Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Bo     4 de Shvat 5778     No 1153


Dinero y anhelos
Rav Azriel Ariel
(reimpresión)

Pasaron 210 años de esclavitud en Egipto. Finalmente ha llegado el momento tan anhelado - el momento de la liberación. Los muros de la prisión egipcia caen, y Paró (el Faraón) mismo les grita: "¡Levántense, salgan de mi pueblo!" (Shmot 12:31). Muchas preocupaciones llenan las cabezas: Hay que preparar los animales para la carga, hay que embalar lo que se pueda llevar, hay que decidir qué dejar, hay que preparar vestimentas adecuadas y comida para la caminata, hay que prepararse sicológicamente para la nueva vida – y al mismo tiempo la inquietud por el futuro que es desconocido… Una gran alegría invade el corazón: ¡Finalmente se hace realidad el sueño de varias generaciones! "Cuando D's hizo regresar a los que volvieron a Tzion, estábamos como soñando" (Tehilim 126:1).
Al pueblo que se encuentra en medio de todo eso, D's le agrega otro mandamiento – que a primera vista parece no tener ninguna relación con ese gran momento: "Por favor, habla en los oídos del pueblo, y que cada varón pida a su prójimo, y cada mujer a su prójima utensilios de plata y oro" (Shmot 11:2). ¿Acaso eso es lo que le falta al pueblo que sale ahora al desierto? ¿Acaso eso es lo que desea el prisionero que escapa de su calabozo? ¿Qué valor tiene toda la plata y todo el oro del mundo, en comparación con el apreciado regalo de la libertad de la esclavitud de Egipto, de la liberación del látigo del opresor? ¿Por qué le pide D's al pueblo justamente en ese gran momento buscar plata y oro?
Una primera respuesta podemos encontrar en el comentario de Rashi (Rashi, Shmot 11:2). D's le prometió dos cosas a nuestro patriarca Avraham: Que su simiente será esclavizada y sufrirá largo tiempo, por un lado, y que saldrá con una gran riqueza, por el otro. ¡Si la primera parte se cumplió, será una severa tergiversación de la justicia si la segunda parte no se cumplirá! Pero esa respuesta sólo devuelve la pregunta al pasado: ¿Por qué D's le prometió a Avraham "y después saldrán con gran riqueza" (Bereshit 15:13)? ¿Acaso eso es lo que lo consolará, sabiendo todos los años terribles que sus descendientes vivirán en Egipto? ¿Acaso alguna de las personas que fueron asesinadas en el Holocausto estaría dispuesta a pasar por todo ese infierno para que sus nietos reciban un puñado de billetes de Alemania, del banco o la empresa de seguros de Suiza?
Por ello, necesitamos la respuesta del Rav Kuk (Ein Aya, Brajot 1:114): La esclavitud es algo terrible. No sólo se trata de un martirio físico, del sufrimiento: Lo peor, es la humillación del espíritu. ¿Cuáles son los anhelos del esclavo? ¿Cuáles son sus sueños? ¿Acaso puede él aspirar a algo más que un poco de descanso? ¿Acaso es capaz de elevar su cabeza por encima del deseo de un poco de pescado, "pepinos, sandías, puerro, cebollas y ajos" (Bamidvar 11:5), o la olla de la carne? El peor daño de la indigencia, es la pobreza de espíritu que ella acarrea. Un pueblo de menesterosos, que sueña con una rebanada de pan seco – ¡¿cómo podrá soñar algo como adquirir la Torá, el reinado, el sacerdocio y la profecía?! ¿Cómo podrá anhelar ser un gran pueblo y una luz para todas las naciones?
Por ello, D's le ordena a nuestro Rav Moshé: "Por favor, habla en los oídos del pueblo", y le pedirán a los egipcios utensilios de plata y oro. No lo hagan como el que no tiene más remedio, porque lo obligan. No lo hagan como el que cumple una orden del rey. "Por favor es una expresión de ruego, solicitud" (Rashi, Shmot 11:2), cuando la persona lo hace según su elección, su libre albedrío. Y cuando lo haga, se encontrará a sí mismo recibiendo mucho más que plata y oro: El que reconoce su valor propio, y sabe que se merece recibir plata y oro por todo el trabajo forzado, no se conformará sólo con un "refugio" que lo proteja del látigo, y no procurará su sustento recolectando los granos de entre el estiércol de las bestias de una nación despreciable. El pedido del dinero preparará los corazones para los anhelos que le serán exigidos al pueblo que sale de Egipto. Entonces, ese pueblo sabrá reconocer su valor – que él realmente es hijo del Rey, y a él le es adecuada la corona real. Entonces, sabrá que debe vivir una vida de libertad e independencia plenas, que exigen el enaltecimiento de la riqueza espiritual y cultural – a la par de la riqueza material y económica. Sólo entonces sabrá soñar con el grandioso destino que le espera, ser "un pueblo de sacerdotes y una nación santa", que será un ejemplo para todo el mundo.


