Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Vaikra     9 de Adar Bet 5779     Shabat Zajor     1211 


Rav Eran Tamir

Necesidad y placer
Rav Eran Tamir

La prohibición de la Torá de ofrecer sacrificios vegetales de lo leudado e incienso de la miel, como está escrito en nuestra Parashá (Vaikra 2:11): “Cualquier oblación que ofrezcan al Eterno no será preparada leudada, pues no hará que arda en humareda cualquier sustancia leudadora o cualquier miel como ofrenda ígnea al Eterno” necesita ser aclarada. Si lo leudado y la miel no son aptos para el culto de los sacrificios, por algún aspecto negativo de ellos, entonces ¿por qué en la fiesta de Shavuot (Pentecostés) cuando la Torá le fue entregada a Am Israel (el Pueblo de Israel) la Torá nos ordena ofrecer justamente de ellos la Ofrenda de Primicias? Como dice el versículo (Vaikra 2:12): “Las ofrecerás como Ofrenda de Primicias al Eterno”. Y como dice Rashi (allí): “¿Qué es lo que sí puedes traer de alimentos leudados y de la miel? La Ofrenda de Primicias, esto es, los dos panes de Shavuot, los cuales son hechos con levadura como dice el versículo ‘deberán ser horneadas con levadura’ (Vaikra 23:17), así como las primicias que puedes ser traídas de miel, como las primicias de higos y dátiles”.
Explica el Rav Kuk (Olat Reaya Alef, pág. 148 – 149) que lo leudado y la miel simbolizan los dos aspectos del Ietzer HaRrá (mal instinto) de la persona. Lo leudado, alimento de los animales, simboliza los aspectos animales corporales y bajos de la personalidad, la necesidad material en la que la persona puede centrarse para subsistir, mientras que la miel simboliza el placer y las vanidades en la vida de la persona, vanidades que la persona puede llegar a esclavizarse a ellas por sus bajos deseos e imaginaciones. Y así dice: “Porque toda levadura, que confiere potencia corporal natural… a través de la alimentación continua con la levadura del pan, si esa raíz de fortalecimiento de la vida material natural fuese introducida en el plano del kodesh (lo santo), a primera vista la fortalecería, pero D’s, que todo le es revelado, sabe que no el fortalecimiento sería alcanzado a través de esa conjugación, sino que el descenso y el hundimiento en lo material. Y como es con la levadura, así también es con la miel por parte del placer… porque la debilidad de la carne es grande, y cuando el sentimiento del placer desciende del alto cielo elevado a través de los sentidos materiales, ese contenido kodesh podrá después rebajarse y ser encarcelado en lo material o la imaginación… y ese es el secreto de la prohibición de la miel en el sacrificio sobre el altar…”.
El principio espiritual positivo de la levadura y la miel, es decir, la capacidad de revelar el kodesh también en la vida material necesaria e incluso en una vida con placer, puede expresarse sólo a través de la kdushá (santidad) de la Torá que orienta y focaliza a la meta elevada. La Torá debe dirigir nuestra vida en forma práctica, como se expresa en la Ofrenda de Primicias, justamente en la fiesta de Shavuotla Fiesta de la Entrega de la Torá, que revela el “principio” – la base en la que se revela el kodesh Divino escondido también en las profundidades de lo material necesario (levadura) y el placer (miel), y como explica el Rav Kuk allí: “El placer [y por supuesto que lo necesario] cuando se revela con la expresión de la elevada kdushá, en forma penetrante y profunda, hasta sentir el placer en todo lo recóndito… es en realidad uno de los más elevados papeles de la kdushá en el culto pleno a D’s”.
Ese principio espiritual, la revelación del kodesh en lo laico, no sólo en la vida del particular sino que sobre todo en la vida de la nación, es la gran innovación de la Torá de Israel, que puede manifestarse en la vida real sólo en Eretz Israel (la Tierra de Israel) que es llamada “tierra que mana leche y miel” (
Shmot 3:17), como explica el Rav Kuk (Ein Aya Brajot Bet, Maaser Sheni 5 26): “La relación entre la ‘tierra que mana leche y miel’ y la promesa de los patriarcas es muy exacta, porque para un pueblo bajo [en su capacidad espiritual, como los demás pueblos del mundo] no se necesita la ampliación de la vida, y es más, la bendición de la naturaleza en abundancia lo dañará, lo hará adormecerse en la holgazanería porque nada necesario lo estorba, o generará una cultura corrupta [como la esclavización a la abundancia natural, en una vida de placeres y vanidades]. Pero un pueblo elevado y una nación santa [como Am Israel], le es adecuado que viva una vida de ampliación de horizontes, no sólo vivirá del pan, sino que de toda la abundancia Divina, una vida de placer que eleva el alma y la nación… y de esa forma fueron anunciados los patriarcas que sus descendientes serán personas elevadas, que la abundancia Divina espiritual se elevará a través de la vida apacible y el placer”.
Pero en forma práctica el “encuentro” con la levadura y la miel generó y genera la esclavización a ellos y confusión en cuanto a lo que es principal y lo secundario, entre el medio y la meta. Y por ello duros daños son generados, como continúa allí: “A pesar que por culpa de las generaciones que eligieron el mal, para nuestra pena se cumplió ‘y comerá y se saciará y se dirigirá a otros dioses’ (Dvarim 31:20)”. Pero eso no anula la esencia de nuestra Torá y la esencia espiritual de nuestro pueblo, que esperan y anhelan, que serán revelados en la práctica en forma correcta y plena, y de esa forma llegará el mundo a la Gueulá (Redención) plena, como termina diciendo allí: “De todas formas ese es un mal pasajero… y el pueblo que fue creado para grandeza permanecerá en su carácter, de estar colmado de vida, y el pueblo que fue creado para la sabiduría y el conocimiento y difundir la luz y la sabiduría en el mundo, no puede vivir una vida de limitación, en la que no hay algo que amplíe… saber a D’s, lo que fue la meta de la promesa de D’s a los patriarcas…”.


