Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Ekev     20 de Av 5777     No 1131


Los tormentos de Eretz Israel
Rav Azriel Ariel
(reimpresión)

Es difícil ser judío. Y más aún – en Eretz Israel (la Tierra de Israel). Es sabido lo que dijeron nuestros sabios (Brajot 5A): “Tres regalos le concedió D’s a Am Israel (el Pueblo de Israel), y todos ellos se obtienen a través del sufrimiento: Torá, Eretz Israel y Olam HaBa (mundo venidero)”.
Con respecto a Eretz Israel, que se adquiere a través del sufrimiento, aprendemos en nuestra Parashá: “Y debes recapacitar en tu corazón que como un hombre atormenta a su hijo, así el Eterno, tu D’s, te atormenta a ti”, y a continuación – “porque el Eterno, tu D’s te trae a una tierra buena... tierra de trigo y de cebada... de aceite y de miel” (Dvarim 8:5-8).
Cabe preguntar: Si D’s nos concede la tierra como regalo, ¿por qué debemos adquirirla a través del sufrimiento? La respuesta no es sencilla, y trataremos de entenderla con la ayuda del Mahara”l de Praga en su “Sendero de los Tormentos” (Cap. 2):
“Porque Eretz Israel es kdoshá (santa), y Am Israel no era merecedor de ese nivel de kdushá y de poder heredar la elevada tierra kdoshá, hasta que sufrieron los tormentos, que purificaron sus almas a través del distanciamiento del cuerpo, y de esa forma lograron ser merecedores de recibir ese nivel de kdushá”.
La respuesta del Mahara”l, es más incomprensible que la pregunta misma. ¡¿Eretz Israel no es adecuada para nosotros, y nosotros – no somos adecuados ni merecedores de vivir en ella?!
El vínculo entre todo pueblo y su tierra – es un vínculo natural, que se genera a lo largo de la historia. Pero el vínculo entre Am Israel y Eretz Israel es de una esencia distinta. Desde el punto de vista histórico – esta no es nuestra tierra, ni nuestra patria. El padre del pueblo, nuestro patriarca Avraham, no nació en ella. Él vivió en ella como un extranjero, que llegó de Ur Kasdim. El pueblo se formó en la tierra de Egipto, y la Torá la recibió en el desierto. Durante la mayoría de nuestra historia, la mayoría del pueblo estuvo en el exterior. Eretz Israel – como es explicado en el final de nuestra Parashá – es la tierra de D’s. Su clima y el sustento en ella – no se rigen por las leyes naturales, sino que todo se rige según la Hashgajá (Providencia Divina) directa. El vínculo entre Am Israel y su tierra no es natural, sino que Divino. Y es por eso que ese vínculo fue forjado justamente en forma contraria a la naturaleza. Nosotros amamos nuestra tierra no sólo porque nos es agradable en ella, sino que justamente porque debemos pagar un alto y doloroso precio por vivir en ella. Y es ese alto precio el que recalca el valor de nuestro asentamiento en ella. Si Eretz Israel pudiese ser una tierra rica, en la que reinasen la paz y la tranquilidad - como Suiza, por ejemplo - podríamos llegar a desearla por sus ventajas materiales. Pero D’s eligió para nosotros una tierra difícil, desde el punto de vista del clima y el sustento; una tierra que yace entre los dos grandes imperios del mundo antiguo – Egipto y Babilonia; una tierra que se encuentra en el corazón del hostil mundo Musulmán y en el foco del interés del mundo Cristiano, que también nos es hostil; una tierra que se encuentra al lado de rebosantes pozos de petróleo, pero es pobre en recursos naturales. En una tierra como esa, no podremos subsistir si no lograremos comprender el profundo sentido de su kdushá. No podremos subsistir en ella sino que a través de un profundo sentido del objetivo y la meta; una meta que para ser recalcada, explicada y ser llevada a la práctica en las halajot prácticas – es consagrado todo el libro Mishné Torá, es decir, el libro Dvarim (Deuteronomio).


