Parashat Vaieji 14 de
Tevet 5779 1199
Vida
eterna
Rav Eial
Vered (reimpresión)
Los últimos 17 años de vida de
Iaacov fueron buenos años: Sus hijos alrededor suyo, Iosef
proporciona a todos
el sustento según sus necesidades, Menashé y Efraim se
encuentran con él
siempre para servirlo y estudiar lo que él les enseña.
Es extraño entonces que al principio
de esos años, cuando Iaacov ya comprende que los 22 años
malos han concluido y
ahora le espera una vida diferente, elige Iaacov resumir su vida con
pesimismo,
cuando Paró (el Faraón) le pregunta
“¿cuántos son los días de los años de
tu vida?”
(Bereshit 47:8). La respuesta de Iaacov es corta y tajante: “Y le dijo
Iaacov a
Paró, los días de los años de mis
peregrinaciones han sido ciento
treinta años, pocos y malos han sido los días de los
años de mi vida, y no han
alcanzado los días de los años de vida de mis padres”
(Bereshit 47:9).
Esa es una muy extraña respuesta. En
primer lugar, ¿de dónde sabe Iaacov que su vida es corta?
¡Tiene todo el futuro
delante! Y también decir que su vida fue mala no está
claro: Es cierto que
Iaacov sufrió mucho durante los últimos 22 años,
pero hubo también otros años
en su vida, cuando estaba cercano a Itzjak y cuando estudió Torá
en el Beit
Midrash (centro de estudio de
El Midrash cuenta que en
efecto, Iaacov fue castigado por lo que dijo. “Cuando Iaacov dijo que
los días
de su vida fueron pocos, dijo D’s: Yo te salvé de Lavan y de
Esav y te devolví
a Iosef, ¿y tú así dices? Por tu vida,
faltarán años de tu vida, no vivirás
como tu padre Itzjak… su padre vivió 180 años, y
él vivió
Pero todavía no nos quedamos
tranquilos: ¿Por qué habló así Iaacov?
Hay quienes intentaron interpretar
en forma diferente la palabra “malos”: No era su intención decir
que no fueron
buenos, sino que no fueron unificados, no fueron continuos. Iaacov le
dice a Paró
que los días de su vida estuvieron llenos de cambios, subidas y
giros bruscos
que por lo visto influyeron en él, y lo hicieron verse viejo. En
nuestros días,
diríamos que vivió en “alta tensión”, con gran
intensidad producto del cuidado
de una gran familia, en la casa de Lavan, cuando debe hacerle frente a
Lavan y
luego a Esav, y también la tensión interna en la casa de
Iaacov entre Rajel y
Lea. La vida de Iaacov fue buena, plena - pero muy cargada. Así
explica el
autor del libro “HaKtav VeHaKavala”: “Y puede que la palabra
‘malos’
aquí no es lo contrario de bueno, sino que el separado y el
disgregado en
contraste con la unidad y la vinculación, como ‘sus ramas
están malas’ (Irmya
11:16), que quiere decir que se separaran y se dividieran a
través del
rompimiento. Y también ‘el viento se alimentará de todos
tus pastores’ (Irmya
22:22), que fue traducido se dispersarán en todas direcciones.
‘Los
quebrantarás con barra de hierro, como vasos de alfarero los
destrozarás’
(Tehilim 2:9), es decir que se separarán los unos de los otros y
no tendrán la
unión para luchar contra ti. ‘La tierra está quebrantada,
despedazada’ (Ishaya
24:19) separación y división entre las personas, cada uno
se separa del otro
como migajas, y por ello ‘hace la paz y crea el mal’ (Ishaya 45:7),
cuando la
palabra mal en este caso quiere decir separación de los trozos y
diseminación,
cuando nadie coincide con el otro, y es lo contrario de unión y
coincidencia de
opinión entre las partes…”.
Entonces, malo en el sentido de
falta de continuidad. Iaacov se ve obligado todo el tiempo a pasar de
un
desafío al otro, no tiene descanso entre un papel y otro, y ese
movimiento deja
su huella en su apariencia, junto con la dificultad de los años
en los que
Iosef le falta.
Pero mi corazón me dice que en la
respuesta de Iaacov esconde algo más: Tal parece que el problema
no es lo que
dice Iaacov, sino que la pregunta de Paró.
