Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Vaietze     9 de Kislev 5782     1333 


La persona y su lugar
Rav Azriel Ariel
(reimpresión) 

Uno de los más grandes desafíos que la persona debe enfrentar es construir la capacidad de “hacerse a un lado” y dejar lugar a otra persona. No estamos hablando del lugar físico, sino que del lugar social, de la posición, de un papel determinado – en la familia, o en la sociedad. El que siente que no tiene su lugar, siente que su existencia sobre la faz de la tierra no tiene sentido. Darle el lugar al prójimo es una de las cosas más difíciles para toda persona. Ya nuestros patriarcas y matriarcas tuvieron que enfrentar ese desafío, y nosotros intentaremos marchar tras ellos y aprender de ellos.
Nuestra guía es nuestra matriarca Rajel, que consintió a darle el lugar a su hermana en su casa. Es muy grande la renuncia de una mujer a su lugar exclusivo como única esposa de su marido – y Rajel hizo ese sacrificio para evitar la vergüenza de su hermana. Pero cuando pasa el tiempo, ese sacrificio termina siendo demasiado pesado. Al principio, Rajel era la esposa principal de Iaacov. “Y amó también a Rajel aún más que a Lea” (Bereshit 29:30). Y entonces, Lea da a luz el primer hijo de Iaacov, e implora “ahora me amará mi marido” (Bereshit 29:32). Luego, le nace otro hijo, y eso genera otro cambio más en la actitud de Iaacov para con ella. Con el tercer nacimiento, Lea ve que “esta vez mi marido se unirá a mí” (Bereshit 29:34). Y con el cuarto nacimiento ella le agradece a D’s por todo lo que fue merecedora ella también de ser una esposa amada a su marido.
A lo largo de todo ese tiempo Rajel ve cómo se le va “escapando” su lugar. Si al principio del camino le fue garantizado el lugar central en la carpa de Iaacov – como madre y como esposa – el lugar de la madre fue tomado por completo por Lea. Y no sólo eso, sino que también es notorio que el lugar como esposa le es quitado paulatinamente.
Por ello, nos cuenta la Torá: “Y vio Rajel que no da hijos a Iaacov, y envidió Rajel a su hermana, y dijo a Iaacov; dame hijos, porque si no, muerta soy” (Bereshit 30:1). No se trata de una envidia burda, sino que un duro sentimiento que surge en el corazón de Rajel, que siente que no tiene su lugar, ¿y qué gusto le queda en la vida a la persona que “está de más”, que no tiene un papel propio en el mundo?
Iaacov no lo pasa por alto: ¿Por qué piensas que no tienes un lugar? ¿Acaso piensas que por capricho D’s “retuvo de ti el fruto del vientre” (Bereshit 30:2)? ¿Quizás tu misión especial en el mundo es justamente enfrentar cara a cara el desafío de entregar el lugar al prójimo (véase Midrash Eija, Ptijata 24)?
Rajel entiende el sentido de sus palabras, y toma una decisión. No solamente que le da lugar a su hermana, sino que ahora le dará lugar incluso a su sirvienta. “Y dijo, he aquí mi sirvienta Bilha, llégate a ella y dará a luz sobre mis rodillas, para que también yo me edifique de ella. Y le entregó a Bilha su sirvienta como esposa” (Bereshit 30:3). En contraste con Sara - que quería que Hagar se quede en su posición de sirvienta también después de haber sido entregada a Avraham - Rajel consintió a que Bilha no se quede sirvienta, sino que sea realmente esposa de Iaacov, su marido (Or HaJaim).
Luego que Rajel fue capaz de cumplir con esa misión y darle lugar incluso a Bilha, fue merecedora de edificarse a través de ella, y dice: “Con obstinaciones porfié a D’s para ser como mi hermana, y también pude” (Bereshit 30:8). Es decir: Me compliqué espantosamente con mi hermana, pero finalmente logré salvar las complicaciones. Sólo entonces nació Iosef.
Al final, no sólo que Bilha se cuida de dejarle a Rajel su lugar como esposa principal - hasta tal punto que también en su segundo embarazo es definida como “la sirvienta de Rajel” (Bereshit 30:7) - sino que también todo Am Israel (el Pueblo de Israel) le confiere a Rajel su lugar central, cuando más que todas las otras matriarcas ella es llamada: Rajel Imeinu (nuestra matriarca Rajel), o Mame Rujel (mamá Rajel).
Nadie debe ser como nuestra matriarca Rajel. Pero todos debemos aprender de ella la capacidad de hacerle frente al desafío, de “hacernos a un lado” en el momento necesario, y dejar parte de nuestro lugar al prójimo.
“¿Quién se merece la honra? – el que honra a las criaturas” (Avot 4:1).


