Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Ree     25 de Av 5780     1271 


Rav Ioram Eliahu

Ver la bendición
Rav Ioram Eliahu

“‘Ve, Yo pongo hoy delante de ustedes la bendición’ (Dvarim 11:26). Es decir, la bendición de por sí no alcanza, se debe mirarla, verla, sentirla, reconocerla”. Así puntualiza el Rav Shlomó Zevin zt”l en su libro “LeTorá ULeMoadim” comentando nuestra Parashá.
Así también explica el versículo de la Haftará “he aquí que Yo asentaré tus piedras con turquesas, y echaré tus fundamentos con zafiros, y haré que sean tus almenas rubíes, y tus puertas carbunclos, y todo tu recinto piedras preciosas” (Ishaya 54:11-12). A primera vista, en el futuro la sabiduría abundará y todos sabrán a D’s, desde los más grandes a los más pequeños. ¿Por qué el profeta vaticina que las piedras serán piedras preciosas y perlas? ¿Acaso para eso anhelamos la gueulá (Redención) futura? El profeta nos promete que en el futuro veremos la kdushá (santidad) que hay en todo Eretz Israel (la Tierra de Israel), donde cada lugar brillará como un tozo puro de cielo, piedras preciosas y perlas. Así también le fue dicho a nuestro Rav Moshé, “el lugar sobre el cual estás parado es suelo santo” (Shmot 3:5), es decir, no tienes que buscar el tesoro a lo lejos, él se encuentra en tu casa. En todo lugar done te encuentras, allí es un suelo santo.
Al respecto el Rav Zevin cita un relato del autor del libro “HaBat Ain”, que fue un Rav en Rusia y después un Rav importante en Tzfat. Una vez cuando estaba en Rusia llegó un judío de Eretz Israel y comenzó a alabar la tierra, enumerando todas sus virtudes y encumbrado nivel, hasta que terminó diciendo: ¡Mi Rav! Las piedras sencillas de Eretz Israel son realmente diamantes. El tzadik (justo) se emocionó mucho, y decidió viajar a la tierra. Después de muchas peripecias llegó a Eretz Israel y se hizo famoso en Tzfat por ser muy tzadik y Kadosh (santo).
Luego de varios años, se encontró con ese judío que le contó todas esas alabanzas de Eretz Israel, y le dijo: Todo lo que me contaste, todo es cierto y auténtico. Pero lo que dijiste respecto a las piedras sencillas que son diamantes, eso yo no lo veo. Le respondió ese judío: Bueno, cuando se hez merecedor, se ve. El autor del “HaBat Ain” quedó atónito, se dirigió a su casa y se encerró muchos días, apenas comió y bebió, hasta que un día salió de su cuarto y le ordenó a su casa que hagan un gran banquete. En el banquete contó: Cuando ese judío me dijo así, me estremecí. Entendí que no es de él, porque ¿quién se atreverá a hablarle así a un Rav? Es que del Cielo pusieron esas palabras en su boca, para que yo sepa que no soy merecedor. Por ello, ayuné he hice lo que hice, hasta que hoy me fue revelado el secreto, y ahora yo veo que realmente es cierto, las piedras sencillas son realmente diamantes.
Hay muchas cosas en nuestra vida que son bendiciones, y la bendición de D’s mora sobre nosotros en el plano particular y el plano general. Y la debilidad de las personas es fijarse en lo negativo, en lo que no es bueno. Viene la Torá y nos ordena ver la bendición, enfocarnos en lo bueno. D’s te entrega mucho, a pesar de que no eres merecedor, ¿cómo es que no Le agradeces por todas las bondades? Así en cuanto a la persona particular, y mucho más cuando se habla de algo general. Nos encontramos en nuestra tierra, millones de judíos en el país, nuestra tierra nos entrega frutos en abundancia, el movimiento de arrepentimiento se va vigorizando, muchos vuelven a sus raíces y se interesan por el judaísmo y desean vincularse con la tradición. A esa mirada somos llamados, y a esa mirada somos ordenados elevar a nuestros hijos, que vean con sus propios ojos, con todas las dificultades, las complicaciones y retrocesos, que D’s retorna a Tzion y habla para bien para con Su pueblo, y nuestra salvación está cercana. 


