Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Ree     27 de Av 5777     No 1132


Beit HaMikdash, reinado y paz
Rav Azriel Ariel
(reimpresión)

La mitzva de construir el Beit HaMikdash (El Templo) en Ierushalaim no fue escrita en forma explícita en la Torá. La mitzva “y Me harán un santuario” (Shmot 25:8) – que es enumerada como una de las 613 mitzvot – no habla en forma explícita del Beit HaMikdash, sino que se refiere al Mishkan (Tabernáculo) provisorio, en el desierto. En nuestra Parashá la construcción del Beit HaMikdash en Ierushalaim es solamente insinuada: “Entonces, habrá cierto lugar que el Eterno, vuestro D’s, escogerá para hacer habitar en él Su nombre, allí llevaréis todo lo que Yo os mando…” (Dvarim 12:11). El lugar preciso no fue escrito. Sólo “al lugar que el Eterno, vuestro D’s, escogiere de entre todas vuestras tribus… lo buscaréis, y allí iréis” (Dvarim 12:5), como comentaron nuestros sabios: “Búscalo y encuéntralo, y después te lo confirmará el profeta”.
El momento en el que hay que cumplir esa mitzva es más claro: “Mas cuando paséis el Iarden, y habitéis en la tierra que el Eterno, vuestro D’s, os hace heredar, y cuando Él os haya dado reposo de todos vuestros enemigos alrededor, de modo que habitéis seguros” (Dvarim 12:10). El versículo enumera cuatro condiciones: Entrada en la tierra, habitación en ella – cada uno en su lugar – reposo de las luchas contra los enemigos, y seguridad. Nos parece extraño: ¡¿Acaso no tenemos la obligación de construir el Beit HaMikdash en la primera oportunidad que tengamos?!
Por lo visto, esa fue la pregunta que se hizo el rey David. Sólo terminó sus luchas contra los Plishtim, se construyó una casa de cedros -  y enseguida pretendió construir el Beit HaMikdash. Tal le parecía que D’s le da reposo de las luchas contra los enemigos alrededor. Pero su alegría fue corta: Por la mañana del día siguiente, llegó el profeta Natan y le hizo saber que no es él el que lo construirá. Es más, le dijo que no fue elegido como rey para eso: “Yo te tomé del redil, de andar en pos del rebaño, para que seas caudillo de Mi pueblo Israel… y señalaré un lugar para Mi pueblo Israel, y lo plantaré, y él habitará en su propio lugar, y no será inquietado más, ni volverán más de los malhechores a oprimirle, como fue al principio… y ahora te he dado descanso de todos tus enemigos. Además, te hace saber el Eterno que Él te hará a ti una dinastía…” (Shmuel Bet 7:8-11).
El rey David tenía un papel: Proporcionarle a Am Israel (el Pueblo de Israel) un refugio seguro de los enemigos. ¡Pero después de haber cumplido su cometido, David no construirá la Casa de D’s, sino que D’s le construirá a David una dinastía! Ya que “tres mitzvot debe cumplir Am Israel cuando entra en la tierra: Coronar a un rey…” y sólo después “construir el Beit HaMikdash” (Ramba”m, Hiljot Melajim 1:1). Pero no alcanza con coronar un rey: Hay que consolidar el reinado y la dinastía, con firmeza – y sólo entonces se puede construir el Beit HaMikdash, un Beit HaMikdash que también robustecerá el reinado. “Y cuando se te cumplieren los días, y tu yacieres con tus padres, levantaré tu linaje en pos de ti, el cual ha de salir de tus entrañas, y haré estable su reino. Él edificará una casa para Mi nombre, y Yo estableceré el trono de su reino para siempre” (Shmuel Bet 7:12-13).
Pero hay otra condición: No alcanza con que tengan reposo de las luchas con los enemigos alrededor. No alcanza con un cese de fuego provisorio. Antes de la edificación del Beit HaMikdash, Am Israel tiene que vivir con seguridad, sin estar amenazado - ni siquiera una amenaza lejana. Esa condición no se cumplió en la época de David, él tuvo que librar muchas otras guerras. Tuvo que luchar contra Amon y Moav, Aram y Edom. Una época de luchas no es adecuada para la construcción del Beit HaMikdash: Se necesita una época de paz. Y así le dice David a su hijo Shlomó, antes de morir: “El Eterno se me reveló, y me dijo, tú has derramado mucha sangre, y has hecho grandes guerras, tú no edificarás una casa para Mi nombre, porque has derramado mucha sangre en tierra delante de Mí. Mas he aquí que ha de nacerte un hijo, el cual será hombre de reposo, pues Yo le concederé descanso de todos sus enemigos en derredor, porque Shlomó será su nombre, y paz y sosiego daré a Israel para siempre. Él edificará una casa para Mi nombre…” (Divrei HaIamim Alef 22:8-10). No escuchamos ninguna entonación de reprimenda moral en las palabras de D’s – ni tampoco en los comentarios de nuestros sabios – sólo que debemos entender que mientras no han terminado las guerras, y Am Israel no fue merecedor de asentarse con tranquilidad y sosiego bajo su viñedo y su higuera, todavía no ha llegado el momento de la construcción del Beit HaMikdash. Y por lo visto, ese sosiego es también el indicio que la situación espiritual del pueblo ha llegado a tal punto que es adecuado construirlo, también desde el punto de vista espiritual.
Y hasta que lleguemos a la tranquilidad y el sosiego, el descanso de las luchas contra los enemigos cercanos y a la seguridad frente a las amenazas lejanas, no tenemos más que andar por el camino de David, que se esforzó por dejar prontos los programas y los medios para la construcción – y de esa forma preparar los corazones para ese gran día, como le dijo a su hijo Shlomó: “Ahora, pues, hijo mío, sea el Eterno contigo, para que prosperes y edifiques la Casa del Eterno, tu D’s, según Él ha prometido acerca de ti” (Divrei HaIamim Alef 22:11).