Rav Shlomó Aviner

Materialismo superficial
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Hay un famoso profesor de historia que arguye que el dios, el Gan Eden, la moral, son ficciones que la persona inventó para su bien. Que si buscamos en el cuerpo humano, encontramos células, sangre, ADN y similares, y no encontramos valores morales, derechos humanos o libertad.
Respuesta: Es una equivocación materialista antigua. Pero por lo menos en el pasado estaba plena de profundidad filosófica, pero ahora es totalmente superficial.
Pregunta: Pero él habla en forma coherente, racional, lógica, analítica…
Respuesta: No. Todo lo que dice son especulaciones, sin demostraciones. ¿Cómo sabe que no hay alma? Es cierto que no se la puede encontrar en el cuerpo, y demostrar en base a ello que existe. Pero tampoco se puede demostrar lo contrario.
Pregunta: Él sostiene que no hay valores morales, como amado de las criaturas, justicia, búsqueda de sentido, y son sólo estructuras imaginarias que permiten subsistir en un número más grande de grupos. Hay sólo leyes de la naturaleza, materia y voluntad de subsistir.
Respuesta: También eso no es una innovación. En cada generación el materialismo cambia de forma. Vacío. Nihilismo. Ahogado. Falta de profundidad. Todo es lo mismo. El tzadik (justo) como el malvado.
Pregunta: ¿Quién, por ejemplo?
Respuesta: Muchos. En la época presocrática, Democrites arguyó que todo es átomos, también el espíritu del hombre son átomos. Luego, famoso, Epicureo, que para nosotros es símbolo de herejía y su nombre se transformó en sinónimo de ello. Todo es material. También el alma es material.
Pregunta: ¿Qué es lo que él propone?
Respuesta: Disfrutar. En latino, carpe diem – toma todo placer. No se latino. Cuando una persona muere, los átomos se separan y el alma desaparece.
Pregunta: ¿Todo es vanidad y vacío?
Respuesta: Tienen un poco de méritos: Ellos se opusieron al culto a otros dioses. Así escribió el romano Lucretius.
Pregunta: ¿Qué es peor?
Respuesta: En las ieshivot acostumbran a decir “esto es trefa, y esto otro nevela” [es decir, ambos son repulsivos. N. del T.].
Pregunta: Quizás avanzaremos a la época moderna…
Respuesta: Si. Hace unos trescientos años llegó el filósofo francés De La Mettrie, que describió al hombre como una máquina: El hombre máquina. No hay alma, no hay espíritu, todo es materia mecánica. El cuerpo está compuesto por partes mecánicas, que desaparecen cuando muere. Luego el filósofo alemán D’Holbach, que arguyó que no existe nada aparte de la naturaleza, y todo lo demás es imaginaciones.
Pregunta: ¿Y cómo podemos demostrar que existe el espíritu, el alma, D’s?
