Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Pekudei     2 de Adar Bet 5779     1210 


Con el rostro limpio
Rav Ziv Rave

“Es como una persona que se dirigía a encontrarse con el rey, vestido con un traje lujoso y prendas caras, pero su rostro estaba muy sucio, y él no sabía de ello en absoluto. Le parecía que todo el que por azar lo encontraba en su camino le sonreía, pero en realidad se reían de él y sentían temor en el corazón al mismo tiempo, porque sabían que se dirigía a encontrarse con el rey. Y cuando llegó al rey, este se enojó mucho con él, ‘¿no te avergüenzas a venir de esa forma delante de mí?’. Y él no sabía qué hizo mal frente al rey, hasta que este ordenó que le traigan un espejo, y se avergonzó mucho, porque su rostro estaba tan sucio”.
Una regla importante en el culto a D’s es que el intentar esforzarnos con nuestro intelecto y raciocinio humanos no nos acerca a la voluntad de D’s, sino que el cumplimiento de la orden Divina, en forma exacta. Esa es la razón por la cual está escrito 18 veces en la Parashá Pekudei “como ordenó el Eterno a Moshé” en cuanto a la construcción del Mishkan (Tabernáculo), su edificación y el culto que se rinde en él. Y también está escrito “vio Moshé toda la obra, y he aquí que la habían hecho como le había ordenado el Eterno, así la hicieron. Y Moshé los bendijo” (Shmot
39:43). Dicho sea de paso, en el Talmud Ierushalmi (4:3) dicen que en forma paralela fueron determinadas 18 bendiciones en el rezo, y el autor del Tur agrega que en paralelo a “vio Moshé” fue agregada la bendición 19. Sólo de esa forma, cumpliendo todas las mitzvot sin agregados o disminución, cuando el pueblo y la persona están orientados según el orden Divino, se revela la Shjina (manifestación de la presencia Divina), como fue descrito “y cubrió la nube la Tienda de Reunión, y la gloria del Eterno llenó el Mishkan” (Shmot 40:34).
El raciocinio humano, con toda su importancia en el plano científico, no puede innovar formas auténticas de acercamiento a D’s, porque el hombre es finito y limitado. El único encuentro posible con el D’s infinito, bendito sea, es si Él mismo se dirige al hombre y le indica cómo rendirle culto. Y en ese campo, la función del intelecto es profundizar en las indicaciones Divinas, en la Torá y en la profecía, precisar en los detalles, formular preguntas e intentar contestarlas para comprender y asimilar. Pero hacer innovaciones espirituales sin anularse frente a la profecía es como andar a oscuras y no tiene ningún fruto. Por lo general, en las ciencias relacionadas con el mundo material la persona puede verificar sus teorías a través de los ensayos y salvarse de las equivocaciones, pero en las ciencias espirituales que no son empíricas, y así también en el mundo espiritual en general, no es posible acercarse al mundo metafísico elevado, comprender los órdenes de la realidad y el alma, los caminos de la Providencia de D’s y cómo acercarse a Él, sino que en forma nublosa y dudosa. La innovación personal aquí, nos lleva necesariamente a la equivocación, como el rostro sucio de la persona del cuento, que se dirige al rey y no tiene un espejo.
A lo largo de las generaciones surgieron cultos a otros dioses, y parte de ellos crecieron hasta formar religiones enormes que pretenden acercarse a D’s según razonamientos de carne y hueso. Hay quienes tomaron bases ciertas del judaísmo, y les agregaron muchas imaginaciones, formas de culto y mandamientos, fruto de la inventiva y copiado humanos. Extrañamente, también dentro de Am Israel (el Pueblo de Israel) surgieron sectas en papel de mal instinto nacional que generaron mucho daño, como los Tzadokim (saduceos, discípulos de Tzadok), Baitosim (discípulos de Baitos), cristianos, y en épocas más recientes Karaim. A veces los más religiosos de ellos se mostraban como más estrictos que nuestros sabios, pero el común denominador es que en todas esas sectas hay cierto tipo de herejía de la Torá con el agregado de inventos alternativos. También en nuestros días los movimientos reformistas y conservadores borronean el mundo espiritual, proponen cambios que sólo una persona que se encuentra realmente alejado puede llegar a ser tentado por su red. Ellos irradian valores generales humanos que están de moda, como humanismo, feminismo, liberalidad cultural de valores y de fe, borroneo y mezcla entre hombres y mujeres, entre Am Israel y los demás pueblos. Parte de ellos arguyen la importancia de la “flexibilidad de la halajá” y “abrir los ojos” frente a las necesidades e innovaciones de la época, cuando en la práctica eso es el arrancado de cuajo de la halajá y la Torá. Por supuesto, esos son errores graves, de momento que nosotros no somos más sabios, misericordiosos, morales ni evaluamos mejor que D’s la realidad. La reforma no expresa la fortaleza frente al mal instinto, sino que ella misma es el mal instinto. El mundo espiritual es más fácil de corromper y borronear con nuestras ideas humanas. El escuchado de la palabra de D’s exige humildad y voluntad.
“No se debe acercar al D’s sino que a través de las mitzvot del D’s mismo, porque solo Él, bendito sea, sabe la medida, el momento y el lugar y todo lo que está relacionado con ellas, que sólo cuando todas las condiciones sean cumplidas, la persona será bien recibida por el D’s y se vinculará con Él” (Kuzari 3:23). De la misma forma que en el cuerpo de la persona incluso un cambio genético sutil, de un solo cromosoma, es crítico para la vinculación del alma con el cuerpo y la vida, así también la renuncia o un pequeño cambio de alguna mitzva desbaratan el tejido espiritual genérico. El escrupuloso cuidado de cada detalle nos salva de la corrupción espiritual, cuando la Shjina (manifestación de la Presencia Divina) sólo se revela en un lugar pleno, y no en un lugar falto o defectuoso (Zohar 1:216), y no hay ninguna posibilidad de “hacerse el vivo”, porque “no hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo contra el Eterno” (Mishlei 21
:30).
Nos esforzaremos por acercarnos al rey con el rostro limpio, con corazón puro y la plenitud de todas las mitzvot.


