Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Vaietze     9 de Kislev 5779     1194


Rav Lior Engelmann

El recato y el silencio
Rav Lior Engelmann
(reimpresión) 

Ha llegado el momento de revindicar la virtud del recato. Desde el encumbrado y elevado pedestal de las nobles virtudes de Am Israel (el Pueblo de Israel) la virtud del recato descendió hasta el suelo, y se ensució con el polvo de las definiciones técnicas sencillas. ¡Como si todo el recato dependiese de las prendas de vestir, como si no hubiese recato en el mundo si no fuese por las medias, las largas mangas y las polleras! No es mi intención – ¡D's no lo permita! – agraviar las normas de vestir recatadas que nos enseñaron nuestros sabios. Y a pesar de ello tal me parece que identificar el recato con el armario de las prendas de vestir y nada más, nos hace perdernos un rico mundo, o incluso odiarlo. Cuanto más nos encontremos con el recato auténtico, con todos sus horizontes y profundidad, también nos será más fácil aceptar con facilidad su expresión en la halajá, la que sin un profundo análisis nos puede parecer como si nos estuviese quitando la libertad en la vida, los derechos humanos, y sobre todo de la mujer – que no debe avergonzarse de sí misma.
En esta oportunidad pretenderemos también redimir la virtud del silencio de su silencio... en un mundo colmado de cháchara, rico en frecuencias de transmisión y muy variados medios de comunicación, tal parece que el derecho a callar es un concepto que sólo está relacionado con oscuros cuartos de interrogatorio. Todos hablan sin descanso, es tan barato charlar – ¡y tampoco tienes que hacerte responsable de lo que hablas! Los medios de prensa pretenden revelar más y más. Y el silencio... es conceptuado como una debilidad, como una carencia de opinión – ya que el que tiene lo qué decir, seguramente que no preferirá callar.
"Por mérito del recato, Rajel se hizo merecedora que de ella salga Shaul. Y por mérito del recato, Shaul se hizo merecedor que de él salga Ester" (Meguila 13B). El Midrash identifica a Rajel como un primer eslabón en una cadena de personas recatadas, que surgirán tras ella. Podríamos esperar que el Midrash hable del recato de Rajel cuando su hijo Iosef la escondió de los ojos de Esav el malvado. Pero la Gmará habla del recato de Rajel justamente por el hecho que le dijo a Lea cuáles eran las señales que ella había convenido con Iaacov, en vísperas de su casamiento. El haberle contado las señales fue un acto muy noble, una entrega total que cuesta describir – pero, ¡¿por qué es definido como "recato"?!
También Shaul era recatado. Podríamos esperar que el Midrash cite como demostración el hecho que él "está escondido entre el bagaje" (Shmuel Alef 10:23). O quizás nos cuente que él acostumbraba a no descubrir ni un palmo de su cuerpo... pero el Midrash elige citar como prueba de su recato otro acontecimiento: "Pero en lo concerniente a lo que había hablado Shmuel sobre el reinado, nada le dijo" (Shmuel Alef 10:16). También en cuanto a Ester, el Midrash ignora lo que dice el versículo que "cuando le tocó el turno a Ester... ella no pidió nada..." (Ester 2:15). Y encuentra la señal de su recato en el versículo que dice "Ester no revelaba su patria y su pueblo..." (Ester 3:20).
Si analizamos nuevamente el Midrash, encontraremos que el común denominador de todos los episodios que describe como recatados, es la capacidad de guardar un secreto - la fuerza del silencio. Guardar un secreto es una misión difícil para muchos de nosotros: Nos cuesta guardar dentro de nosotros una noticia atronadora, y a veces intentamos adquirir a través de su revelación el título del que "lo sabía primero". Para guardar un secreto necesitamos un mundo interior rico, que es capaz de asimilar en él también ese conocimiento sin necesidad de revelarlo o impresionar a los demás. Según el Midrash, la persona de pocas palabras es la recatada – una persona cuyo mundo interior es lo suficientemente rico para ser capaz de esconder algo.
En efecto, Rajel demostró poseer una capacidad incalculable de generosidad para con su hermana cuando le contó las señales, pero no menos que eso durante todos los festejos del casamiento ella se comporta como la hermana de la novia: Seguramente escucha de los invitados expresiones como “que pronto tú también te cases”, y quién como ella sabe cuán cercana estuvo de ello… ella mira a Iaacov, al que esperó durante 7 años, que se casa con Lea… ¡y calla! Ella sabe que con una sola palabra puede poner en evidencia todo el engaño, y devolver a Iaacov a ella, pero encuentra en su mundo interior un espacio inmensurable, en el que puede incluir el secreto y callar.
Shaul se encuentra frente a una revolución en su vida: ¡El que fue a buscar los asnos está por ser el rey! Él encierra dentro de él la importante noticia – y no se la hace saber a su primo. Como él, también la reina Ester se encuentra frente presiones insoportables de los seguidores de Ajashverosh – ¡pero ella continua con su conducta, no revela su pueblo ni su patria, lo esconde! El Midrash (Ester Rabah) agrega un nuevo eslabón en la cadena de los silenciosos – recatados: Binyamin, cuya piedra preciosa en el Peto, que expresa su tribu, es llamada Iashpe, e insinúa que “iesh pe, veshotek” (tiene boca pero calla, en hebreo). Binyamin sabe que sus hermanos vendieron a Iosef, pero no le contó a nadie de ello.
El recato, como también el silencio, es una virtud interna. Cuanto más rico es el mundo interno de la persona, cuanto más amplio es – así también la necesidad de recibir constantemente elogios es menor. Él esconde, calla, y a pesar de ello vive con todas las fuerzas, está colmado de un contenido interno. Y al contrario, cuanto más vacío y carencia siente la persona dentro de ella intentará llenar ese vacío con algún tipo de expresión hacia fuera, charlando sin parar y buscando la apreciación y el interés del entorno. Cuanto más baja es la autoestima, así también las expresiones de cinismo y exteriorización serán más extremas. Puede que elija esconderse totalmente de la vista de los demás – porque se avergüenza de lo poco que posee. O por el contrario, puede que elija presentarse en forma tal que “grite” todo el tiempo: “¡Yo estoy aquí!”.
Las halajot del recato no pretenden esconder a la persona con las ropas - según la concepción que piensa que el hombre y la mujer deben avergonzarse de su cuerpo - sino que parten del deseo de abrirle una puerta al mundo interior a la persona, que no se mida todo el tiempo según como lo miran por fuera. Un portón al mundo del silencio, que es tan valioso - más que todas las palabras que puedan decirse. Una puerta a un mundo recatado e interno, al cual ninguna exposición puede comparársele. 