Pregunta: Por supuesto que hay demostraciones filosóficas, pero no las necesitamos. Como explica Rabí Iehudá HaLevi, que el sentido de fe lo atestigua. Así escribió nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá en su artículo “HaJaiut HaIsraelit”: “Puso límite a la oscuridad. Y también todas las alucinaciones del mecanicismo y egocentrismo, en cuanto a la vida del hombre, hasta lo clandestino de lo que se encuentra por debajo de la conciencia, en sus niveles y matices, se detienen y son anulados frente a las maravillosas visiones y los logros de los frutos elegidos, de las grandes personas y pueblo, de los excelentes científicos y morales, sentimiento y voluntad, imaginación y práctica, de los elevados tzadikim (justos), de las magníficas personas santas…” (LeNetivot Israel Alef, 119).
Pregunta: ¿Y todos los filósofos modernos fueron materialistas?
Respuesta: Por supuesto que no. El gran luchador fue Kant. Tras él se dirigieron filósofos idealistas como Fichte, Hegel, Schelling. Y he olvidado mencionar a Leibniz. Se puede discutir con ellos, pero no es correcto ignorarlos y no tomar en cuenta sus objeciones. Lo hemos dicho: Materialismo superficial.
Pregunta: Pero no sólo el espíritu existe, también la materia. ¿Cómo se las arreglan juntos?
Respuesta: Eso es llamado la cuestión psico física. Ya el Ram”a la mencionó en cuanto a la bendición “Asher Iatzar”: “Mafli laasot, que ata algo espiritual en algo material” (Shuljan Aruj, Orej Jaim 6:1, acotación). Es decir, es algo maravilloso. Y ya lo antecedió el Ramba”n. Y véase en extensión en el artículo mencionado del Rav Tzvi Iehudá.
Pregunta: Pero debemos aceptar que lo material se ve más existente que el alma, el espíritu, el kodesh (lo santo).
Respuesta: Esa es la mentira más grande, como escribe el Rav Kuk: “En la pequeñez de conocimiento se encuentra un veneno interno que hace parecer que todo lo que se dirige de lo secular a lo santo es un pasaje de la existencia a lo nulo. Y a pesar que la conciencia superficial se opone a ello por parte del aceptado de la fe, que respalda todo tambaleante, también el que se encorvó a la pequeñez, de todas formas en el conocimiento mismo falta ese elemento básico que alumbra, que ilumina el alma humana por dentro, que a través de él en el alma se encuentra gravada el conocimiento elevado, que todo lo que se dirige de lo secular a lo santo escapa de la ruina y la nulidad hacia el asentado, completado y existencia grandiosa y firme, esa es la vitalidad de la vida en su potencia focalizada, y flujo de abundancia bullente, plena de tranquilidad y vigor” (Orot HaKodesh Bet 308).
Y también escribió: “¿Qué es lo que quita el sabor de la vida del elevado raciocinio? ¿Qué es lo que envenena las almas, que no sienten el deleite de lo santo, el resplandor de D’s, y no basaran todas sus acciones y aspiraciones de su vida de acuerdo a ello, sólo esa alucinación que confunde, que muestra el esplendor de la nobleza de la Torá desolada, y todo el desasosiego de la vida como si fuese asentada y edificada, lo que es la peor mentira en el mundo?” (Orot HaKodesh Bet 310).

Pregunta: ¿En resumen?
Respuesta: En el principio creó el Señor el cielo y la tierra… e imbuyó en su nariz un espíritu de vida…


