Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Vaera     26 de Tevet 5778     No 1152


Agradecimiento
Rav Gadi Sar Shalom y Rav Ioram Eliahu

“El Eterno dijo a Moshé, di a Aharon, toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto… y se convertirán en sangre, habrá sangre en toda la tierra de Egipto” (Shmot 7:19). En la Parashá anterior D’s le dijo a Moshé ir y realizar las señales y maravillas frente a Paró (El Faraón), ¿por qué le ordena D’s a Aharon y no a Moshé golpear el río? La respuesta es que Moshé tiene que ser agradecido para con el río, que lo protegió cuando fue escondido en el arca. Y así dijeron nuestros sabios: “Le dijo D’s, las aguas que te cuidaron cuando fuiste tirado al río, no es correcto que sean heridas por tu mano”.
Con esas palabras nuestros sabios nos enseñan la medida del agradecimiento, debemos ser agradecidos para quien nos hizo alguna bondad, y no debemos devolver maldad sino que esforzarnos en devolverle bondad.
Y la lección es profunda, porque el agua no es algo viviente, y por supuesto que no tenía ninguna intención de ayudar a Moshé, y está claro que no siente nada ni comprende si este la golpeará. Y a pesar de ello, a través de ella nos enseña la Torá la medida del agradecimiento, y cómo debemos comportarnos en base a ello con las personas.
Moshé se cuidó de no herir incluso el agua que no es algo viviente, porque a través de ella recibió una bondad, mucho más debemos cuidarnos nosotros del honor de la persona cuya intención fue ayudarnos. Y sobre todo cuando la persona siente y se lamenta cuando le hacen una maldad.
Y para que asimilemos bien esa medida, se repite la situación con la plaga de la rana, cuando D’s le dice a Moshé “di a Aharon, extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, sobre las acequias y sobre los estanques, y haz que suba la rana sobre  la tierra de Egipto” (Shmot 8:1). Y es nuevamente repetido por tercera vez con la plaga de los piojos “el Eterno dijo a Moshé, di a Aharon, extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra” (Shmot 8:12). Nos enseñan nuestros sabios que D’s le ordenó a Aharon que él golpee y no Moshé, de momento que el polvo le hizo una bondad a Moshé. ¿Cuál es la bondad? El polvo protegió a Moshé cuando mató al egipcio y lo enterró en el polvo. Y nuevamente podemos preguntar, ¿acaso el polvo tenía por intención proteger a Moshé? Tampoco siente nada si se lo golpea. Nos enseña la Torá que si tú golpeas incluso algo que no tiene vida que te hizo una bondad, la medida del agradecimiento en ti puede llegar a deteriorarse. Y para enseñarle a la persona hasta qué punto es importante el agradecimiento, fue repetido dos y tres veces.
Y así nos enseña el Rav Kuk zt”l (Musar Avija, pág. 40): “La fuerza del agradecimiento es una gran fuerza en el espíritu… y ese movimiento es de los movimientos más importantes del espíritu, y en base a ello llega la obligación del agradecimiento para el que nos hace el bien auténtico, bendito sea”. El principio del agradecimiento debe ser para con el que nos hace todo el bien, bendito sea, que confía en nosotros y nos devuelve nuestra alma todas las mañanas, y nos entrega vida con bondad y se preocupa de todas nuestras necesidades. Y eso a través de “haciendo el bien y lo recto a los ojos de D’s, bendito sea”. Y en base a ello debemos acostumbrarnos y educar así nuestros hijos, reconocer y agradecer el bien que les hacen, todo el bien que D’s nos entrega, ya sea en el plano general con nuestro regreso a nuestra tierra y su reconstrucción, poco a poco, ya sea en el plano personal, entre la persona y su prójimo. Sabrá la persona agradecer por todo el bien que D’s le entrega, preocupándose de todas sus necesidades, y agradecerá a los padres que se esfuerzan por él y hacen todo lo posible para que tenga todo lo que le es necesario, y los maestros que se sacrifican para hacerlo avanzar y elevarlo por el buen camino. Y así adquirirá esa buena y básica medida, que lo lleva a “completar el agradecimiento al que entrega el bien, bendito sea” (Musar Avija, allí).


