Beahavá Ubeemuná
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Pesaj     21 de Nisan 5768     Shviy


Un mar sin límites
Rav Eial Vered

En muchos sentidos se puede entender de los versículos y de la Hagada misma que Kriat Iam Suf (la separación de las aguas del mar Suf) fue un acontecimiento más sublime que la Salida de Egipto misma. D's ordena las cosas de forma tal que los egipcios persigan a los Hijos de Israel, para completar algo que todavía no fue hecho en Egipto: "En Egipto recibieron diez plagas, y en el mar recibieron doscientas cincuenta plagas" (Hagada de Pesaj).
Qué tiene de especial Kriat Iam Suf que la convierte en una innovación espiritual por encima de las diez plagas?. Acaso el extermino físico de los egipcios – lo que podría haberse hecho anteriormente?. Acaso un nuevo milagro – por más grandioso que sea – constituye algún agregado cualitativo a los grandes milagros que antecedieron en las diez plagas?.
Hay un agregado muy significativo en Kriat Iam Suf, muy por encima de lo que sucedió anteriormente. Para salir de Egipto realmente, para ser merecedores de recibir la Torá, se necesita no solamente quebrar el yugo de la esclavitud, sino que edificar un nuevo sistema de leyes. En ese sistema quedará claro que el espíritu - el espíritu de Israel, su alma y su existencia en sí – es una ley básica de la realidad, frente a la cual todas las otras leyes se anulan y se doblegan.
En Egipto – con todas las numerosas maravillas y milagros que sucedieron – todavía no fue anulada ninguna ley natural. Todas las diez plagas son fenómenos naturales en esencia, que surgieron en cantidades excepcionales, o en un momento excepcional. El agua continuó siendo líquida – pero no era potable. Los piojos – son criaturas muy comunes, y también las bestias salvajes. La peste es una enfermedad conocida, también la langosta es una plaga común, y también las llagas. Y también la oscuridad nos es conocida como un fenómeno natural. Incluso la muerte de los primogénitos: La muerte es un fenómeno natural, y ninguna ley de la naturaleza fue quebrada. Por supuesto, a pesar de ello todas ellas son milagros excepcionales, ya que fue la Mano de D's que se encargó que lleguen en el momento necesario, en esa cantidad y de esa forma – pero si D's decidió hacer recaer sobre los egipcios diez plagas de forma tal que no violen las leyes naturales y sólo las lleven a su extremo, eso insinúa que existe un nivel más elevado al que se debe llegar – el nivel de Iam Suf.
La existencia material comenzó con el agua: "La tierra era confusión y vacío, y la oscuridad sobre la superficie del abismo, y al aliento Divino surcaba sobre las aguas" (Bereshit 1:2). El agua constituye el principal y significativo componente de todo organismo. El Mahara"l de Praga dice que de momento que el agua no tienen forma propia, constituye la existencia material en esencia. Y es el agua la ley de existencia que gobierna en Egipto – que le rinde culto al Nilo, su fuente de agua.
El agua es una ley de la existencia, y no se la puede cambiar: "El abismo, como un ropaje, la cubre. Sobre los montes se afirman las aguas… les pusiste un límite para que no lo traspasen, para que las aguas no vuelvan a cubrir la tierra" (Tehilim 104:6-9). El mar es la sublime expresión de esa ley de la existencia – y es esa ley que Am Israel (el Pueblo de Israel) quebranta!.
De esa forma es aclarado que hay una ley básica, ley de todas las leyes, una ley que es capaz de quebrantar todas las leyes de la existencia material que nos son conocidas, y es capaz de generar un sistema de leyes distinto, nuevo, que lleva dentro de él un mensaje de libertad para todo el mundo: La ley de Israel.
Esa nación parte las aguas no por merito de los rezos, y por supuesto que no por mérito de la Torá que aún no ha recibido, sino que por merito de su existencia en sí y su esencia espiritual: "Y le dijo el Eterno a Moshé, por qué clamas a Mi?. Dile a los Hijos de Israel, y partan!" (Shmot 14:15). Los Hijos de Israel marchan, y rasgan una de las condiciones de la creación en sí. El mar intenta oponerse, arguye con firmeza que él cumple con el papel que le fue asignado en los seis días de la creación y no está dispuesto a partirse de ninguna forma. Pero nos encontramos en el séptimo día, y debe manifestarse la ley del 7 – que se encuentra por encima de los 6 días de la creación natural. Ha llegado el momento que la condición que estipuló D's con el mar en su creación – que cuando llegue Am Israel frente a él se parta con sumisión y humildad – se manifieste. Y no solo se partirá, sino que también les será una muralla de protección, "y las aguas les eran una muralla, a su diestra y su siniestra" (Shmot 14:22).
Eso ya es un agregado cualitativo en relación a las diez plagas de Egipto. La ley más básica de la existencia material fue desintegrada, y de ahora en más hay otra ley que gobierna la existencia material – la ley de existencia de Israel, que antecede y es más elevada que todas las leyes materiales: "Las montañas podrán alejarse, y podrán moverse las colinas, pero Mi misericordia no se alejará de ti, ni será anulado Mi pacto de paz, dice el Eterno, quien tiene compasión de ti" (Ishaya 54:10).
No se puede recibir la Torá sin antes pasar por el mar. Kriat Iam Suf fue un sumergimiento en la mikve colectiva de todo Am Israel, que lo purificó como preparación para recibir la Torá. Y el punto álgido de ese acontecimiento es el reconocimiento, la vivencia, que Israel antecedió a la creación del mundo, y por ello le corresponde recibir la Torá que antecedió también ella al mundo, que es el orden interno del mundo. Y de ahora en más, en vez de las aguas materiales que nos son conocidas, tendremos otras aguas, más elevadas: "Todos los sedientos, venid por agua" (Ishaya 54:1) – "agua, es Torá".
La capacidad de separar las aguas es muy singular, y Am Israel en todas las generaciones continúa marchando y cortando las aguas, una y otra vez. Cuando entramos en Eretz Israel (la Tierra de Israel), el río Iarden también fue cortado. Y también en los años de nuestra galut (exilio) fueron quebradas una y otra vez todas las leyes de la estadística y las leyes de las probabilidades. Y también en esta última gueulá (Redención) fueron quebradas todas las leyes históricas conocidas, y un pueblo disperso y disgregado volvió a vivir una vida independiente en su tierra.
Y todavía se encuentra delante de nosotros un largo camino. Muchas aguas hay en nuestro camino que quebraremos, muchos pantanos culturales que parecen ser imposibles de surcar, muchas olas amenazantes que producen espanto, olas tempestuosas que amenazan tragarnos. Y todas esas aguas quebraremos!. Nuestra ley es "La" ley de la existencia, "muchas aguas no podrán apagar el amor, y los ríos no podrán lavarla", el fuego del amor interno que arde dentro nuestro, el amor por D's, nunca se extinguirá.
El séptimo día de Pesaj es como el shabat de la salida de Egipto. Las diez plagas son como los seis días de nuestra actividad diaria, y Shviy de Pesaj es el nivel del 7, el nuevo nivel que se revela en la realidad, como el shabat. Y por ello, ese día determina una festividad propia, en la que las aguas fueron cortadas y se reveló la potencia de la esencia espiritual de Am Israel – y fue completada la Salida de Egipto. 