Shabat

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Atado
Definición de nudo
Los poskim (sabios que determinan la halajá) discrepan en cuanto a la definición de nudos, cuáles están prohibidos según la Torá escrita y cuales según nuestros sabios, y cuales están permitido hacer en Shabat[1].
El Shuljan Aruj determinó como la opinión del Ri”f y el Ramba”m, que el nudo que está prohibido hacer según la Torá escrita en Shabat tiene dos características
[2]:
1. Es un “nudo permanente”, es decir, un nudo que las personas acostumbran a atar y no desatarlo nunca
[3] [es decir, una característica relativa al tiempo que el nudo existe].
2. Es un “nudo de artesano”, es decir, un tipo de nudo fuerte y resistente, como acostumbran a atar los artesanos, y no se desata de por sí mismo de ninguna forma
[4] [es decir, una característica relativa a la forma del nudo y su tipo].
Un nudo que tiene sólo una de esas características, según la Torá escrita está permitido atarlo en Shabat, pero nuestros sabios lo prohibieron. Por lo tanto, un nudo de artesano que no es permanente, que no se acostumbra a dejarlo así en forma fija, sino que lo atan por cierto tiempo y luego lo desatan, y así también un nudo permanente que acostumbran a no desatarlo, pero no es un nudo de artesano, está prohibido atar sólo según nuestros sabios
[5].
Un nudo que no tiene ninguna de esas características, está permitido atar en Shabat
[6].
El Ram”a citó la opinión de Rashi y el Ro”sh, que la prohibición depende sólo si se trata de un nudo permanente o no, y no depende de la forma o el tipo de nudo
[7].
Un nudo que por lo general permanece por siempre, y no se acostumbra a desatar, está prohibido según la Torá escrita en Shabat[8]. Un nudo que se ata por cierto tiempo, y no se lo desata el mismo día en que fue hecho, pero tampoco se lo deja atado por siempre, según la Torá escrita está permitido, pero nuestros sabios lo prohibieron atar[9]. Un nudo que acostumbran a desatar el mismo día en que fue hecho[10], está permitido atarlo en Shabat[11]. Y hay quienes son menos estrictos, y opinan que también si acostumbran a desatarlo en cuestión de siete días está permitido[12].
A pesar de que el Ram”a citó esas opiniones, de todas formas escribió que se debe ser más estricto y tomar en cuenta la opinión del Ri”f y el Ramba”m citadas[13]. Los detalles serán aclarados más adelante.


[1](Véase prólogo del Mishná Brurá a 317. Kaf HaJaim inciso 1).
[2](317 inciso 1).
[3](Véase 317, Biur Halajá comienza hakosher. Kaf HaJaim allí).
[4]E incluso si puede desatar el nudo con una sola mano, de momento que el nudo no se desata de por sí mismo como los nudos de los artesanos, que saben cómo atar bien, es considerado una acción de artesano (allí, Mishná Brurá inciso 1. Biur Halajá allí).
[5](Allí, Shuljan Aruj).
[6](Allí).
[7](Allí).
[8](Allí) Porque de momento que hace el nudo para que quede atado para siempre, es común que lo haga de forma que no se desata de por sí mismo. Y si a veces se desata sólo, eso no cambia su definición como nudo para siempre (allí, Biur Halajá comienza hakosher).
[9](Allí). Y véase Biur Halajá (allí) que citó la opinión del Ta”z que eso depende solamente de la intención del que ató, porque si pensó que quede atado para siempre es un nudo permanente. Y si su intención era que lo desatará luego de un tiempo, está prohibido sólo según nuestros sabios. Y si su intención era desatarlo ese mismo día, está permitido hacerlo. Y escribió el Biur Halajá que se debe sopesar mucho, porque si se trata de un nudo que las personas acostumbran a atarlo para siempre, no ayudará para nada que el que lo ató pensó desatarlo ese día para permitirlo. Y agregó que según nuestros sabios, por supuesto que se lo debe prohibir, porque las personas acostumbran a hacer un nudo como esa para siempre, y puede que incluso según la Torá escrita esté prohibido [y escribió que encontró así también escrito en Beit Meir].
[10]Menos de 24 horas es considerado ese día (allí, Mishná Brurá inciso 6 citando a Pri Megadim).
[11](Allí, Ram”a).
[12]Y en su opinión el nudo que está prohibido según nuestros sabios es sólo un nudo que se acostumbra a atarlo por siete días.
[13](Allí).