Rav Shlomó Aviner

¿Quién es el mejor?
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Un jasid de Jaba”d (corriente jasídica) me dijo: “Nuestros peores son mejores que los mejores de ustedes”. ¿Cuál debe ser nuestra reacción?
Respuesta: No hay que reaccionar. Él no lo dijo como jasid de Jaba”d sino que como orgulloso. Yo, en mi humildad, no estoy muy familiarizado con Jaba”d, pero no recuerdo que haya algo así escrito en sus libros.
Pregunta: Pero ellos seguramente piensan que tienen razón.
Respuesta: Cada uno piensa que él tiene la razón, de lo contrario abandonaría su doctrina. Pero una vez escuché de un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) de Jaba”d, discípulo de nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk que le preguntó: ¿Cuál es la buena cualidad de Jaba”d? Le contestó: Es parte del judaísmo. ¿Y cuál es la desventaja de Jaba”d? Le contestó: A veces hay entre ellos quienes piensan que son todo el judaísmo.
Pregunta: ¿Y quién es todo el judaísmo?
Respuesta: Nuestro Rav Moshé. Pero después de él, cada uno es parte, y todas las partes juntas son el judaísmo. Por supuesto, yo pienso que yo soy adepto de la doctrina más cierta, pero enseguida reconozco que también las otras corrientes son ciertas. El Mahara”l explica que en cuanto a “estos y aquellos son palabras del D’s vivo”, que todas las doctrinas dentro del judaísmo son ciertas, y todas las diferencias de opinión son para saber dónde se encuentra más verdad. Pero no hay una doctrina que sea toda la verdad.
Pregunta: ¿Acaso nosotros, los discípulos del Rav Kuk, no decimos a veces que toda la verdad se encuentra dentro de nosotros?
Respuesta: Entonces, es un error. Y ya fue mencionado ese tema en el libro “LeShloshá BeElul” del Rav Kuk (1:46). Una vez propuso hacer algo junto con otros Rabanim (Rabinos), y le acotaron que esos son de otra corriente. Dijo: No me hagan “kukistas”. Es decir, trabajamos con todo el que tiene que ver con el culto a D’s.
Pregunta: ¿Pero Jaba”d dicen que el Admo”r (director de la corriente jasídica) es el presidente de la generación?
Respuesta: Cada uno piensa que su Rav es el más importante, y desde su punto de vista tiene razón. Y la verdad, es que todos tienen razón.
Pregunta: Es más, ¡hay muchos de ellos que dicen que el último Rebi es el Meshiaj (Redentor)!
Respuesta: También en eso tienen razón. La Gmará (Sanhedrin 98B) pregunta cuál es el nombre del Meshiaj. Los alumnos de Rabí Menajem dijeron: Se llama Menajem. Los alumnos de Rabí Shilo dijeron: Shilo. Los alumnos de Rabí Ianai dijeron: Inon. Y los alumnos de Rabí Janina dijeron: Janina. Y todos tienen razón, porque cada uno ve en su Rav un destello del Meshiaj. Dijo el Gaón (genio del estudio de la Torá) de Vilna, Meshiaj es un acróstico de Menajem-Shilo-Inon-Janina. El Meshiaj lo incluye a todo.
Pregunta: Lamentablemente, yo debo confesar que a veces siento recelo por Jaba”d, por lo que dicen que el Rebi está vivo…
Respuesta: Lamentablemente, en toda corriente hay fantasías, y justamente el contacto con otras corrientes es lo que las cura. Pero en toda corriente hay cosas buenas. ¡¿Acaso lo que los jasidim de Jaba”d están diseminados con gran sacrificio en todo el mundo para fortalecer la Torá no es una mitzva gigante?! Y en toda corriente hay malas hierbas. Y lo principal, es que los auténticos sabios de Jaba”d     están colmados de kdushá (santidad) y Torá.
Pregunta: ¿En resumen?
Respuesta: Una de las 48 medidas para la adquisición de la Torá es: Carga con el yugo de su compañero. Debemos cargar con el yugo junto con todo Am Israel (el Pueblo de Israel).                                                


