Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

Anterior | Posterior | Archivo | Imprimir | Página inicial


Parashat Ki Tavo     21 de Elul 5779     1237 


Rav Eial Vered

"Yo no hubiera creído"
Rav Eial Vered
(reimpresión) 

Las Parashot de la semana que nos acompañan en el mes de Elul, también hablan de la preparación de este mes. La primera parte del mes fue consagrada a las Parashot que tratan del tema de la guerra – desde Shoftim y continuando con Ki Tetze – donde sale a flote una y otra vez ese asunto, desde distintos puntos de vista.
Es muy interesante la actitud de nuestro Rav Moshé a lo largo de todo el libro Dvarim (Deuteronomio). Moshé no sólo que no se desentiende de las aprensiones y dudas que acompañan la entrada a la tierra, sino que elige tratar frontalmente el tema, con valentía. Un versículo se repite una y otra vez: “Cuando te digas en tu corazón”, y de esa forma Moshé va enumerando las aprensiones una tras otra; las ciudades fortificadas, los numerosos pueblos, las armas con las que cuentan, la extensa tierra. Todas las dudas son formuladas claramente a plena luz del día y reciben su atención, y de esa forma se desvanecen.
Y en las Parashot que hablan de la guerra, nuestro Rav Moshé también habla del desagradable tema: El miedo.
El tema del miedo vuelve a ser tratado en nuestra Parashá, cuando Moshé reprime a Am Israel (el Pueblo de Israel) y los advierte “y tu vida estará pendiente delante de ti, porque sentirás miedo de noche y de día, y no estarás confiado en que vivirás. Por la mañana dirás ojala que sea de noche, y en la noche dirás ojala que sea de mañana, por el miedo de tu corazón que temerás, y por la visión de tus ojos que verás” (Dvarim 28:66-67).
Tres veces aparece el miedo en dos versículos contiguos. ¿Qué es ese miedo? ¿De qué se tiene miedo? Rashi allí dice “tu vida estará pendiente delante de ti – por la duda. Toda duda es como si estuviese pendiente,
¿quizás muera hoy a filo de la espada que es esgrimida en contra nuestro?” (Rashi, Dvarim 28:66).
Es esa duda la que nos roe y no nos deja en paz. Es la duda con la que ya nos encontramos en la Parashá Shoftim en los preparativos para la guerra: Allí se escondía tras el término “no sea que”. “Quien es la persona que construyó una casa nueva, y no la ha inaugurado… no sea que muriere en la guerra… y quién es la persona…no sea que muriere en la guerra” (Dvarim 20:5-7). Quizás, no sea que, puede que – una duda que nos roe y nos hace sentir miedo. Y el miedo, en vez de impulsar adelante, de invitarnos a superarnos y elevarnos a un nivel de fuerzas más potentes, nos paraliza y nos “clava” en el lugar.
El miedo le impide a la persona liberarse de los marcos de su vida particular y pasar al círculo más genérico, de cambio e influencia. Es el miedo de la derrota, de la competencia, de lo que dirán – distintos tipos de miedo, que sobre todos ellos se encuentra el miedo a cambiar.
Tememos cambiar. Porque el cambio dice algo respecto a nuestro ser.
¿Quizás tendremos que cambiar nuestra apariencia, o cambiar lo que estábamos acostumbrados, o cambiar la forma de vida que nos es conocida y cómoda?
Aparte de ello – muchas veces intentamos cambiar y no lo logramos, prometimos y no cumplimos, dijimos y luego cambiamos de parecer, hasta que dentro nuestro se fue formulando una oración interna – "los cambios no son para mí, es preferible quedarse en donde estoy cómodo, donde me siento seguro".
Y de eso tenemos que arrepentirnos. De ese miedo. La Tshuvá (arrepentimiento sincero), más que corregir los detalles de las acciones, cambia la dirección y la tendencia. Le da significado a todas las acciones y todas las mitzvot, genera un proceso de movimiento hacia adelante, en dirección al Creador, bendito sea. Que Su presencia sea palpable en cada momento, ya sea un momento de kodesh (santo) o de algo laico. Y eso es lo que da miedo, que “no hay ningún lugar sin Él”, y la exigencia es de Su presencia en todo momento.