Rav Shlomó Aviner

¿Los Rabanim determinarán?
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Acercándonos a las elecciones, son publicadas determinaciones de grandes talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá) por quién votar. ¿Es obligación acatarlos?
Respuesta: No es obligación, pero debemos tomarlo mucho en cuenta. Betzalel Ben Uri Ben Jur fue nombrado en su cargo [en la construcción del Mishkan. N. del T.] en base a tres: D’s, nuestro Rav Moshé y el pueblo. Ya que D’s le preguntó a nuestro Rav Moshé si consiente. Le contestó: D’s, si Tú has decretado, por supuesto que es bueno. De todas formas, diré mi opinión: Yo consiento. Luego nuestro Rav Moshé le preguntó al pueblo. El pueblo contestó: Si D’s está de acuerdo, y nuestro Rav Moshé está de acuerdo, por supuesto que consentimos. De todas formas, ¿cuál es su opinión? Consentimos. “No se nombra un líder del público sin antes preguntarle al público” (Brajot 55A). El Rav Kuk explica que hay tres condiciones: Que sea Kadosh (santo), y eso D’s lo sabe. Que sea sabio, y eso nuestro Rav Moshé lo sabe. Y que sea afín con el pueblo, y eso el pueblo lo sabe (Ein Aya, Brajot). Y justamente según ese orden.
Pregunta: ¿Qué es lo que determinan los sabios de la generación?
Respuesta: Que es Kadosh. Y también que es sabio, porque ellos tienen muchos conocimientos de la realidad, más que yo en mi humildad, y también capacidad de decisión más que yo, en mi humildad. Y también si es afín con el pueblo, como con su sabiduría.
Pregunta: ¿Y qué será si el pueblo a pesar de ello no quiere?
Respuesta: Entonces es aclarado que la decisión de los sabios no era exacta. Cuando el pueblo pidió un rey en vez del profeta Shmuel, fue un error. Y a pesar de ello, D’s le ordenó a Shmuel hacer según la voluntad del pueblo.
Pregunta: ¿Fue determinado en la halajá que se hace según la voluntad del pueblo?
Respuesta: Si. El Ro”sh determina que en todos los asuntos de la comunidad se hace según la opinión de la mayoría, según la regla de decidir por mayoría (Shu”t HaRo”sh, Klal 6 inciso 5). Y así también escribió el Rashb”a que todo público tiene permiso para determinar decretos de la misma forma que el Beit Din HaGadol (Suprema Corte de Justicia) puede hacerlo en cuanto a todo Am Israel (el Pueblo de Israel) (Shu”t Rashb”a 7:490, meiujasot inciso 280). Ambos fueron determinados en el Shuljan Aruj y Ram”a, que tratándose de cuestiones del público cuando hay discusiones hay que sentar a todos los que pagan impuestos, cada uno dirá su opinión por la buena causa, y se determinará según la mayoría (Shuljan Aruj, Joshen Mishpat 163:1, acotación).
Pregunta: ¿Y a pesar de ello, debemos acatar a los sabios?
Respuesta: Si. Así opina Sefer HaJinuj, que en toda generación hay que hacer como determina el sabio de esa época, el juez de esa época. “Iftaj en su generación como Shmuel en su generación” (Rosh HaShana 25B), como dice el versículo: “Deberás hacer según lo que te indiquen” (Dvarim 17:10), “porque esa es el fuerte pilar que la Torá se apoya en él, y es sabido por todo el que tiene conocimientos” (Mitzva 495).
Pregunta: ¿Eso se refiere en cuanto a la halajá, o también en cuestiones de política?
Respuesta: También política es halajá. En cuanto al Beit HaDin HaGadol, él recalca que hay que acatarlo “en todo lo que ellos opinan que es necesario para fortalecer y corregir en nuestra religión” (allí). La corrección del pueblo, de la tierra, de la Torá – todo eso es halajá.
Pregunta: ¿En resumen, por qué hay que tomar en cuenta lo que dicen los sabios?
Respuesta:
1. Tienen conocimientos más actuales y amplios que los nuestros.
2. Tienen sabiduría más profunda que la nuestra.
3. Tienen autoridad, como citamos del Sefer HaJinuj. Es cierto que no todos coinciden con él, pero seguramente aceptan la idea que él dijo que es un pilar que la Torá se apoya en él, porque de lo contrario “cada uno hace lo que es recto a sus ojos” (Shoftim, al final), habrá una andarla musía.
4. Para que los votos no se desperdicien. Se necesita una fuerza que una y centralice.

