Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Nitzavim - Vaielej     23 de Elul 5780     1275 


Rav Ioram Eliahu

Todos ustedes se encuentran este día
Rav Ioram Eliahu

Se encuentra la persona de Am Israel (el Pueblo de Israel) contados días antes del “Día del Juicio” y se pregunta: ¿Cómo llegaré a ese día? Mis méritos son pocos, y mis pecados se encuentran frente a mis ojos todo el tiempo, ¿qué haré? Le dice la Torá: “Todos ustedes se encuentran este día” (Dvarim 29:9) – el consejo es “todos”. Como die el Midrash (Tanjuma): “De la misma forma que el día oscurece y se aclara, ustedes también. Cuando ustedes se encuentran en la oscuridad, Yo los alumbro. A condición de que se encuentren como un solo haz”. “Cuando el judío se encuentra vinculado con el público y se anula frente al público, no recaen sobre él los juicios… porque la fuerza del público endulza los juicios” (Netivot Shalom, Nitzavim). Él cita una demostración del episodio del profeta Elisha y la mujer de Shunem. Allí dice el versículo “y fue el día” (Melajim Bet 4:11), dice el Zohar (Beshalaj) que ese día era Rosh HaShaná (Principio de Año). Elisha llega, y le pregunta a esa mujer cómo podrá agradecerle por todo lo que ella se preocupó e hizo por él, “¿acaso hay que hablarle al rey para ti?” Explica el Zohar que su pregunta era si ella tiene algún ruego que él pida por ella frente al Rey del Juicio. Y ella le contesta: “Dentro de mi pueblo yo me encuentro”. Es decir, no deseo pedir nada para mí en particular, sólo dentro de mi pueblo me encuentro. Lo que aprendemos de ello es que la persona no debe apartarse del público nunca, y sobre todo en el Día del Juicio, que entonces la fuerza del público es muy grande (Netivot Shalom, allí).
Así nos enseña el Rav Kuk zt”l (Olat Reaya Alef, pág. 368) en cuanto a la bendición de los que están de duelo, “el que repone las brechas de Israel cercará esta brecha de nosotros y de todos los que están de duelo”. ¿Por qué mencionan las brechas de Israel? ¿A primera vista, nos ocupamos del duelo de una persona particular? Dice el Rav que “en realidad toda persona en relación con el clal (la totalidad genérica) es más fuerte que en relación solamente de sus asuntos particulares, y por ello con ese pedido del cercado de las brechas debe hacerse partícipe del público, mencionando las brechas de todo el Pueblo de D’s… y con la gran fuerza del público es muy merecedor de la misericordia”. Es decir, tú te encuentras ahora en un momento difícil, ese trance es también un momento difícil para el público, y cuando tú pides por el público, por la complementación de lo que carece Am Israel – entonces tú realmente eres merecedor de la misericordia, y recibes la salvación.
Eso nos enseñó la mujer de Shunem en el día de Rosh HaShaná, a pesar de que era estéril y podría haber pedido que Elisha rece por ella para que sea merecedora de tener un hijo, en su grandeza dijo que “dentro de mi pueblo yo me encuentro”, y el sufrimiento del público es mi gran sufrimiento, y corresponde implorar y rezar por él.
Así también nosotros, cuando venimos a implorar en el Día del Juicio debemos elevar nuestra mirada, recordar los problemas del público por los que estamos pasando. En eso debemos concentrar nuestros pensamientos y nuestros rezos, que el reinado de D’s se revele en plenitud, y en base a ello también nuestros problemas particulares se aclararán y serán resueltos y seremos merecedores de redención y salvación.
Y nuestros queridos hijos, que vienen a rezar en Rosh HaShaná, debemos enseñarles también a centrarse en los problemas del público, en la plenitud de Eretz Israel (la Tierra de Israel) por la que ellos se sacrifican, gracias a D’s, por la plenitud de Har HaBait (el Monte del Templo) y el Beit Mikdash (El Templo) que ellos anhelan. Y en base a ello, sabremos orientarnos a “todos”, a la preocupación por la plenitud de la Torá, del pueblo, de la tierra, y seremos merecedores también cada uno de ser escritos y sellados para una vida buena y de Shalom.