Preguntarle a una persona anciana
“¿cuánto?” hablando de la vida, es una pregunta
materialista baja. “Cuanto” se
puede preguntar hablando de un bebé que acaba de nacer: Cuanto
comió, cuanto
aumentó su peso, cuánto creció. Pero la vida de
una persona mayor, y por
supuesto una persona como nuestro patriarca Iaacov, no se mide en
conceptos de
“cuanto”, sino que “cómo” y “qué”.
Iaacov comprende quién está frente a
él. Una persona que valora sólo la cantidad y lo
material. Frente a una
pregunta de ese tipo, Iaacov contesta: El que confía en lo
material, el que le
interesa la cantidad, prontamente encontrará que toda cantidad
es demasiado
poca, y finalmente lo material decepcionará, y el sello
será el sello del mal.
El Paró curioso quiere saber
cuánto, así podrá medirse a sí mismo frente
a Iaacov. Quién es más, quién es
mayor, quién tiene más que el otro. Pero Iaacov no mide
su vida en conceptos de
ese tipo. El “cuanto” es mucho menos importante para Iaacov que el
“cómo” y el
“por qué”. Lo externo sirve a lo interno, y no al revés.
Cuando Iaacov hablará con su hijo
Iosef, el resumen de su vida se verá totalmente distinto.
Allí se expresará la
dimensión de calidad de la vida de Iaacov, la dimensión
de
“Y bendijo a Iosef y le dijo, el D's
delante del que marcharon mis padres, Avraham e Itzjak, el D's que me
guía
desde que existo hasta este día, que el ángel que me
redime de todo mal bendiga
a los jóvenes y que mi nombre sea llamado en ellos, así
como el nombre de mis
padres Avraham e Itzjak, y que se reproduzcan abundantemente en la
tierra”
(Bereshit 48:15-16).
Entonces es aclarado que el resumen
de la vida de Iaacov es que no hubo ni un segundo en el que él
no sintió
¿Una
mujer Rav?
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: Hay mujeres ortodoxas que estudiaron mucho la halajá
como corresponde, pero
Respuesta: En todas las generaciones hubo mujeres muy
sabias
que no tenían autorización como Rav, y no se sintieron
ofendidas. Es sabido que
en cuestiones de kdushá (santidad) no se debe hacer
cambios.
La exigencia
misma de recibir autorización como Rav no es algo
auténtico. Para determinar la
halajá no se necesita autorización, se necesita
sabiduría. Y por el
contrario, la autorización no es garantía que la persona
sabe cómo determinar
la halajá.
En la
ceremonia de la entrega de autorización como Rav en
Ieshiva-University,
acostumbraba el Gaón, el Rav Dov Solovietchick a
advertirle a sus
discípulos: Recuerden, no porque tienen autorización
ustedes son adecuados para
determinar la halajá.
Por otro
lado, hay grandes talmidei jajamim (eruditos del estudio de
Yo, en mi
humildad, cuando llegué al kibutz Lavi como Rav, nunca
nadie me preguntó
si tengo autorización como Rav. Confiaron en mí que no
soy un mentiroso,
reformista, estafador o liviano, sino que digo la verdad. Sólo
después de
varios años, por una cuestión formal, recibí
autorización de
Pero la
verdad debe ser dicha, un 99% de las preguntas que le dirigen al Rav no
son
determinación de la halajá sino que
enseñanza de la halajá. ¿Cuál
es la diferencia? Enseñanza de la halajá es lo
que ya fue determinado en
el pasado y está escrito en los libros. Determinación de
la halajá es
cuando surge una pregunta nueva, cuya respuesta no está escrita
en ningún
libro. Por ello, en mi humildad, cuando me preguntaron preguntas de ese
tipo –
y justamente en un kibutz religioso hay muchas preguntas de
ese tipo –
me dirigí a un sabio que puede determinar la halajá,
el Gaón, el
Rav Avraham Dov Oirbaj de Tveria, o el Gaón, el Rav
Itzjak Arieli de
Ierushalaim.
También
una maestra de primero de escuela enseña halajá,
y no por ello es
definida como quien determina la halajá que necesita
autorización de
Rav.