El lugar
Rav Shimon Man

El vigor de la vida, una vida auténtica de fe, se revela en las personas que se encuentran frente al fuego. La esencia de la vida se va aclarando, ¿qué es primario y qué es secundario, qué es raíz y qué es consecuencias, quiénes somos y qué es nuestra vida?
En los últimos años antes de la expulsión se reveló ese vigor sobre todo en nuestros hermanos del sur, los habitantes de Gush Katif (los asentamientos de la Franja de Gaza). Haciéndole frente en forma maravillosa a los peligros, dispuestos a arriesgar sus vidas en base al amor a la vida, revelaron y aclararon en la práctica qué es una vida auténtica.
Por encima de eso, ellos fueron añadiendo bendición, desarrollaron asentamientos, hicieron brotar los hermosos frutos de la tierra, edificaron marcos de vida de bondad y altruismo, plasmaron alegría y vida. Y todo eso con sencillez, humildad y entereza. El fuego no los consumió, las pérdidas de vidas no debilitaron su vitalidad.
Un lugar donde arde el fuego, y la zarza no es consumida – es un lugar apropiado para que se revele en él la Torá. El fuego que no consume sino que purifica y depura, calienta y edifica, es el fuego del que surge la palabra de nuestro D’s.
El fuego ardió pero no consumió. La delicadeza, la sencillez, las buenas virtudes acuñadas en la Casa de Israel por nuestros antiguos abuelos permanecieron en su entereza y pureza. El fuego actuó y edificó, depuró los conceptos de la vida y profundizó su sentido, edificó vigor anímico, edificó un vigor agradable de una vida auténtica y de fe, edificó conceptos de una Torá auténtica.
También frente al fuego malo que salió de nuestros hermanos que habitan en el centro del país, nuestros hermanos del sur no bajaron sus ojos, y en base al gran amor y la fe entera hicieron brotar la potencia del gran amor, de la hermandad elevada. Con una mirada realista y amante sabían qué les depara el futuro, y qué será después… Pero su corazón no se disolvió y no los devoró el fuego malo. Un lugar donde el fuego arde y la zarza no es consumida – es un lugar adecuado para que se revele la Torá. Un lugar que es capaz de transformar el fuego malo en un fuego bueno, que no devora sino que suelda, purifica y depura, calienta y edifica, es un lugar adecuado para que se revele en él el fuego de la palabra de nuestro D’s.
Un lugar que es capaz de elevarse por encima de la pequeñez de entendimiento y controversias de ideas y acciones, que llegan hasta ser envidia y odio gratuito sin ningún sentido, es un lugar donde hay un amor por encima de todo sentido, un amor gratuito, un amor potente que no depende de nada. Un lugar donde mora y se revela la maravillosa cualidad de “allí acampó Israel – como un solo hombre, con un solo corazón” (Shmot 19:2, Rashi) es el lugar adecuado para que se revele la Torá, para aclarar sus conceptos y su verdad.
También ese fuego, el fuego malo, ardió peo no consumió. La delicadeza, la sencillez, las buenas virtudes de la Casa de Israel permanecieron en su entereza y su pureza. El fuego actuó y edificó, depuró los conceptos de vida, profundizó su sentido, edificó vigor anímico. Edificó un vigor agradable de vida auténtica de fe, edificó conceptos internos de Torá auténtica.
Una halajá nueva fue escrita en el tratado de la Torá de la Gueulá (la Redención). ¿Cómo se edifica la Casa de Israel plena en base a situaciones de crisis? ¿Cómo se discute y se dirige una lucha pública, firme y poderosa, en base a un punto de vista y responsabilidad general, en base a una contemplación plena de la Casa de Israel que va siendo edificada según sus tribus y en base a la responsabilidad de la continuación de la edificación en todas sus facetas?
¿Cómo se hace crecer el alma nacional que estuvo desmenuzada cientos de años?
¿Cómo se hace despertar el alma nacional luego de un letargo de muerte profundo y largo?
¿Cómo se revive la vida de un pueblo santo?


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Melaben
Andado cerca del agua

Está prohibido en Shabat andar cerca del agua, cuando hay peligro que resbale y caiga en ella[1].
La razón es porque se teme que andando caiga en el agua y sus ropas se mojen, y llegará a escurrirlas en Shabat[2].

Se mojaron sus ropas
Una persona que cayó en el agua en Shabat, o una persona que sus ropas están empapadas por la lluvia que cayó en Shabat, no tiene necesidad de cambiar sus ropas, sino que puede continuar andando con ellas en Shabat[3]. Y sólo después de habérselas quitado son como toda prenda que se mojó, que está prohibido moverlas[4].
La razón es porque nuestros sabios no le prohibieron a la persona el uso de las prendas que él viste, y tampoco prohibieron moverlas de esa forma, no sea que llegue a escurrirlas en Shabat[5].

Prendas que le son necesarias en Shabat
Así también, a veces incluso está permitido vestir en un principio prendas húmedas[6]. Es decir, si a alguien se le mojaron las prendas en Shabat, y no tiene otras prendas para vestir, puede vestirlas y andar con ellas, porque no le prohibieron a la persona las prendas que le son necesarias vestir [cuando no tiene otras prendas] [7].
A pesar de que le permitieron a la persona andar con prendas húmedas, de todas formas debe cuidarse de no sacudir las prendas húmedas. Porque de momento que la prenda está empapada con agua, el sacudido hace que se exprima[8].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 301, inciso 46, Ram”a). Y en Kaf HaJaim (allí, inciso 271) escribió que de lo que dice el Ram”a tal parece que la persona sin prendas puede andar cerca del agua. Pero el Ri”f lo explicó de otra forma, no sea que llegue a ahogarse, y entonces también sin prendas estará prohibido.
[2](Allí, Ram”a).
[3](Allí, inciso 45. Shuljan Aruj HaRav inciso 56).
[4](Shuljan Aruj HaRav allí, inciso 59. Shaar HaTziun allí, inciso 212). [A no ser que no tiene otras prendas para vestir, porque de esa forma le estará permitido vestir prendas húmedas en un principio, como será aclarado más adelante].
[5](Allí, Mishná Brurá inciso 162). Y en Kaf HaJaim (allí, inciso 255) citó en esa opinión al Tosfot Iom Tov. Y citando al Lebush escribió que la razón es porque la persona no exprime tanto sus prendas cuando está vestido con ellas.
[6]Pero cuando las prendas están muy mojadas, a veces solo tocándolas llegará a escurrirlas, y debe cuidarse de ello.
[7](Allí, Mishná Brurá inciso 162).
[8](302 inciso 1, Ram”a. Mishná Brurá inciso 3. 301 inciso 45, Biur Halajá comienza veeino joshesh).