Rav Shlomó Aviner

Mimar a la esposa
Rav Shlomó Aviner
(reimpresión)

Pregunta: Mi marido es una gran persona, pero no me mima. No me compra regalos, ni para el cumpleaños, y ni siquiera cuando di a luz. Él se excusa: "No sé qué comprarte, y tampoco tengo tiempo, soy una persona muy ocupada". Es cierto, es una persona muy ocupada, una persona importante, que se ocupa de cosas muy importantes. Por eso no tiene tiempo. Si yo misma comprase el regalo, y él lo envolvería y le agregaría una nota agradable, seguramente me lo daría, porque él me ama. Pero, ¿qué puedo hacer? Él es una persona muy ocupada, y a mí me duele.
Respuesta: Por tratarse de una persona importante, que se ocupa de cosas importantes, él tiene que saber que lo más importante en el mundo es su esposa. Eso lo aprendimos de uno de los hombres más importantes, que era de los más ocupados en los asuntos más importantes de la historia de Israel: El rey David, que erigió el reinado de Israel. Al principio, desgraciadamente, había luchas entre los seguidores de Shaul y los seguidores de David. Al final, Avner ben Ner le envió decir a David: Yo me ocuparé que todos los seguidores de Shaul te reconozcan como rey. Hubiésemos esperado que David responda: Les agradezco mucho la confianza que ustedes depositan en mí, trataré con todas mis fuerzas de salvar a Clal Israel (la totalidad genérica del Pueblo de Israel). Pero no es eso lo que respondió: ¡Mi esposa Mijal! (Shmuel Bet 3:13). ¡Si ustedes no me devuelven a mi esposa Mijal, que me fue arrebatada y es prisionera de una persona ajena, no seré rey!
- ¡Déjate de tonterías! ¡Déjate de tu esposa Mijal! ¡Clal Israel! ¡¿Es que acaso no entiendes qué es Clal Israel?! ¡¿Es que no entiendes qué es importante, como la salvación de la nación?!
- ¡No! ¡Mi esposa Mijal!
Si esa persona no entiende qué es la esposa Mijal, él no entiende qué es Clal Israel. ¡Él no entiende nada! Él no puede salvar al Clal, si no salva al individuo particular.
Tu esposo es una persona importante, que se ocupa de asuntos importantes – ojalá que hayan muchos como él en Am Israel (el Pueblo de Israel). Entonces, él tiene que saber que lo más importante es su esposa. Su esposa – es él. "Su esposa, es como su cuerpo".
Por lo tanto, él tiene que comprarle regalos. Incluso así fue dictaminado en el Shuljan Aruj, que es un libro muy importante, que fue escrito por una persona importante, para gente importante. Allí está escrito que en cada fiesta, el esposo debe comprarle regalos a su esposa (Shuljan Aruj, Orej Jaim, 529:2).
No solo la compra es importante, también la actitud, la sonrisa. Todo eso le es muy importante a tu esposa.
- ¡Pero yo trabajo muy duro para traer dinero a casa, para mi esposa!