Rav Shlomó Aviner

Dos países - ¿cómo evitarlo?
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Qué debemos hacer para desbaratar el malvado plan de separar nuestro país en dos países?
Respuesta: No es un problema nuevo. En distintas formas, los árabes desean despojarnos ya hace cien años.
Pregunta: El problema es que tampoco las Naciones Unidas aceptan los límites del alto de fuego de la Guerra de los Seis Días, y arguyen que debemos separarnos de los árabes. Hoy en día hay 5 millones de árabes en Iesh”a (Judea, Samaria y la Franja de Gaza), medio millón de judíos, y en el resto del país hay 6 millones de judíos y 1.5 millón de árabes – entonces ellos exigen la separación.
Respuesta: Una vez hubo conversaciones entre un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) y un escritor izquierdista. El escritor dijo: Dos personas se están ahogando en el mar, y encontraron una tabla. Para salvarse, ambos deben asirse de ella. Le dijo el talmid jajam: No es exacto, porque cuando comenzó el regreso a Tzion en el año 5641 vivían aquí árabes y casi ningún judío. ¿A qué es semejante? Un naufragado se ase de una tabla en el mar, y de pronto llega otra persona que quiere asirse también de la tabla. Es cierto, dijo el escritor, ellos nos antecedieron en asirse de la tabla, pero nuestro vínculo con la tabla antecede al de ellos. Le preguntó el talmid jajam: ¿Nuestro vínculo es con media tabla, o con toda la tabla? El escritor reconoció que es con toda la tabla.
Pregunta: ¿Es decir?
Respuesta: Si pensamos que la historia comenzó hace 100 años, es correcto dividir el país en dos. Pero de momento que nuestra historia comenzó hace miles de años, toda la tierra es nuestra.
Pregunta: Pero las naciones del mundo no lo saben. El Tana”j (La Biblia) no determina, en su opinión.
Respuesta: No se necesita del Tana”j para saber que nos asentamos aquí en el pasado, y fuimos expulsados con la destrucción del primer y segundo templo. Pero no estamos hablando con chinos o japoneses, estamos hablando con cristianos y musulmanes, que aceptan la verdad del Tana”j.
Pregunta: ¿Pero si ellos se empecinan que debemos renunciar, ¿qué podemos hacer?
Respuesta: Empecinarnos más que ellos. Como el refrán: El más terco triunfará. Nos esforzaremos y los convenceremos.
Pregunta: ¿Quizás no debemos tomarlos en cuenta, y cumplir con nuestra auténtica obligación?
Respuesta: En nuestro mundo un estado no puede ser una autarquía, un país cerrado en sí mismo, sin relaciones con otros países. Los necesitamos desde el punto de vista de seguridad, económica, etc.
Pregunta: ¿Y qué pasará si los americanos, a pesar de todo, decidirán abandonarnos?
Respuesta: Todo puede ser. Los franceses eran nuestros amigos, y nos ayudaron mucho. Pero cuando nos dieron la espalda, los americanos tomaron su lugar, desde ese entonces hasta ahora. Por supuesto, no es por la buena causa, sino que por sus intereses. De todas formas, no puede ser que nos consideren un país de terror, porque entonces cesarán totalmente de apoyarnos. Así fue como dejaron de apoyar totalmente la Franja de Gaza, porque allí hay un gobierno de la organización Hamas, que es una organización terrorista. Y por ello 2 millones de personas sufren allí mucho, desde el punto de vista económico.
Pregunta: Pobrecitos. Ellos no son nuestros amigos, pero “Su misericordia para todas sus obras”, y son unos desdichados.
Respuesta: Parte de ellos son realmente desdichados, pero la mayoría se lo merecen, porque votaron por el Hamas en las elecciones.
Pregunta: Volviendo a nuestro tema. ¿Cómo convencerlos?
Respuesta: Si nosotros estaremos convencidos. Lamentablemente, hay todavía judíos que no están seguros de que Eretz Israel (la Tierra de Israel) del Tana”j y de la historia, la tierra prometida, es nuestra. El que no está convencido, no puede convencer a los demás.
Pregunta: Entonces, ¿cómo nos convenceremos nosotros mismos?
Respuesta: Con el raciocinio, con el estudio, con el pensamiento, con la profundización – que fortalecen la voluntad. Toda la historia demuestra que el que tiene voluntad fuerte, vence.


