Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Kdoshim     29 de Nisan 5779     1217 


Rav Dov Bigún

Nos alegraremos y regocijaremos con Tu salvación…
En la actualidad

La profecía de Tzfania: “En ese entonces os traeré, y en ese entonces os recogeré, y haré que seáis  motivo de alabanza y de renombre entre todos los pueblos de la tierra, cuando os haga regresar de vuestro cautiverio ante vuestros ojos, dice el Eterno” (Tzfania 3:20) se plasma frente a nuestros ojos, con la elevación del Estado de Israel que reúne dentro de él judíos de todas las puntas del mundo, que se elevó de un profundo pozo en el Holocausto y la galut (el exilio) a un alto árbol, en Eretz Israel (la Tierra de Israel) e Ierushalaim. Tenemos la mitzva de alegrarnos con nuestra salvación, que es también la salvación de D’s como bendecimos todos los días: “Nos alegraremos y regocijaremos con Tu salvación, y tráenos en paz de las cuatro puntas de la tierra, y condúcenos erguidos a nuestra tierra” (bendiciones de Kriat Shmá). Tenemos una Casa Nacional fuerte y sólida, incluso si las preguntas existenciales y las amenazas por fuera y por dentro se encuentran en la cima de nuestra escala de prioridades nacionales y políticas. Pero como es sabido, no alcanza con edificar una casa hermosa y lujosa. El tema es ¿qué sucede dentro de esa casa? ¿Cuál es el contenido, cuál es el espíritu dentro de esa casa? ¿Acaso hay paz en la casa? ¿Acaso hay amor entre los habitantes de la casa y con la casa? ¿Acaso la casa irradia calor y espíritu de amor y unión afuera? Hay que colmar de contenido, de valores y sentido nuestra casa particular y por supuesto nuestra casa nacional, el Estado de Israel. Debemos estudiar y aclarar desde las bases y las raíces quiénes somos y qué es nuestra vida, cuál es nuestra identidad y cuál es nuestra meta. Debemos observar a nuestro patriarca Avraham como dice el profeta Ishaya “mirad a la roca de donde fuisteis tallados” (Ishaya 51:1), que es como la simiente y la raíz de la que crece Am Israel (el Pueblo de Israel) para todas sus generaciones.
En la actualidad, debemos continuar y fortalecernos con la fe y confiar en D’s que es nuestro Padre en el Cielo que nos elige con amor, que no nos abandonará porque Él es “el escudo de Avraham” (rezo de Shmoná Ezre).
Con la ayuda de D’s somos merecedores de festejar 71 años de la edificación del Estado de Israel, y es sólo el comienzo de la revelación del Pueblo Antiguo que empieza a renacer frente a todos. Como es sabido, la reunión de los exilios es la preparación para la revelación de la próxima etapa de la gueulá (Redención) de Israel y de la humanidad. Somos merecedores de enarbolar la bandera en la que se encuentra dibujado el Maguen David (escudo de David), y no es por azar. Luego de la cristalización nacional llegará el momento de la gueulá plena, es decir, “la planta de David, Tu siervo, pronto haz crecer, y su cuerno eleva con Tu salvación” (rezo de Shmoná Ezre). La bendición de D’s para con nosotros se cumplirá, con la ayuda de D’s. Los dos escudos – el escudo de Avraham, que insinúa la simiente de la que crece Am Israel, y el escudo de David que insinúa el dulce fruto que saldrá de ese maravilloso árbol que existe ya dos mil años y es llamado “Am Israel”, que es el resplandor del mundo, y de él se alimenta toda la humanidad. No está lejano el día en que toda la nación y sus dirigentes comprenderán y sabrán para qué hemos vuelto a casa, a nuestra tierra, a nuestra capital Ierushalaim, reconocerán y sabrán que hemos vuelto para realizarnos a nosotros mismos, nuestra identidad y nuestra meta Divinas cosmopolitas, traer la luz y el bien a toda la humanidad. A la luz de esa visión hay que dirigir nuestra política interna y externa, frente a nuestros enemigos y nuestros amigos. Debemos saber y reconocer que “el Estado de Israel es la base del trono Divino en el mundo, y todo su deseo es que D’s sea uno y Su nombre uno” (Orot 160). Y por ello nos alegramos una alegría inmensa en el día del nacimiento de nuestro querido país.