Rav Shlomó Aviner

Fecha cristiana

Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Está permitido utilizar la fecha cristiana (lo que es llamado calendario gregoriano) para los libros de la empresa?
Respuesta:
1. En un principio, lo mejor es utilizar únicamente la fecha hebrea, y no utilizar la fecha relacionada con esa persona.
2. Si tiene obligación de utilizar la fecha cristiana para los libros de la empresa por todas las organizaciones relacionadas, se lo debe permitir bajo ciertas condiciones:
A. Agregar también la fecha hebrea.
B. Si se puede, anotar sólo día y mes, sin denotar el año.
C. Si se puede, anotar el nombre del mes y no su número. Por ejemplo, 20 de Mayo y no 20/5.
3. Por supuesto, cuando hay necesidad y está permitido, no hay diferencia si el que lo hace es algún contador o alguna otra persona que se lo exige, y no es nuestro “gentil de Shabat”.
Que seamos merecedores de quebrar el yugo de los gentiles de nuestro cuello.

Pregunta: El Rav escribió que si se tiene que escribir la fecha cristiana, es preferible no escribir el año. ¿Cuál es su fuente? El Gaón (genio del estudio de la Torá), el Rav Ovadia Iosef zt”l determina que en un principio no está prohibido, y los que así hacen tienen en quien apoyarse, pero si puede es preferible no escribirlo (Shu”t Iabia Omer Guimel, Iore Dea 9).
Respuesta:
1. Está prohibido utilizar la cuenta de los años de los cristianos, y también está prohibido utilizar los meses de los cristianos, como escribe el Mahara”m Shej (Iore Dea 171). Por ello, si hay alguna necesidad para el comercio o por las leyes por lo que debe apoyarse en los que lo permiten, hay que elegir el mal más pequeño, y no hacer lo que no es necesario.
2. Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk se opuso terminantemente a ello (como es citado en Sheilat Shlomó 1:260), y se lamentaba mucho por la publicación de la respuesta del Rav Ovadia Iosef zt”l al respecto (véase LeNetivot Israel Bet, pág. 239).

Pregunta: En general, ¿acaso hay alguna razón para permitir utilizar las fechas cristianas que están relacionadas con su creencia?
Respuesta: Hay quienes intentaron encontrar alguna razón para ello, porque los que escriben las fechas no pretenden asemejarse a ellos o seguir sus leyes, y por ello no es válida la prohibición de “no marcharás por sus leyes” (Vaikra 18:3). Y también ese número no es la fecha de nacimiento de esa persona, delincuente de Israel que los gentiles lo convirtieron en idolatría, ya que según nuestros sabios nació antes del año 0, y esa es también la opinión de los historiadores. Y también encontramos que varios grandes sabios de Israel utilizaron esas fechas en sus respuestas.
Y por ello si es necesario escribir esas fechas, hay quienes lo permiten, pero “es bueno acotarles que escriban por lo menos también nuestra fecha” (el Gaón, el Rav Ovadia Iosef zt”l, Iabia Omer Guimel, Iore Dea 9).
Pero en un principio, a fin de cuentas esa fecha está relacionada con esa persona y su recuerdo, y al respecto escribió el Rav Tzvi Iehudá Kuk: “D’s no lo permita, que no nos confundamos e introduzcamos en las cuentas de nuestras vidas… la profanación del Nombre de D’s del recuerdo de esa idolatría impura de ese criminal de Israel, de la herejía y la lucha contra el Eterno de Israel” (HaTzofe, 3 de Adar 5732).
Y por supuesto que ese es nuestro honor y esplendor israelíes, que utilicemos nuestras fechas especiales de los meses hebreos, que emanan de la certeza de nuestra Torá, y debemos acostumbrarnos a quitar el yugo de la cultura del exilio de nuestro cuello, y edificar nuestra independencia y esencia, en la escritura, en el habla y en el conocimiento de nuestras fechas (y véase LeNetivot Israel Bet, pág. 239).


