Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Shmini     22 de Nisan 5775


Rav Eran Tamir

¡Fuego ajeno!
Rav Eran Tamir

Distintas explicaciones fueron dichas por nuestros sabios en cuanto al pecado de Nadav y Avihu, “estaban embriagados, les faltaban parte de las vestimentas obligatorias del Cohen (sacerdote), entraron sin haber purificado sus manos y sus pies, tenían la cabeza descubierta, no se aconsejaron, emitieron un dictamen en presencia de su maestro” (Vaikra Rabah 20:9, Midrash HaGadol Vaikra pág. 229, Irubin 63, etc.). Y debemos comprender cuál es la base y raíz de todos esos “pecados”, que son detalles y acentuaciones distintas de una misma regla general, que se encuentra en su base. Su pecado fue severo, como es expresado en su castigo – la muerte. Y produjeron un gran dolor a Aharón, su familia y todo Am Israel (el Pueblo de Israel), justamente en el octavo día de la inauguración del Mishkan (Tabernáculo), que debería ser el día más alegre y elevado. ¿Por qué? Por supuesto, los Rishonim (grandes sabios de las primeras generaciones) son para nosotros como ángeles, y D’s es severo con ellos hasta el límite, pero nosotros en nuestro nivel podemos aprender algo de ello.
Un momento antes que comience la labor de los sacrificios en el octavo día, Moshé detiene todo y dice (Vaikra 9:6): “Dijo Moshé, esto es lo que el Eterno ha ordenado, háganlo y la gloria del
Eterno se manifestará a ustedes”. Dijeron al respecto nuestros sabios: “Le dijo Moshé a Israel, quiten ese Ietzer HaRra (mal instinto) de sus corazones, y todos ustedes estéis unidos en un mismo temor y una misma tarea para rendirle culto a D’s” (en el Midrash anteriormente citado). Y es extraño, ¿a qué Ietzer HaRra se refirió?
Explica el Netzi”v (Rav Naftali Tzvi Iehudá Berlín): “Ya en la época de Moshé habían sectas en Am Israel, que se entusiasmaban mucho en el amor a D’s pero no aceptaban los límites que impuso la Torá… por ello Moshé le dijo a Israel que no es así, sino que deben quitar ese Ietzer HaRra de sus corazones, porque también el fervoroso deseo, a pesar que es para alcanzar a D’s con kdushá (santidad), de todas formas si no es por el camino de acuerdo a Su voluntad, no es más que Ietzer HaRra. Y Moshé les dijo que si prestarán atención al camino de la Torá, todos marcharán por un solo camino y una sola idea. Lo que no será así si perseguirán alcanzar el amor a D’s no a través del camino de la Torá, entonces cada uno tendrá otra doctrina, y se separarán en fracciones y grupos en el culto, y ello es contrario a la voluntad de D’s y Su honor, bendito sea”.
Muchas veces justamente el deseo de vincularse con D’s que arde como un fuego en el corazón de la persona la hacen trasgredir las reglas a través de las cuales debe rendirle culto a D’s auténticamente, una trasgresión que revela que no está dispuesta realmente a ser una servidora de D’s que acepta con humildad los caminos que D’s ordenó rendirle culto, sino que está contagiada de la enfermedad del orgullo, como si ella determinase y no D’s, ella decide y no la orden Divina exacta. Eso es insinuado por “la cabeza descubierta”, sin temor a D’s, y “faltaban parte de las vestimentas obligatorias”, sin los límites y las reglas que “visten” la expresión del resplandor Divino infinito en nuestro mundo, que Nadav y Avihu trasgredieron y traspasaron. Esa es también la intención que “no se aconsejaron” y “emitieron un dictamen en presencia de su maestro” – no se anulaban a sí mismos frente a la fuente de la Torá y el orden de su expresión en la realidad. Ese es el más severo Ietzer HaRra, porque se disfraza de kdushá y temor a D’s fingidos.
Buenas virtudes de la persona para con su prójimo, cumplimiento puntilloso de las mitzvot y el estudio de la Torá en forma ordenada y correcta de boca de talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá) que la trasmiten en forma fidedigna desde Sinai, es la forma correcta de llegar al amor a D’s como corresponde.
Qué maravillosas son las palabras del Rav Kuk cuando resume este tema, en su conjugación maravillosa (Shmona Kvatzim 6:265): “Cuando se deja llevar por la elevada sensación de la revelación del espíritu santo, y por todas las sabidurías del mundo, sin vincularse con la Torá y sus acciones detalladas y los límites de las buenas virtudes según ella, ese es el pecado de Nadav y Avihu… los que así se comportan piensan que se acercan al kodesh, llegan desde lejos, incluso ofrecen un fuego ajeno, y llegan al kodesh embriagados sin temor a D’s - que emana del elevado origen, a través del cubrimiento de la cabeza - sino que con su cabeza descubierta cada uno se identifica con la concepción que ha alcanzado, sin la unión elevada de la Torá de Moshe que nos es herencia, sin aconsejarse unos con otros, dictaminando frente a su maestro, convencidos de su grandeza interior y una gran profundidad de kdushá que debe anularse frente al origen de la Torá – y será santificado con Su honor”. 