Del que anhela la salvación plena
Dov Bigún


Rav Shlomó Aviner

¡La catedral se incendia!
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: La gran catedral cristiana en Paris se incendió. ¿Acaso debemos lamentarlo o alegrarnos, ya que se trata de un templo donde se rinde culto a otros dioses y es una mitzva quemarlo?
Respuesta: No es nuestra tarea en este momento. No hay una mitzva de buscar iglesias cristianas en el exterior y quemarlas. En nuestra tierra, el tema es más complejo. El Rebe (director de una corriente jasídica) de Satmer escribió como una de las razones para no hacer aliá (inmigración a Israel) que aquí es una mitzva quemar las iglesias, y de momento que no lo hacemos, se trasgrede una prohibición con ello. El Gaón (genio del estudio de la Torá), el Rav Menajem M. Kasher en su libro “HaTkufa HaGdola” rebatió sus argumentos basándose en el Midrash que dice que no se debe quemar, porque si quemaremos tendremos que volver a construir, y construir es una trasgresión más severa que dejar construidas (véase al respecto en el libro Alo Naale, inciso 38). También la catedral en Paris seguramente será reconstruida.
Pregunta: Los cristianos no consentirán con la definición que se trata de culto a otros dioses…
Respuesta: En efecto, el cristianismo es culto a otros dioses disfrazado de monoteísmo. Pero rendirle culto al padre junto con el hijo, es culto a otros dioses. También los musulmanes opinan que el cristianismo es culto a otros dioses.
Pregunta: Entiendo que no debemos lamentarlo, pero eso no será bien visto a los ojos de los gentiles…
Respuesta: Puede que sí. Pero esa no es razón para mentir. Moshé es auténtico, y su Torá es auténtica, los Rabanim (Rabinos) deben ser personas de verdad y también todo judío temeroso de D’s debe ser una persona de verdad.
Pregunta: ¿Quizás ese incendio es un castigo del Cielo?
Respuesta: Quizás. Pero no sabemos los secretos de D’s. Para eso se necesita profetas.
Pregunta: ¿Acaso el cristianismo no se merece un castigo por todo lo que nos hicieron?
Respuesta: Por supuesto que se merecen un castigo. Ellos son nuestro principal enemigo a lo largo de toda la historia. Intentaron convertirnos al cristianismo persuadiéndonos y obligándonos, nos hicieron la inquisición, quemaron el Talmud, nos exiliaron, hicieron pogromos. El antisemitismo occidental emana directamente del odio cristiano a los “asesinos del dios”, y también tuvo un papel en el Holocausto. Los franceses entregaron a los judíos a los alemanes enviándolos a los campos de exterminio. Por supuesto, hubo también franceses que salvaron judíos. Pero de todas formas, no sabemos los secretos de D’s, por qué a veces llega el bien y a veces el mal.
Pregunta: ¿Quizás no podemos saber los detalles, pero tratándose de algo tan importante como el incendio de una catedral que fue un centro de visita para tantos turistas – unos 13 millones por año – y un símbolo de Paris y Francia, quizás sí podemos decir que se trata de un castigo evidente?
Respuesta: Nuevamente, no sabemos los secretos de D’s. Podemos hacer conjeturas, pero no más que ello. Por ejemplo, como es sabido dos grandes ciudades del imperio romano – Herculinos y Pompeya – fueron enterradas bajo lava de volcán. Eran ciudades de recreo de la nobleza romana, política y militar, y eso sucedió algunos años después del quemado de nuestro Beit HaMikdash (El Templo). Podemos entonces suponer que se trata de un castigo. Pero hubo muchos incendios en el mundo, mucho más grandes que el incendio actual de la catedral. Toda la Roma antigua fue incendiada, toda Londres hace unos 350 años, todo Chicago hace unos 150 años – ¿sabemos por qué? Respecto a la ciudad alemana Dresde que se incendió por los bombardeos de las Fuerzas Aliadas en la época del Holocausto se puede decir que fue un castigo. Pero hubo muchos incendios en el pasado. Hoy en día es poco usual: En Francia hay unas 50.000 iglesias, y hay en ellas unos 70 incendios por año.