Pregunta: El problema es que gracias a D’s hay muchos Rabanim, y cada uno dice otra cosa…
Respuesta: Es cierto. Un gran problema. Cada uno escuchará a su Rav.
Pregunta: ¿Y el que no tiene Rav?
Respuesta: Escuchará a la mayoría de los Rabanim.
Pregunta: ¿Es obligación?
Respuesta: Por supuesto que debe ser humilde y escuchar lo que dicen los sabios, pero a fin de cuentas él debe decidir según lo que él piensa, como citamos del Ram”a, “dirá su opinión por la buena causa”.
Pregunta: ¿Qué quiere decir por la buena causa?
Respuesta: No para su provecho personal, sino que por el bien de la nación, la tierra, el país, la expresión del Nombre de D’s en Su mundo. Si elige según su interés personal, es cierto tipo de soborno. Es cierto que la prohibición de soborno de la Torá habla de los jueces, pero el Jatam Sofer aclara que eso también se refiere a los votantes, y si recibieron soborno de los postulados, su decisión es anulada.
Pregunta: Es complicado.
Respuesta: La vida en este mundo es complicada, y la Torá es la vela que nos alumbra el camino. 


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Sheia
Una olla que contiene un alimento que no está cocinado, según la Torá escrita está permitido dejarla sobre el fuego antes de Shabat para que continúe cocinándose, y a pesar que el alimento se cocina en Shabat no es una trasgresión de la prohibición de cocinar.
La razón es que el cocinado en Shabat se hace de por sí mismo, sin la intervención de la persona, mientras que la acción de la persona – colocado de la olla sobre el fuego – terminó antes de que empiece el Shabat[1].
En la Gmará aclaran que nuestros sabios decretaron que está prohibido colocar antes de Shabat un alimento que no está cocinado sobre una estufa de maderas – el combustible acostumbrado en esa época[2].
La razón es que nuestros sabios temieron que luego de la llegada del Shabat la persona verá que el alimento no se cocina como es debido, y avivará las brasas para aumentar el calor para que el alimento esté listo para ser comido en la cena del Shabat. Y cuando aviva las brasas trasgrede la prohibición de la Torá de encender fuego[3].
También en nuestros días eso es relevante, y está prohibido colocar antes del Shabat un alimento que no está cocinado[4] sobre una hornalla de gas o eléctrica y similar, y también está prohibido introducirlo en un horno, ya que también en ellos es posible ajustar la intensidad del calor, y puede que si la persona vea que el alimento no se cocina bien, llegue a elevar el nivel del calor. E incluso cuando no hay posibilidad de ajustar el calor también está prohibido, porque nuestros sabios no diferenciaron en sus decretos[5].
En ciertas condiciones nuestros sabios lo permitieron, y no temieron que avive las brasas, como será aclarado más adelante.


[1](Shabat 17B en la Mishná, Shabat 18).
[2](Allí 18B, 36B).
Y también es así tratándose de un alimento que se encuentra sobre el fuego, si se teme que puede llegar a avivar las brasas en Shabat, hay que retirarlo antes del Shabat del fuego (Shuljan Aruj, Orej Jaim 253, Mishná Brurá inciso 5).

[3](Allí, en la Gmará).
[4]Más adelante será aclarado en cuanto a un alimento que está cocinado como Ben Drusai, o cocinado todo lo necesario y la cocción excesiva lo mejora (y véase en Shuljan Aruj allí, inciso 1, Mishná Brurá inciso 9 en cuanto a una olla con un alimento que no está cocinado pero demorará mucho en cocinarse).
[5](Shu”t Iguerot Moshé, Orej Jaim, 4 inciso 74:25).