [5].

No te quedarás quieto ante la sangre de tu prójimo
El que se hace el piadoso y teme trasgredir el Shabat para salvar un enfermo que está en peligro, y por ello se dirige a un sabio para preguntarle si acaso está permitido, es como si matase. Porque mientras él se dirige a preguntar un sabio el enfermo puede debilitarse más y llegar a estar en peligro, y fuimos ordenados en la Torá santa[6]: “No te quedarás quieto ante la sangre de tu prójimo” [7].
El Rav debe enseñar al público que está permitido trasgredir el Shabat para un enfermo que está en peligro, para que, D’s no lo permita, si habrá una situación de ese tipo, la gente no se demorará y le preguntarán, sino que enseguida tratarán al enfermo para hacerlo sanear[8].
Un enfermo que teme que trasgredan el Shabat para él, se lo obliga a ello, y se lo trata de convencer que no trasgredir el Shabat en una situación de peligro es una piedad incorrecta[9]. Y el que evita trasgredir el Shabat cuando hay peligro, se hace acreedor de castigo, como dice el versículo[10]: “La sangre de las almas de ustedes reclamaré” [11].


[1]Mishná (Ioma 83A), Ramba”m (Hiljot Shabat 2:1): “El Shabat es aplazado tratándose de peligro de muerte, como el resto de las mitzvot”. Y véase más adelante, que también cuando no se está seguro que haya peligro se aplaza el Shabat.
[2](Shuljan Aruj, Orej Jaim 328 inciso 2).
[3](Mishlei 3:17).
[4](Iejezkel 20:25).
[5](Ramba”m, Hiljot Shabat 2:3).
[6](Vaikra 19:16).
[7](Allí, Shuljan Aruj y Mishná Brurá, inciso 6).
[8](Tur, citando al Ierushalmi. Fue citado por Mishná Brurá allí, Kaf HaJaim inciso 9).
[9](Allí, Mishná Brurá citando al Radba”z).
[10](Bereshit 9:5).
[11](Ramba”n, Miljamot Hashem, Sanhedrin 74B. Ri”f allí, 18A).