Ese es el miedo del que teme de las trasgresiones que cometió. ¿Quizás es una persona que teme que cuando salga a luchar en la guerra “liquidarán” con él sus cuentas, por todas las trasgresiones que hizo? No necesariamente. Se trata de una persona que el haber hecho una trasgresión, el haber sido derrotado, el haberlo intentado y no haberlo logrado, generó en él esa oración interna, que él no es capaz de hacerle frente a lo que exige salir del lugar cómodo y conocido. Y por ello teme salir a la guerra, ya sea una guerra física o espiritual. La guerra de sí mismo, de su vida.
¿Cómo se supera eso? Cuando se teme – ¡lo peor que se le puede decir a una persona, es “no temas”!
Una frase de una canción me suena en el oído: "No temas, tú no estás solo".
Nuestro miedo parte en forma básica de la sensación de soledad. Si caeremos estaremos solos, no habrá nadie que nos ayude. Y de esa forma, la fiesta de Rosh HaShana (Principio de Año) que se acerca nos parece como un examen anual. Vamos llegando, sabemos que nos van a buscar los defectos y los fracasos, y eso ya es una sensación desagradable. Se hace todo lo que se puede para “disimular” las faltas, para caer en gracia a los ojos del "examinador"...
Pero la verdad es totalmente distinta. Nuestra capacidad de cambiar sin temer está íntimamente relacionada a nuestra vinculación a ese destello Divino, sin fin, que siempre desea renovarse y fluir. D’s no es un examinador que se encuentra al final del camino con una hoja llena de malas notas. D’s desea justificarnos, desea que triunfemos, nos enjuicia y enseguida nos entrega Iom Kipur (el Día del Perdón). Y también le antecedió a los Días de Juicio un mes entero de Misericordia. El juicio es sólo para que sepamos cuáles son sus expectativas de nosotros, qué somos capaces de hacer, que no nos olvidemos de dónde llegamos. Pero enseguida nos entrega otro poco de tiempo, y fuerzas, y vida.
La capacidad de superar el miedo comienza ahora, del convencimiento pleno que D's desea que triunfemos. Desea mucho que triunfemos, como un padre que desea el triunfo de sus hijos. Y también si caeremos después de haberlo intentado, Él estará allí para ayudarnos a levantarnos y "cargarnos" de "combustible" para un nuevo ascenso.
Ese miedo lo identificó el rey David enseguida al comienzo del canto que recitamos en el mes de Elul: "Salmo de David. El Eterno es mi luz y mi salvación.
¿A quién he de temer? El Eterno es la fortaleza de mi vida. ¿De quién he de tener miedo?" (Tehilim 27:1). Cuando el punto central de la vida es el vínculo con el Señor del Mundo, ¿de qué o de quién se teme?
Todo vuelve al mismo punto: La fe en la bondad infinita Divina. En este mundo no hay algo así, es algo que parece por encima de la capacidad de entendimiento humanas: Te entregan bien sin límite, para que te sea bueno también aquí y también en el Mundo Venidero.
¿Cuál es la trampa? No hay trampa. Hay sólo voluntad de hacer el bien. Y nosotros, no tenemos suficiente fe.
Pero en el mes de Elul se abre un nuevo portón de la fe. Las dudas son cambiadas por la sensación del convencimiento pleno que es posible, y ¡esta vez lo lograremos! Y el lule [se refiere al versículo "yo no hubiera creído que vería la bondad del Eterno en la tierra de la vida" (Tehilim 27:13). N. del T.] dudoso se transforma en Elul [las mismas letras al revés. N. del T.] que nos da fuerzas y alegría para vivir y cambiar aquí, en la Tierra de la Vida, "ten confianza en el Eterno, sé fuerte y fortalece tu corazón, y ten confianza en el Eterno" (Tehilim 27:14). 