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Rav Shlomó Aviner

El papel del partido religioso
Rav Shlomó Aviner

La función del partido religioso-nacionalista se divide en dos: Qué es lo que debe hacer hoy en día, y a qué debe aspirar en el futuro.
La función actual es aclarada en el libro “Orot” del Rav Kuk: “La primera generación de los tobillos del Meshiaj (Redentor), al principio de la clara señal del asentamiento de Eretz Israel (la Tierra de Israel), prepara el aspecto material de Kneset Israel (el alma genérica de la totalidad del Pueblo de Israel), y en ella la espiritualidad debe cuidar de la vida interna” (Orot HaTjia 40). Sin vida interna, también el sionismo se derrumbará, D’s no lo permita, también el estado caerá, D’s no lo permita. “Porque la idea nacional, cuando sólo es secular, podrá transformarse en un obstáculo para Israel, enajenar todas las señales de la nación, enfriar dentro suyo todos los rastros de vida, y entonces será una fuerza destructora en vez de una fuerza edificadora” (carta a la organización Poel HaMizraji, Maamarei HaReaya 197).
En palabras sencillas: El partido religioso nacionalista debe ser el cuidador de la kashrut del estado.
Ese es un papel muy importante, muy honroso, muy crítico. Hay quienes lo consideran poco honroso, pero ese es un gran error, es una falta de comprensión que el cuerpo más vigoroso, si no tiene alma, se desplomará.
En cuanto al gran papel futuro de ese partido es aclarado en extensión en la carta del Rav Kuk a la organización HaMizraji en el Congreso Sionista (carta 571): “HaMizraji se encuentra hasta ahora en una posición modesta y callada, escribe en su estandarte; introducir a los fieles creyentes bajo la bandera sionista”, lo que es incluido en la expresión “religioso nacionalista”, es decir, también el religioso puede ser nacionalista.
Pero no alcanza con ello. Debe inyectar el alma dentro de todo el movimiento sionista. “Reconocer la grandiosidad de su función. No ser el servidor de un partido práctico, político, cultural…” sino que “sacar el tema sionista de su pequeñez… hacia su gran futuro, según el resplandor del Eterno, nuestro Señor”.
HaMizraji debe ser para el sionismo lo que Am Israel (el Pueblo de Israel) es para los demás pueblos: Un catalizador eterno, una fuerza que no cesará su acción y su esencia de fertilización, siempre exigirá y expresará en alto nivel su esperanza de la victoria absoluta y plena de su idea, plena, elevada y fija”. Es decir, “la religión de Israel, el resplandor Divino que hay en su alma”. El plan de acción de HaMizraji debe ser: “Que el sionismo se base sobre los cimientos del renacimiento de la nación en su Torá, sobre su tierra” (carta 571).