Pregunta: Lamentablemente, también aquí hay incendios…
Respuesta: Si. ¡¿Entonces diremos que es un castigo?! Dos veces en el Carmel, en la base Merom Shilo, en Shaar HaGai y también en el pasado en Beit Tzim en Tel Aviv. También lamentablemente murieron personas en esos incendios. Pero no se puede decir que es un castigo. Hay también un tzadik (justo) que le va mal.
Pregunta: Entonces quizás lo diremos en otra dirección. Hace dos meses un periodista francés publicó un libro que habla de que el Vaticano está colmado de prostitución…
Respuesta: Si, un periodista, investigador y sociólogo francés llamado Frederic Martel. Él entrevistó 140 curas de alto rango, y dijo que quizás el Vaticano es el lugar más depravado del mundo, con orgías de sexo y drogas, amonestaciones sexuales, pedofilia, y que la mayoría de los curas tienen tendencias homosexuales.
Pregunta: ¿Entonces quizás es un castigo por ello?
Respuesta: Nuevamente buscando castigos. Pero es una acotación muy importante. Ese abominable fenómeno es un incendio mucho peor que el incendio de madera y piedra. Lamentablemente, también en nuestra tierra hay una intención clara de quemar la familia: Ya no papá, mamá y niños, sino que dos padres, dos madres, adulterio y otras abominaciones. Es un espantoso incendio del que hay que conmocionarse y lamentarse y luchar con todo el rigor para apagarlo - y no por el incendio de maderas y piedras de algún templo de culto a otros dioses. El incendio de la familia es un incendio del alma. Añadiremos kdushá (santidad) y pureza.
Pregunta: ¿Entonces no podemos decir que es un castigo?
Respuesta: Podemos decir. El primer gran quemado del Talmud fue en Paris en la plaza de esa catedral el 9 de Tamuz del año 5004 – y hay quienes dicen que fue en el 5002 – un viernes, vísperas de Shabat Jukat. Fue la consecuencia del juicio de Paris en el que obligaron a los sabios del judaísmo en Francia en esa generación – Rabí Iejiel de Paris y Rabí Moshé de Kutzi junto con otros – a discutir frente a los sabios cristianos, y la consecuencia fue el quemado del Talmud. Los libros fueron traídos a la plaza en 20 – y hay quienes dicen 24 – carretas y fueron quemados allí. Es decir, 1200 libros del Talmud.
El Mahara”m de Rotenburgo – discípulo de Rabí Iejiel de Paris – escribió al respecto su lamento “Shaali Srufa BaEsh LiShlom Avelaij”. Sobre todo las palabras: Decretaste quemar la Torá de fuego y sus leyes, y por ello bienaventurado sea el que te devuelva de la misma forma. Decimos ese lamento en Tisha BeAv (el ayuno del 9 de Av) por la mañana.
En el comentarista Maguen Avraham respecto a las halajot del ayuno (Shuljan Aruj, Orej Jaim, al final del inciso 590) son citadas palabras que escribió el médico Iejiel Ben Iekutiel Ben Binyamin: El viernes de Parashat Jukat acostumbraron algunos a ayunar porque en ese día fueron quemados 20 carrones llenos de libros en Francia, y no lo determinaron en el correspondiente día del mes porque en sueños fue revelado que el día de la Parashá es el que determina, como dice el tirgum “este es el decreto de la Torá”.
Y así escribió Shivolei Leket: Y porque hablamos de ayunos y del incendiado de la Torá lo escribo, en recuerdo de lo que ocurrió en nuestros días por nuestros grandes pecados, que la Torá de nuestro Señor fue quemada en el año 5004 de la creación del mundo, en el viernes de la Parashá “este será el decreto de la Torá”, cuando unos 24 carrones llenos de libros del Talmud, halajot y Agadot fueron quemados en Francia. Y desde ese día en más algunos lo determinaron como ayuno en todos los años, el viernes de Parashat Jukat.
Hay justicia y hay juez. “Y por ello, bienaventurado es el que te devuelva según lo que hiciste, mi Fortaleza con antorcha de fuego, porque para ello fuiste entregada, porque finalmente encenderás fuego en sus bordes” (lamento Shaali Srufa BaEsh). 