Toda mujer
temerosa de D’s, hoy en día como en el pasado, bien sabe las halajot
relacionadas a las mujeres, y puede enseñarlas, sin ninguna
autorización de
Por ello,
por el contrario, yo en mi humildad siento que es una ofensa que una
mujer sin
autorización de Rav es considerada falta de posición en
la sociedad. Es una
ofensa para con mi esposa, que crio hijos con gran sacrificio, con amor
y
sabiduría, y brinda de su tiempo a toda mujer que le pide su
dirección de todo
tipo, a pesar que no tiene autorización de Rav.
Siento una
ofensa para con mi abuela, que era una mujer muy sabia, sin
autorización de
Rav, y también mi madre.
Siento una
ofensa para con
¿Qué
podremos decir? Lamentablemente vivimos en un mundo en el que se le da
importancia a cómo las cosas se ven. No es algo auténtico.
La regla
es que lo principal es saber. Y en todas las generaciones, las mujeres
sabían.
Como es sabido, en Am Israel (el Pueblo de Israel) hubo
600.000
profetizas (Meguila 14A), y para ser profeta se necesita una
sabiduría enorme
(Ramba”m, Hiljot Iosdei HaTorá 7:1), cuando toda nuestra
sabiduría es como una
nada en comparación - pero no tenían autorización
como Rav.
En
resumen, lo principal es saber, y lo que una mujer sabe puede
también enseñar a
otras, pero sin tambores y trompetas, sino que con humildad.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Bishul
Hemos aclarado anteriormente que Kli Rishón es
capaz de cocinar,
pero Kli Sheni no.
Escribieron los poskim que esa regla no es válida
tratándose de cualquier
alimento, porque hay algunos que son definidos como “fáciles de
cocinar” que
por su blandura se cocinan fácilmente, también en Kli
Sheni cuando la
temperatura es tan alta que la mano se aparta[1].
Por ello, en opinión de los poskim que dicen que en un
principio
está prohibido cocinar algo que fue horneado, hay que cuidarse
de no poner
trozos de pan dentro de la sopa en Kli Sheni cuando ella
está tan
caliente que la mano se aparta, porque son blandos y pueden llegar a
cocinarse
incluso en Kli Sheni[2].
El Mishná Brurá escribió que
de momento que no somos suficientemente versados en cuanto a qué
alimentos son
considerados “fáciles de cocinar” que se cocinan también
en Kli Sheni, se
debe ser cuidadoso con todo alimento, salvo los que fueron mencionados
en
Los que introducen en la sopa en Kli
Sheni pan u otros alimentos que puede que sean “fáciles de
cocinar”, se
cuidarán que no lo hagan cuando la sopa todavía
está tan caliente que la mano
se aparta. O por lo menos servirán la sopa de la olla con un
cucharón o
similar, de forma que la sopa en el plato puede ser considerada Kli
Shlishi[6].
[1]El Tur citó la opinión del HaIrim
(inciso 274)
que escribió que “el cocinar no depende de Kli Rishon o Kli
Sheni sino que a
veces hay alimentos blandos que se cocinan incluso en Kli Sheni”.
Y la fuente de esa idea
es lo que encontramos en
[2](Shuljan Aruj, Orej Jaim 318 inciso 5).
Y escribió Mishná Brurá
(allí, inciso 47) que tratándose de Kli Shlishi Pri
Megadim tiende a permitirlo
[y véase en Jazon Ish allí, inciso 19 comienza veleinian
Kli Shlishi).
[3](Allí inciso 42 y 45).
Y en Jazon Ish (52
inciso 18) escribió que de momento que en
Y en Kaf HaJaim (allí,
inciso 82) escribió que no se debe poner un huevo en Kli Sheni
porque es blando
y se cocina también allí [y véase allí
respecto a la leche].
[4](Shabat 42A y 40B. Shuljan Aruj allí,
inciso
12, 13. Shaar HaTziun inciso 68. Biur Halajá inciso 10 comienza
asur [y en
cuanto al aceite, no fue aclarado a qué aceite se refiere].
[5](Shabat 42B, Mishná Brurá
allí, inciso 65 y
74).
Y véase en Ktzot
HaShuljan (124 inciso 14) que no fue aclarado en forma explícita
qué es
considerado condimento a esos efectos [así también los
poskim trataron de
aclarar si los condimentos molidos de nuestros días son
considerados por
[6](Allí, Mishná Brurá inciso
45).