Rav Shlomó Aviner

La ley del Shabat para el pueblo del Shabat
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Hay ahora una dura discusión en cuanto a abrir almacenes y otros negocios en Shabat. ¿Quizás los religiosos deben renunciar y no imponer su opinión a los jilonim (seculares) que no están interesados en cuidar el Shabat, y darle la libertad a cada uno de hacer como le plazca?
Respuesta: No es coerción, sino que ese es el país. No queremos que haya dos países, uno religioso y otro secular. Sino que “quién como Tu pueblo Israel, un pueblo en la tierra”. Por ello, de momento que hay diferencia de opiniones, la solución es tolerancia y paciencia mutua. Desde el principio del país fue determinado que no se abrirán negocios en Shabat, lo que es llamado “status quo”, y desde ese entonces nada cambió en la composición de la población. Por el contrario, hay más personas que cuidan del Shabat, y no hay ninguna razón para cambiar.
En cuanto al tema en sí, hay cuatro argumentos profundos para el cuidado del Shabat en el país, según la clasificación del Rav Kuk en cuanto a la comprensión de la Torá: Divino, moral, religioso y nacional.
1. Argumento Divino: El Ramba”m explica en su libro “More Nebujim” que el respeto del Shabat es una expresión de fe en que “en el principio creó el Eterno el cielo y la tierra”, y también un reconocimiento a D’s que nos sacó de Egipto, como es mencionado en las Tablas de la Ley, las primeras y las segundas. Como es sabido, la mayoría del pueblo que mora en Tzion tiene fe en D’s.
2. Argumento moral: La libertad de cada uno de hacer lo que le plazca, es la libertad de los ricos de abrir sus negocios en Shabat, pero puede coartar la libertad de sus empleados que son obligados a trabajar en Shabat, porque de lo contrario serán despedidos. Y tampoco pueden pasar el Shabat
con su familia. No es necesario ser socialista para entender lo que dijo el filósofo francés Prudhon, que el mayor logro socialista en la historia de la humanidad es el día de Shabat que le entrega libertad de acción y libera de la esclavitud.
3. Argumento religioso: El Shabat no es un pequeño detalle en la religión, sino que un tema severo y central. Como es sabido, la mayoría del pueblo en Tzion es religioso o tradicionalista, y está interesado en el Shabat. Por supuesto, no hablamos de lo que la persona particular hace en su casa, sino que en público.
4. Argumento nacional: Cada pueblo tiene su identidad, y el Shabat es parte de la esencia israelí. Pregúntenle a cualquier persona del mundo, y les dirá: Judío = Shabat. El Rav Kuk incluso dijo que en la contienda nacional contra los que nos quieren quitar por la fuerza nuestra tierra, la respuesta eterna es que somos un pueblo que anhela el séptimo, y por ello esta tierra nos pertenece. Pero si D’s no lo permita lo trasgrediremos, entonces ellos tendrán lo qué argumentar en contra nuestra: Váyanse a otra tierra. E incluso el famoso pensador hereje ya escribió: “El que siente en su corazón un vínculo auténtico con la vida de la nación en todas las generaciones, no puede de ninguna forma imaginar una situación en la que el Pueblo de Israel esté sin la Reina Shabat… Y si no fuese por ella que les devolvió su alma y renovó la vida de su espíritu cada semana, los problemas de los días de actividad los hubiesen hundido más y más bajo, hasta que hubiesen descendido finalmente al último peldaño del materialismo moral e intelectual”.
El Shabat
es nuestra reina, nuestra amada reina, no la cambiaremos por otra.                                                             