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Jazara
Cuando se desea calentar algo en Shabat hay que diferenciar entre los distintos tipos de alimentos, como será aclarado:
Alimentos que son considerados líquidos [sopa o jugo y similares] de momento que se enfriaron[1] de su primera cocción están incluidos en la prohibición de cocinado luego del cocinado, y está prohibido ponerlos a calentarse en todo lugar donde pueden llegar a la temperatura que la mano se aparta.
Alimentos que son considerados sólidos [pascualina y similares] si fueron cocinados todo lo necesario no están incluidos en la prohibición de cocinado, incluso si están fríos. Pero está permitido calentarlos sólo de determinadas formas en Shabat como será aclarado.
Un alimento que es considerado sólido, a pesar que no está incluido en la prohibición de cocinado, de todas formas nuestros sabios prohibieron dejarlos en Shabat sobre el fuego[2], e incluso sobre un fuego cubierto, porque cuando lo deposita se ve como si cocinase. Esa prohibición es llamada “prohibición de depositado en un principio” [3], y todo alimento que no estaba sobre el fuego a la entrada de Shabat está prohibido depositarlo sobre el fuego en Shabat[4].
La forma permitida de calentado de alimentos en Shabat [cuando no hay problemas de trasgresión de la prohibición de cocinado] es ponerlos sobre una olla con alimento que se encuentra sobre el fuego. Cuando se calienta de esa forma no parece como si cocinase, ya que no se acostumbra a cocinar así[5], e incluso si se trata de un lugar donde puede llegar a la temperatura que la mano se aparta, está permitido[6].


[1]En opinión del Shuljan Aruj es cuando la temperatura del alimento es menor que la temperatura que la mano se aparta – como es aclarado en Shuljan Aruj, Orej Jaim 318 inciso 4. Y en opinión del Ram”a se enfrió tanto hasta tal punto que ese alimento no se lo come por estar frío – como es aclarado en 318 inciso 15, Ram”a.
[2]La prohibición de colocar en un principio en Shabat un alimento sobre el fuego es válida también cuando este todavía está hirviendo, y el calor excesivo lo deteriora – 253, Mishná Brurá inciso 89, Kaf HaJaim inciso 74 citando al Gr”a.
[3](253 inciso 5, Ram”a, Mishná Brurá inciso 87 89. 318 inciso 15, Mishná Brurá inciso 92)
[4]Y así también tratándose de un alimento que a la entrada del Shabat se encontraba sobre el fuego, pero durante el Shabat fue retirado y no se cumplieron todas las condiciones que permiten devolverlo como fue aclarado anteriormente, y ahora su colocación sobre el fuego en Shabat está prohibida.
[5](253 inciso 5, Mishná Brurá inciso 87). Eso está permitido incluso cuando la olla [sobre la que se encuentra el alimento] está sobre un fuego que no está cubierto (allí, Mishná Brurá inciso 85).
[6]Pero alimentos que se puede llegar a cocinarlos [como algo líquido que se enfrió] de todas formas está prohibido calentarlos donde pueden llegar a la temperatura que la mano se aparta, como fue aclarado.
También tratándose de un alimento sólido que está cocinado todo lo necesario, que no se lo puede cocinar más, está prohibido en Shabat colocarlo en una olla que se encuentra sobre el fuego, incluso si coloca el alimento sobre el alimento que se encuentra en la olla y no se mezcla con él (Mate Iehudá 318 inciso 4).
El que baja una olla del fuego en Shabat, y no cumplió con todas las condiciones que permiten devolverlo, también cuando el alimento es líquido, de todas formas si está cocinado todo lo necesario y todavía está caliente [según las diferentes opiniones que fueron aclaradas anteriormente] puede colocarlo sobre otra olla con alimento que se encuentra sobre el fuego, de momento que no puede llegar a trasgredir la prohibición de cocinar.