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Las comidas de Shabat
Dentro de las halajot del buen comportamiento se habla de que el que corta del pan no debe cortar una rebanada demasiado pequeña, como si fuese un avaro, y por otro lado que no debe cortar una rebanada que sea más grande que kabeitza, porque se ve como si fuese un glotón[1].
Pero en Shabat es una mitzva cortar una rebanada grande, que le alcance para toda la comida[2], y no se teme que parezca un glotón. Porque de momento que en los días comunes no acostumbra a hacer así, y sólo en Shabat lo hace, es notorio que no lo hace por mala educación, sino que la mitzva de la comida en Shabat
le es importante, y por ello desea comer más de lo acostumbrado[3].
Cuando con su bendición otras personas cumplen con su obligación, en un principio lo mejor es que le entregue a cada una de las personas que comen de la rebanada que cortó para sí mismo, y no del resto del pan[4].
Hay que repartirle a cada uno una porción de kazait, para que no parezca un avaro[5]. Y también porque es bueno que en un principio cada uno coma kazait enseguida después de la bendición del pan[6].
Por ello, en la comida de Shabat cuando bendice sobre los dos panes y otros cumplen con su obligación escuchándolo, hay que cortar una rebanada grande que le sea suficiente para toda la comida, y también para repartir kazait a cada uno de los demás[7].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim, 167 inciso 1. Shuljan Aruj HaRav allí, inciso 4).
El Lebush (allí) escribió que “una rebanada demasiado pequeña” es menos de kazait, y en Biur HaGr”a dijo que discrepan en el Talmud Ierushalmi cuál es el volumen de kabeitza, cuando hay quienes dicen que es kazait y hay quienes dicen que es menos de kazait.

[2](274 inciso 2. 167 Ram”a. Shuljan Aruj HaRav allí).                                     
[3](167, Mishná Brurá inciso 12. 174, Mishná Brurá inciso 6). Y en Kaf HaJaim (274 inciso 15) escribió así, y agregó que lo debe hacer luego de haber cortado kazait para él y kabeitza para su esposa.
[4](167 inciso 1, Mishná Brurá inciso 14). Eso es cierto incluso en los días comunes, cuando otros cumplen con su obligación de bendecir escuchándolo, como es aclarado allí. Y así escribió Kaf HaJaim (allí, inciso 19), pero escribió que del Ariz”l se entiende que debe cortar del pan para los demás.
[5](allí, Mishná Brurá inciso 15). Y véase allí que citó al Darkei Moshé que dice “kazait o un poco menos”. Y en el Shuljan Aruj HaRav (allí, inciso 4) escribió citando al Maguen Avraham que no se necesita kazait. Y terminó diciendo que alcana con medio kazait, y así acostumbran.
[6]Allí. Y véase Shaar HaTziun (inciso 14) que a pesar que la obligación de bendecir es incluso para comer menos de kazait, incluso muy poco, de todas formas en un principio es bueno que la persona coma kazait enseguida después de la bendición.
Eso es cierto ya sea un día común o ya sea en Shabat, como es aclarado allí.

[7](Allí, Ram”a inciso 2, Mishná Brurá inciso 14).