Rav Shlomó Aviner

Juzga todo partido para bien
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Acercándonos a las elecciones me es difícil, tengo problemas para decidir por quién votar.
Respuesta: Es un problema conocido, la crisis de elección.
Pregunta: Por el contrario. Yo sé por quién no votar, pero no encuentro por quién votar. En todo partido hay duros problemas.
Respuesta: Quizás debemos decir lo contrario: En cada partido hay cosas muy buenas. De la misma forma que se debe juzgar toda persona para bien, así también debemos juzgar todo partido para bien – así nos enseñó nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk (LeNetivot Israel Bet 226 – 228).
Pregunta: Pero se debe ser una persona fiel a la verdad, y no disimular la realidad.
Respuesta: Es cierto, está prohibido disimular. Juzgar para bien no es disimular, es decir la verdad, toda la verdad. En todo partido hay también cosas buenas y cosas no tan buenas, ya que no hay un tzadik (justo) en la tierra que haga el bien y no peque. Es más, también lo malo que hay en los partidos, probablemente las intenciones son buenas. Por supuesto, eso no lo justifica, pero hay una gran diferencia entre el que quiere hacer el mal y el que quiere hacer el bien pero está confundido.
Pregunta: Es decir, juzgar para mal no es sólo un defecto moral sino que también un defecto intelectual.
Respuesta: Si. Es una falta en cuanto a la verdad de la realidad, y también un defecto moral de egoísmo orgulloso como si nosotros poseemos toda la verdad y toda la justicia y toda la rectitud y todo lo bueno, y los demás todo es mentira y todo es injusticia y todo es malo. Es una mala virtud que debe ser corregida (LeNetivot Israel, allí).
Pregunta: ¿Pero si aceptamos que en todo partido hay un poco de malo, entonces sumando todos los partidos juntos hay mucho mal?
Respuesta: Y también hay mucho bien, mucho más. Es más, los aspectos buenos se suman, y los malos se eliminan.
Pregunta: ¿Cómo es eso?
Respuesta: Si se juzga para bien, es “el secreto del Tshulent (guiso tradicional)”. En Shabat hay una mitzva de deleitarse con la comida, pero ¿cómo se deleitarán con la comida judíos pobres que no tienen dinero para comprar nada? Compraron muy barato comida de segunda clase, que no era comestible, pero cuando todo se cocinó junto durante toda la noche, al mediodía se transformó en un manjar, con gusto de Gan Eden (Paraíso). Así también con todas las partes de la nación, que se cocinan juntas, y obtenemos un pueblo maravilloso, con gusto de Gan Eden, y todo Am Israel (el Pueblo de Israel) tiene parte en el Mundo Venidero, como está dicho “Tu pueblo todos ellos son tzadikim”. 