- Si, pero un regalo le es más preciado que el dinero, o todos los aparatos domésticos que tú le compras. Sigue comprándole,  todo tipo de aparatos domésticos, pero una actitud que expresa atención para ella, le es más importante, como aire para los pulmones. Si no tienes tiempo para ella, ¿para qué te casaste? Y si te casaste, tienes el deber de hacerla feliz.
- ¿Pero no sé cómo, ni qué comprar?
- Rómpete la cabeza. Tú eres una persona importante, y una persona importante es una persona que se rompe la cabeza para cosas importantes. Si no tienes ninguna idea, compra flores, escribe una poesía, o piensa en alguna otra cosa. No digas que no tienes tiempo para eso. ¡Tú tienes tiempo! Haz algo importante, como una persona importante. Si tú harás esa importante acción, D's bendecirá muchas cosas importantes que tú haces. "Y la paz será contigo, con tu casa, y con cuanto tienes" (Shmuel Alef 25:6), mi importante amigo.                                                              


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Kidush
Para cumplir la mitzva de la mejor forma, todos los que están reunidos para cumplir con la obligación del Kidush deben probar un poco del vino, incluso si el que recitó el Kidush bebió todo el volumen necesario, y todos ya cumplieron de esa forma con la obligación del Kidush[1].
El vino que se utiliza para hacer el Kidush no debe ser defectuoso [es decir, no bebieron de la copa anteriormente como fue aclarado en los artículos precedentes], y lo mejor es que también los que están reunidos beban de un vino que no es defectuoso[2].
Cuando los que están reunidos beben de la copa de vino del Kidush, a pesar de que el que recitó el Kidush ya bebió de ella, no necesitan corregir el vino [como fue aclarado anteriormente cuando se trata de un vino defectuoso], y no se considera que beben de un vino defectuoso, porque todos son como el que recita el Kidush mismo[3]. Pero si después que bebió de su copa el que recitó el Kidush pasa el vino a las copas de los que están reunidos, es considerado vino defectuoso[4]. Para que los que están reunidos también beban de un vino corregido, antes de pasar el vino de su copa a las de los demás lo corregirá agregando un poco de vino de la botella, y solo después pasará el vino a las copas de los demás[5].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 271 inciso 14. Mishná Brurá inciso 71).
Y si no tiene suficiente vino para Kidush y Habdalá, es preferible que beba sólo el que recita el Kidush [y si no puede, alguno de los que están reunidos] “melo lugmav”, y el resto de los que están reunidos no beberán en absoluto, para que le quede vino para Habdalá (allí, Mishná Brurá y Shaar HaTziun inciso 73).
Y véase Maguen Avraham (inciso 23) citando a Rashi y el Ra”n que probar de la copa del vino es bueno para curar la vista de la persona.

[2](allí 17, Mishná Brurá inciso 83, Kaf HaJaim inciso 107).
[3](allí, Shaar HaTziun inciso 89).
[4](Allí).
[5](allí, inciso 17).