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Melaben
Una prenda nueva y negra

“El que sacude su prenda en Shabat, se hace acreedor de Jatat”, como fue aclarado anteriormente.
Fue aclarado que está prohibido sacudir el rocío que se encuentra sobre la prenda, pero eso se refiere cuando se trata de una prenda nueva y negra, que la persona no la viste sin quitar antes el rocío de ella[1]. Y también según la opinión que está prohibido sacudir el polvo de la prenda, se refiere cuando la prenda es nueva y negra, que la persona no la viste sin antes quitar el polvo de ella[2].
La razón es que tratándose de una prenda nueva y negra las personas acostumbran a vestirla sólo después de haber quitado el polvo o el rocío de ellas[3], y en prendas de ese tipo es notoria la acción del sacudido que las embellece[4]. Y por ello el sacudido es considerado como el lavado, que está prohibido en Shabat. Pero tratándose de una prenda que no la sacuden, y a veces la visten sin quitarle el rocío o el polvo, está permitido en un principio sacudirla y quitar el rocío o el polvo.
Por lo tanto, el que estaba vestido con una prenda nueva y negra, y le cayó rocío o se ensució con polvo, está prohibido en Shabat sacudirla para quitar el rocío o el polvo[5] de la prenda[6].

Una prenda que no es nueva o no es negra
Una prenda que no es nueva o no es negra, las personas no acostumbran a vestirla sólo después de haberla sacudido, y por lo tanto está permitido sacudirla y quitar de ella el rocío o el polvo[7].
Limpiado con cepillo
También cuando el sacudido está permitido, sólo sacudir la prenda con la mano fue permitido, sin utilizar ningún utensilio, como un cepillo[8].


[1](Shabat 147A. Shuljan Aruj, Orej Jaim 302 inciso 1. Biur Halajá comienza alea. Kaf HaJaim inciso 2).
[2](Allí, Mishná Brurá inciso 5).
Si en la prenda hay alguna mancha y él la limpia y la frota cuando su intención es que no quede ninguna marca, está prohibido por ser Melaben, incluso si la prenda no es negra ni nueva. Porque cuando hay una mancha, las personas acostumbran a quitarla antes de vestirla tratándose de cualquier prenda (allí, inciso 7. Biur Halajá, al final, comienza deave tojen).

[3](Allí, Biur Halajá. Y véase Shuljan Aruj HaRav allí, inciso 1).
[4]Pero tratándose de una prenda blanca o roja, el sacudido no es semejante al lavado, y está permitido (allí, Gmará. Mishná Brurá inciso 2). Y en Shuljan Aruj HaRav (inciso 1) agregó que “o los otros colores”, que son como blanco o rojo.
Y véase Eshel Avraham (segunda edición, inciso 302) que escribió que se debe dudar tratándose de otros colores que no fueron mencionados como permitidos o prohibidos, y escribió que se debe diferenciar según el estilo de cada color. Y a pesar de que los poskim prohibieron sólo color negro, no se debe ser menos estricto porque se trata de una prohibición de la Torá escrita, véase allí.

[5]Es decir, en opinión de los que prohíben sacudir una prenda del polvo.
[6]Una persona que sabe que ella no se fija que no haya rocío ni polvo sobre una prenda nueva y negra, y cuando cae sobre ella rocío o polvo no deja de vestirla por ello sin sacudirla, para él no es considerado como lavado, y está permitido sacudir el rocío o el polvo de la prenda (allí, Mishná Brurá inciso 2. Biur Halajá comienza alea. Ben Ish Jai, segundo año, Vaieji inciso 7).
[7](302 inciso 1. Biur Halajá comienza alea).
Una persona que sabe que también tratándose de una prenda que no es nueva ni negra ella no la viste sin antes sacudirla del rocío o el polvo, puede que lo tenga prohibido hacerlo (allí, Biur Halajá).
En Shuljan Aruj HaRav (allí, inciso 1) escribió que una prenda blanca o roja o de otro color, o que no es negra, o que no es nueva, incluso si ella se fija, no está prohibido sacudirla. Y así escribió Ben Ish Jai (segundo año, Vaieji inciso 7) que una prenda blanca o roja, incluso si ella se fija de no vestirla sin sacudirla, está permitido sacudirla en Shabat del rocío sobre ella.
Y véase Ben Ish Jai (allí, inciso 8) que una prenda blanca o de color que tiene mucho polvo, debe cuidarse de no sacudirla.

[8](Allí, Biur Halajá, comienza aien lekaman seif 337).