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Sheia
Hay situaciones en las que nuestros sabios no prohibieron dejar un alimento sobre el fuego antes de la llegada del Shabat, porque no se teme que llegue a avivar las brasas en Shabat para elevar la temperatura del fuego. Depende del fuego o la fuente de calor sobre la que es depositado el alimento, y también de la situación del alimento en sí, como será aclarado.
Cuando en vísperas de Shabat la persona hace algo que disminuye el calor del fuego, de esa forma pone en evidencia que no tiene intención de elevar el calor, y en ese caso nuestros sabios no temieron que llegue a avivar las brasas en Shabat
[1].
Por ello, un hornillo que fue encendido con brasas y antes de Shabat sacaron todas las brasas de él, o las cubrieron con cenizas o similar para disminuir su temperatura
[2], nuestros sabios no temieron que en Shabat llegue a avivar el fuego, y está permitido dejar alimentos en él antes de la llegada del Shabat[3].
También en nuestros días eso es válido, cuando el equivalente de esas acciones es que por ejemplo coloque una chapa de metal sobre las hornallas[4] y sobre esa chapa se coloque las ollas[5]. De esa forma, que antes de Shabat se hace una acción como esa para disminuir el calor del fuego, y las ollas son depositadas por encima de la chapa que cubre las hornallas [lo que no se acostumbra a hacer en un día común], eso no está incluido en la prohibición de Sheia[6], y está permitido dejar sobre esa chapa ollas con alimentos que continúen cocinándose durante el Shabat[7].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 253, Mishná Brurá inciso 14, Kaf HaJaim inciso 10).
[2]No es necesario cubrir con cenizas hasta que no se vea en absoluto el fuego, sino que alcanza con cubrir un poco por encima (allí, Mishná Brurá).
[3](Shabat 36B, Shuljan Aruj, allí inciso 1).
[4](Véase Mishná Brurá allí, Kaf HaJaim allí inciso 11).
Hay Poskim que escribieron que se necesita también cubrir las manijas con las que se ajusta el calor de la llama.

[5]Ya sea que las hornallas funcionan con gas o con electricidad. E incluso cuando las hornallas están construidas de forma que los cuerpos de calentamiento están cubiertos y no se ven, no alcanza con ello, y hay que colocar sobre ellas otro cubierto de metal, porque de esa forma disminuye el calor y no se acostumbra a cocinar así.
Plata eléctrica de Shabat – es un calentador eléctrico con el que no se cocina en general, sino que sólo se cuida del calor de los alimentos, que no se enfríen, y no tiene botones o llaves para ajustar la intensidad del calor. En ese caso, los Poskim determinaron que es similar al hornillo del que sacaron las brasas o las cubrieron con cenizas, incluso sin colocar ninguna chapa sobre ella [o papel aluminio]. Y hay quienes determinaron que se debe ser más estricto y cubrirla con papel de aluminio grueso.

[6](Véase Mishná Brurá 253 inciso 81. Y así también escribió Kaf HaJaim allí, inciso 11 y 17. Y así también en Shu”t Mahara”m Sheik, Orej Jaim 117 y Shu”t Maharsha”g 1:50).
En opinión del Jazon Ish (Orej Jaim 37 inciso 9 y 11) no alcanza con una cobertura de metal para que sea considerado un fuego sin brasas, porque no es una diferencia tan grande de lo que se acostumbra cuando se cocina, y tampoco disminuye el calor en forma significante. Y sólo cuando coloca una olla vacía sobre el fuego y coloca el alimento en una olla sobre la olla vacía, se considera un fuego sin brasas, porque de esa forma es una diferencia notoria en cuanto al cocinado común y también disminuye en forma considerable el calor.

[7]De esa forma se puede dejar sobre el fuego en vísperas de Shabat también un alimento que todavía no está cocinado todo lo necesario, sólo como Ben Drusai [hay quienes opinan que es un tercio de cocción, y hay quienes opinan que es medio cocido].
Y cuando el alimento comenzó a cocinarse, pero todavía no ha llegado al punto de cocción como Ben Drusai, escribió el Shuljan Aruj (253 inciso 1) que quitando las brasas está permitido [y si hay un trozo de carne cruda, incluso sin quitar las brasas]. Pero Biur Halajá (allí, comienza ela) dirigió a Rabí Akiva Iguer que eso no está claro, porque hay Poskim que opinan que incluso si quita las brasas no está permitido, sólo cuando el alimento por lo menos llegó al punto de cocción de Ben Drusai.