Rav Shlomó Aviner

Maaser Ksafim
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Maaser Ksafim (el diezmo de las ganancias) es obligación o sólo para los muy piadosos?
Respuesta: Hay diferentes opiniones al respecto. Hay quienes dicen que es obligación según la Torá escrita, hay quienes dicen que es obligación de nuestros sabios, y hay quienes dicen que no es obligación, y es algo voluntario para los piadosos. La opinión principal: Obligación de nuestros sabios.
Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre Maaser Ksafim y limosna?
Respuesta: Hay diferentes opiniones. Hay quienes dicen que Maaser Ksafim  es un agregado a la mitzva de la limosna, y hay quienes dicen que es parte de esa mitzva, pero nuestros sabios determinaron la cantidad - y esa es la opinión principal.
Pregunta: ¿Pero según la Torá escrita, cuál es la obligación de la limosna?
Respuesta: Como toda otra mitzva de caridad, es decir, según la necesidad del que se le da y según la capacidad del que entrega. Y es difícil de evaluar, por ello nuestros sabios determinaron 10%, que por lo general es algo que la persona puede entregar.
Pregunta: ¿Y si alguien no puede dar un 10%?
Respuesta: Entonces no tienen obligación. En el libro “Ahavat Jesed” del Jafetz Jaim explica que esa cantidad es para los medianos. Pero alguien que tiene muchas ganancias debe dar más, según su capacidad, y el que tiene menos debe dar menos, según su capacidad.
Pregunta: ¿A quién se lo debe entregar? ¿A un necesitado, o se puede utilizar para cumplir cualquier mitzva?
Respuesta: Depende. El que entrega Maaser Ksafim aparte de la limosna, puede destinarlo a cualquier mitzva. Pero si es parte de su limosna, debe dárselo justamente a los necesitados.
Pregunta: ¿Quién es considerado necesitado?
Respuesta: El que le falta algo necesario. Alimento es necesario, dulces no son necesarios. Pago de renta es necesario, compra de una vivienda no es necesario. Lavarropa es necesario, secador de ropa no.
Pregunta: ¿El 10% es de las ganancias bruto, o después de descontar los gastos?
Respuesta: Hay quien opina que es de las ganancias después de descontar los gastos de la persona, pero eso será cierto tratándose de una persona con poca plata. La opinión principal es que debe ser un 10% de las ganancias neto, después de descontar los impuestos - porque parte de los impuestos llegan a los necesitados de todas formas.
Pregunta: ¿Cómo se mide la capacidad del que entrega?
Respuesta: Es muy difícil. Pero hay algo claro: Tu vida antecede a la vida de tu prójimo (Baba Metzia 62A). Si tiene una cantimplora y su compañero no, él debe beber el agua de ella y subsistir y no su compañero. Y así también en cuanto a las otras necesidades, que no son críticas para la vida pero son consideradas indispensables y no superfluas. Pero a pesar que tu vida antecede a la vida de tu prójimo, tus lujos no anteceden a la vida de tu prójimo (véase cartas al final del libro Tania. Aruj HaShuljan, Tzdaka. Ahavar Jesed del Jafetz Jaim. Shu”t Orej Mishpat del Rav Kuk). No puede ser que tú comas mermelada y tu compañero no tenga lo qué comer.
Pregunta: ¿Hay personas que no tienen lo qué comer en el país?
Respuesta: Lamentablemente, sí. Los llaman con lindas palabras: Falta de seguridad alimenticia. Según el informe del Inspector Estatal hay un 9% de niños hambrientos que roban comida – lo que se llama crimen de necesidad – y un 12% juntan comida de los tachos de basura.
Pregunta: ¿No vemos en las calles niños delgados como en la India?
Respuesta: Es llamado hambre funcional: Ellos comen pan, fideos, arroz y papas. Por ello, no se sienten hambrientos, pero les falta alimento sano.
Pregunta: Esa obligación, de anteceder las necesidades del prójimo a mis lujos, es muy exigente.
Respuesta: En efecto. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.                                                    


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Kvisha UMelija
Hay muchos tipos de verduras de las que se acostumbra a preparar conservas o avinagrarlas.
Está prohibido en Shabat introducir esas verduras dentro de agua salada o avinagrada, para preparar conservas, porque el preparado de conservas en Shabat está prohibido, como fue aclarado.
Así también está prohibido en Shabat agregar una verdura fresca dentro de un recipiente con verduras en conserva, para que también ella sea conservada[1].
Verduras que fueron conservadas antes de Shabat está permitido devolverlas a su agua salada o avinagrada[2]. Pero se debe tener cuidado, porque a veces las verduras no terminaron el proceso de conservado antes de Shabat, y cuando las devuelve en Shabat agrega a su conservado[3].
Está permitido en Shabat agregar agua al agua salada o avinagrada, para debilitar su fuerza[4].
No se prepara agua salda en Shabat cuando se trata de una gran cantidad – es decir, más de lo que necesita para la comida contigua - porque se asemeja al curtido[5]. Y también cuando prepara el agua salada para aderezar un alimento o mojar el pan o las verduras, está prohibido[6].
Pero está permitido preparar en Shabat un poco de agua salada – es decir, la cantidad que necesita para la comida contigua[7].
En la noche del Seder se acostumbra a remojar el Karpas en vinagre o agua salada[8]. Está permitido en Iom Tov (día festivo) preparar el agua salada como acostumbra en un día corriente. Pero cuando la noche del Seder cae en Shabat, debe preparar el agua salada para remojar el Karpas antes de Shabat. Y si se olvidó de preparar antes de Shabat, y no tiene vinagre para ello, puede preparar en Shabat un poco de agua salada[9], como fue aclarado.