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Las comidas de Shabat
La bendición que se bendice antes de comer algo, no recae principalmente en lo que se prueba de inmediato [es decir, cuando lo degusta en la boca] sino que sobre lo que se traga[1]. Por ello, luego de bendecir hamotzi está prohibido hablar hasta que termine de masticar parte de la rebanada y la trague[2]. No es necesario que coma y trague justamente una cantidad como kazait antes que pueda hablar, porque también menos que ello se considera comer para esos efectos, y está permitido hablar después si es necesario. Pero si no es necesario, es preferible que mastique y trague kazait antes que hable[3].
Si el que bendice comenzó a bendecir hamotzi para que todos los que lo oigan cumplan su obligación, y uno de los invitados que ya hizo netilat iadaim no alcanzó a bendecir “al netilat iadaim”, si presta atención a la bendición hamotzi del que bendice y tiene intención de que él también cumpla con su obligación, cumplió. Y antes que coma del pan bendecirá “al netilat iadaim”, y secará sus manos[4].
Incluso si alguno de los invitados todavía no hizo netilat iadaim, pero prestó atención a la bendición hamotzi del que bendice, y tenía intención de que él también cumpla con su obligación de esa forma, cumplió con la obligación de bendecir hamotzi, y antes que coma del pan debe hacer netilat iadaim y bendecir “al netilat iadaim”. Y la netila y la bendición no son consideradas interrupción, de momento que son necesarias para la comida[5].


[1]Véase Shuljan Aruj (210 inciso 2) que es aclarado que el que prueba algún alimento y no lo traga [por ejemplo, lo mastica para dárselo de comer a un bebé] según todas las opiniones no debe bendecir.
[2](Shuljan Aruj 167, Mishná Brurá inciso 35).
En efecto, si ya lo hizo y habló algo que no está relacionado con la comida cuando estaba masticando de la rebanada y aún no tragó, el Mishná Brurá duda si tiene que volver a bendecir, porque a pesar que el Eliha Rabah opina que tiene que volver a bendecir, de todas formas del Maguen Avraham y Pri Megadim y el Gaón Rav Zalman Maladi se puede entender que no está claro. Y en Bigdei Iesha y Maguen Givorim tal parece que ellos piensan que si ya lo hizo no hay que volver a bendecir, porque cuando mastica lo hace para tragarlo, y entonces el masticado es el principio de la comida. Y concluye en Shaar HaTziun que de todas formas, en un principio por supuesto que hay que cuidarse mucho de eso (allí, Shaar HaTziun inciso 30, Biur Halajá comienza velo iasiaj). Y el Jaiei Adam decide que incluso si tragó sólo el gusto de lo que chupó en la boca de lo que mastica, no tiene que volver a bendecir (allí, Mishná Brurá). Y Kaf HaJaim (allí, inciso 45) citó diferentes opiniones al respecto, y concluye que no hay que volver a bendecir, y así escribió el Ben Ish Jai (primer año, Emor inciso 14).

[3](Allí, Mishná Brurá, Kaf HaJaim).
Y también hay que cuidarse de no andar de un lugar al otro hasta que trague la rebanada, porque el andado es considerado interrupción. A no ser que sea necesario para la comida, y no se puede sin ello (allí, Shaar HaTziun inciso 28, Kaf HaJaim allí).

[4](Allí, inciso 7. Mishná Brurá inciso 44 45, Kaf HaJaim inciso 63). Y  a pesar que el que bendice la bendición de hamotzi no puede bendecir después al netilat iadaim, es diferente porque todavía no secó sus manos. Pero si ya secó sus manos antes de la bendición del que bendice, sólo que aún no bendijo al netilat iadaim, no bendecirá al netilat iadaim luego de haber contestado Amen a la bendición de hamotzi, porque ya terminó la mitzva (allí, Mishná Brurá inciso 46. 158 inciso 44. Biur Halajá comienza lebarej ajar kaj. Kaf HaJaim inciso 85).
Si mientras el que bendecía hamotzi el que escucha bendijo al netilat iadaim, no cumplió su obligación con la bendición hamotzi, porque el que escucha es como si lo dijese sólo cuando escuchó toda la bendición y no interrumpió hablando otra cosa (183 inciso 6, y 167 Mishná Brurá inciso 45).

[5](167, Mishná Brurá inciso 45, Kaf HaJaim inciso 63).