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Bishul
La regla anteriormente mencionada, “no hay cocinado luego del cocinado” tiene vigor sólo tratándose de un alimento seco, pero si es un alimento líquido no es así. Tratándose de un alimento líquido – como sopa o jugo – incluso después de haber sido cocinado, si se enfrió podrá ser cocinado nuevamente.
La razón es que tratándose de algo líquido el concepto de cocinado es principalmente el que está caliente[1], y cuando se enfría deja de estar cocinado, y por lo tanto cuando vuelve a calentarlo a una temperatura que la mano se aparta es como si lo cocinase, y trasgrede la prohibición de cocción[2].
Los poskim (sabios que determinan la halajá) discrepan en cuanto a cuán frío debe estar el alimento para que esté prohibido volver a calentarlo nuevamente.
En opinión del Shuljan Aruj cuando el alimento se enfrió y se encuentra por debajo de la temperatura que la mano se aparta, a pesar que todavía está caliente, es considerado frío a esos efectos. Por ello, sopa o algo similar que se enfrió y ahora se encuentra por debajo de la temperatura que la mano se aparta, está prohibido dejarlo en algún lugar donde puede calentarse hasta esa temperatura[3]. Pero si todavía está tan caliente que la mano se aparta, incluso si no está hirviendo, no rigen sobre él las prohibiciones de cocción[4].
El Ram”a escribió que si el alimento no se enfrió totalmente[5], acostumbraron a ser menos estrictos y considerar que no rigen sobre él las prohibiciones de cocción. Y según eso, sopa o similar que se enfrió, incluso si está menos caliente que la temperatura que la mano se aparta, mientras no se haya enfriado totalmente está permitido colocarlo en un lugar donde puede llegar a la temperatura que la mano se aparta[6].
De todas formas, no se puede colocar la sopa sobre el fuego mismo, como será aclarado más adelante en las reglas de devolución de un alimento sobre el fuego[7].


[1](Jazon Ish, Orej Jaim 37 inciso 13, comienza siman en su explicación de la opinión del Ro”sh).
[2](Shuljan Aruj, Orej Jaim 318 inciso 4, Mishná Brurá inciso 39).
Hay muchos alimentos que están secos en parte y en parte son líquidos, como Jamin con jugo y similares, y los poskim discrepan en cuanto a la cantidad de líquido necesaria para ser considerado líquido y prohibir su calentamiento por cocción después de cocción.

[3](318 inciso 4, Mishná Brurá inciso 24. Kaf HaJaim inciso 54). Por ello está prohibido depositarlo sobre una olla que está sobre el fuego o sobre la Plata eléctrica [de forma que puede llegar a la temperatura que la mano se aparta], a pesar que tratándose de algo seco estaría permitido como fue aclarado anteriormente.
[4](Allí, Mishná Brurá. Kaf HaJaim inciso 54). Y si han pasado el alimento a otro recipiente, que es considerado Kli Sheni, incluso si todavía la mano se aparta es considerado como si se hubiese enfriado, y está prohibido agregarle cocción (allí, Biur Halajá comienza im itztanen. Kaf HaJaim inciso 55 citando a Pri Megadim. Y véase Jazon Ish allí, comienza uvemishná Brurá).
Acotación:
Es común que después de haber bajado la olla con el caldo del fuego se sirve en varios platos, y luego si sirvieron platos de más desean devolver el contenido a la olla. Los que acostumbran como el Shuljan Aruj deben prestar atención que mientras el caldo en la olla está tan caliente que la mano se aparta, no pueden devolver el caldo del plato a la olla, ya que el plato es considerado Kli Sheni, e incluso si el caldo todavía está muy caliente y la mano se aparta, de todas formas como fue aclarado anteriormente se considera que se puede llegar a volver a cocinar, y si lo pone nuevamente en la olla que es Kli rishon lo cocinará.

[5]Es decir, que todavía está tan caliente que se lo puede comer (allí, Pri Megadim, Eshel Avraham inciso 39. Shuljan Aruj HaRav allí inciso 9. Eglei Tal, Melejet Ofe inciso 8).
[6](Allí, inciso 15).
Pero si el caldo se enfrió totalmente, se puede llegar a cocinar nuevamente, y por ello no se puede devolver el caldo frío del plato a la olla [incluso cuando esta no se encuentra sobre el fuego] cuando el caldo en la olla está tan caliente que la mano se aparta.

[7](Allí, Mishná Brurá inciso 24. Inciso 15, Ram”a, Mishná Brurá inciso 98). A no ser que la quitaron del fuego en Shabat y cumplieron con todas las condiciones de devolución como serán aclaradas más adelante.