Rav Shlomó Aviner

¿Qué tiene que ver?
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Hay muchos religiosos nacionalistas que piensan que hay que ceder en cuanto al Kotel (el Muro de los Lamentos) y permitirle a los reformistas rezar allí. No se debe alejar judíos que respetan la Torá y las mitzvot, sino que acercarlos. ¿Qué piensa el Rav al respecto?
Respuesta: ¿Qué tiene que ver con el sionismo religioso? No está relacionado. Por supuesto que se debe acercar a las personas a la Torá, pero no lo contrario - es decir, acercar la Torá a las personas. No se cambia la Torá para los reformistas. El Kotel es el Beit Kneset (Sinagoga) más santo en todo el mundo, y todo el que quiere venir a rezar allí es bienvenido. Pero nosotros no cambiaremos la Torá para permitir un rezo que no es según la halajá.
Pregunta: Hay una ley de conversión que permitirá solamente conversiones bajo la órbita de la Rabanut HaRashit (Supremo Rabinato). ¿Cuál es la opinión de los rabinos sionistas religiosos al respecto?
Respuesta: Nuevamente, ¿qué tiene que ver con el sionismo religioso? No puede ser que cada uno convierta al que quiera, como quiera. La conversión es un tema genérico del pueblo. No puede ser que el Rav fulano determine que una persona es judía, y el Rav mengano determine que es gentil. En cuanto a la comida kasher se puede arreglar de alguna forma si un Rav dice que es kasher y otro dice que no, se puede comer o no - pero no se puede hacer así tratándose de conversión al judaísmo.
Pregunta: ¿Pero hay rabinos sionistas religiosos que tienen cortes de conversión particulares?
Respuesta: Tercera vez, ¿qué tiene que ver con el sionismo religioso? No hay una conversión sionista religiosa, sino que la conversión es un asunto genérico, de todo el pueblo. Hay un solo país, un solo ejército – y una sola conversión. En general, la conversión es para unos pocos elegidos. El Rav Kuk era muy cuidadoso en cuanto a temas de conversiones, ¿quizás el converso no respetará y cuidará las mitzvot? Y esa es la situación de muchos conversos, lamentablemente. Por ello, debe haber reglas genéricas de la Rabanut HaRashit para todos.
Pregunta: En el partido “HaBait HaIehudí”, cada parlamentario tiene otra opinión en cuanto a la conversión. ¿Es correcto? ¿Por qué el partido sionista religioso no acepta la opinión de los Rabanim?
Respuesta: Cuarta vez, ¿qué tiene que ver con el sionismo religioso? Hay una sola Torá para todo Am Israel (el Pueblo de Israel). Amamos a los políticos, y valoramos a los políticos, pero los que determinan la halajá son los talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá), y no los parlamentarios.
Pregunta: En cuanto al Kotel y la conversión, ¿hay alguna forma de llegar a un acuerdo con los reformistas?
Respuesta: Una vez dijo el Jafetz Jaim respecto a los acuerdos que se necesita que ambas partes lo acepten. Por ello, tenemos que encontrar alguna fórmula que sea firmada por los reformistas, y luego sea firmada por D’s. Hazle una entrevista en la radio, y que D’s te firme algún acuerdo en cuanto a la halajá                                                              


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Kidush
La cantidad de vino anteriormente mencionada que es obligación beber de la copa del Kidush, debe ser bebida sin ninguna interrupción importante, es decir no debe demorarse en su bebido – desde que comienza a beber hasta que termina – más que lo que lleva “beber un reviit [1]. Y por lo menos no debe demorarse demasiado, más de lo que lleva “comer un pras [2], porque si se demora más que eso, lo que bebe al principio no se suma con lo último para completar la cantidad necesaria de “melo lugmav”, y es como si no hubiese bebido todo ese volumen[3].
Hay que cuidarse que el que recita el Kidush él mismo beba toda la cantidad de vino necesaria, es decir, “melo lugmav”. Pero si el que recita el Kidush no puede beber toda esa cantidad él mismo, por ejemplo, porque el vino perjudica su salud, el que recita el Kidush beberá sólo un poco de vino, y la cantidad necesaria será bebida por alguno de los que escuchan el Kidush de él para cumplir con su obligación[4].
Si el que recita el Kidush no bebió la cantidad necesaria de “melo lugmav”, ni tampoco ninguno de los que escucharon el Kidush
de él bebieron esa cantidad, no cumplieron con su obligación de Kidush[5].


[1]Esa es la cantidad que una persona común se demora en beber reviit, cuando no lo bebe de una vez sino que de dos tragos, como corresponde según la buena educación (Shuljan Aruj, 210, Shaar HaTziun inciso 11).
[2]El lapso de tiempo “para comer un pras” hay quienes dicen que es 2 minutos, y hay quienes opinan que es 4 minutos (Shiurin Shel Torá, Shiurei HaMitzvot inciso 30).
[3](271, Mishná Brurá inciso 68, Shaar HaTziun inciso 69, Kaf HaJaim allí inciso 83). Porque incluso según las opiniones que dicen que si se demora más que lo que lleva beber reviit se suma todo lo que bebió, de todas formas si se demoró más de lo que demora comer un pras, no se suma lo primero que bebió con lo último.
[4](allí, inciso 14, Mishná Brurá inciso 73, Biur Halajá comienza veiesh omrim dekeivan, Biur Halajá comienza sheim lo taam, Kaf HaJaim allí inciso 86 y 92).
Y escribió Mishná Brurá (allí) que si ya lo hizo, coincidieron muchos de los Ajaronim que incluso si el que recita el Kidush no bebió “melo lugmav” ni tampoco ninguno de los que lo escucharon, de todas formas si sumando lo que tomaron todas las personas que escucharon el Kidush [y cumplieron con su obligación de esa forma] se llegó a ese volumen, cumplieron con su obligación. Pero todo eso es cuando lo que bebieron todos juntos fue durante un lapso de tiempo menor de lo que lleva comer un pras.

[5](allí, Mishná Brurá inciso 64, Biur Halajá comienza tzarij lishtot al pi hagmara). Y véase en Kaf HaJaim (allí, inciso 82) que citó al Beit Iosef que cumple con la mitzva, pero no la cumplió de la mejor forma. Pero Maguen Avraham (inciso 32) escribió que el Beit Iosef cambió su opinión, y finalmente opina que si no bebió no cumplió con la obligación. Y véase Kaf HaJaim (allí, inciso 99).