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 321, Mishná Brurá inciso 15).
[2](Véase Shu”t Rab Poalim, primera parte, inciso 15, comienza nimtza, al final).
[3]Y también se debe tener cuidado que a veces parte de las verduras que están en el recipiente no están totalmente sumergidas en el agua, y cuando las saca y las vuelve a introducir en el recipiente sumerge en el agua parte de las verduras que no estaban antes en ella, y de esa forma continua su conservado.
[4](Allí, Mishná Brurá).
[5](Shuljan Aruj, Orej Jaim 321, inciso 2). Y es como explica Rashi (Shabat 108B, comienza veelu hen) que la prohibición es porque parece como si curtiese. Y en el Ramba”m (Hiljot Shabat 22:10) escribió: Porque parece como si hiciese alguna Melaja de cocinado.
[6](Allí, inciso 2, Mishná Brurá allí inciso 9 11).
En el Shuljan Aruj es aclarado que está prohibido preparar gran cantidad de agua salada para conservar verduras, porque eso es semejante al curtido. Y en Mishná Brurá (allí) escribió que también si no es su intención cuando prepara el agua salada conservar verduras, sino que piensa agregarla dentro de la comida, está prohibido preparar una gran cantidad, porque los que lo ven pensarán que lo prepara para utilizarlo en un día laico, para conservar (Shuljan Aruj HaRav allí, inciso 3).
Y en Kaf HaJaim (allí, inciso 8) escribió citando a Olat Shabat que la razón en ese caso es porque nuestros sabios no diferenciaron, y prohibieron de todas formas preparar mucha agua salada. Y citando a Eliah Rabah dijo que cuando se prepara mucha agua salada, parece como si hiciese parte de las Melajot de cocinado [como el Ramba”m citado]. Y véase en Kaf HaJaim (allí, inciso 11) que citó a Petaj HaDvir que cuando prepara un poco de agua salada no es considerado una Melaja, y está permitido.

[7](Allí). Y en Mishná Brurá (allí, inciso 11) determinó como la opinión del Eliah Rabah, que está permitido preparar un poco de agua salada, ya sea cuando lo necesita para la comida, ya sea porque lo necesita para la próxima comida. Y así también Nahar Shalom (allí, Shaar HaTziun inciso 10).
Y en Ben Ish Jai (segundo año, Bo, inciso 19) determinó [como la opinión del Maguen Avraham] que sólo lo que necesita para esta comida está permitido, pero para la próxima comida está prohibido. Y en Kaf HaJaim (allí, inciso 11) citó las opiniones al respecto, y concluyó diciendo que “de todas formas, de momento que hay diferencias de opinión al respecto, es correcto cuidarse en un principio de prepararla enseguida antes de la comida”.
Si mezcla dos tercios sal y un tercio agua, incluso cuando prepara una pequeña cantidad está prohibido (Shuljan Aruj, allí). Y la razón es porque parece como si preparase Murias para conservar en él pescados, porque así se acostumbra a preparar el Murias (allí, Mishná Brurá inciso 12).

[8](Shuljan Aruj, Orej Jaim 473 inciso 6).
[9](Allí, Mishná Brurá inciso 21. Kaf HaJaim inciso 50).
Y a pesar que es para una sola comida – la comida de la Noche del Seder – y es considerada una pequeña cantidad, y debería estar permitido, de todas formas en un principio hay que preparar el agua salada antes del Shabat, porque es difícil preparar justamente la cantidad necesaria (allí, Shuljan Aruj HaRav inciso 19).