Midreshet Majón Orá

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La levadura y el amasado
Rav Lior Engelmann

Esta Matza (pan ácimo) que comemos en Pesaj simboliza entre otras cosas la humildad (Zohar, Jelek Bet 40:2). Ella no se infla por encima de sus dimensiones verdaderas, no pretende verse más grande y más llena – como el pan con el que nos encontramos en los demás días del año, cuyo volumen es grande, y su apariencia es ostentosa. Para que realmente podamos darle las gracias a D's en Pesaj – por habernos elegido de entre todos los pueblos, y habernos sacado de Egipto – y para adoptar auténticamente la buena virtud de la fe, debemos primeramente adquirir la humildad. Sin ella, no seremos capaces de aceptar auténticamente el yugo Divino, y sin ella por supuesto que no podremos decir con todo el corazón frente a las bondades que nos prodiga D's: "Suficiente!" (Hagada de Pesaj).
La brecha entre la apariencia arrogante del pan y la forma sencilla de la Matza está relacionada con dos factores: La levadura, y el dejar de amasar. Si se le agrega levadura a la masa, ella fermenta. Pero también si no se le agrega levadura, y se deja una masa de agua y harina sin actividad durante 18  minutos, ella fermentará y se inflará – y dejará de ser Matza.
La levadura, simboliza un factor que llega "de afuera" y produce la fermentación y la ilusión de grandeza. La masa no fermentó en base a la harina y el agua propia, no es por su cualidad que se ve tan ostentosa, sino que es por algo que no es de ella, por la levadura que toda su acción es inflarla.
La persona que se mira a sí misma con sinceridad, que ve qué es realmente y cuál es su vida no se "infla" con facilidad: Por el contrario, se colma de humildad. Justamente por conocerse a sí mismo y por ser conciente en forma precisa de su valor – eso lo hace verse en este mundo en su dimensión auténtica, sin que se eleve a sí mismo por encima de su verdadero valor. La soberbia surge cuando la persona no es conciente de quién es realmente. Por lo general, ella llega "de afuera": Alguna fuerza externa hace "fermentar" en la persona la sensación del orgullo. Puede ser su situación económica o el título del que fue merecedor, a veces es un cargo que es acompañado de autoridad, o relaciones con personas importantes, o sencillamente alguna aptitud de la que fue merecedora. Los aplausos y el respeto que recibe del entorno son la levadura que provoca la fermentación. Todos ellos y muchos otros se transforman en levadura, que agrandan e inflan a la persona, hasta tal punto que se olvida a sí misma y se encandila – y su soberbia se eleva hasta el cielo…
Pero a veces la causa la fermentación llega de por sí misma, cuando se deja de amasar la masa – y también tratándose de las personas, a veces la inactividad es la fuente de la gran soberbia. El amasado es símbolo del movimiento y la superación, es símbolo de la labor interna de nuestra "masa", cuando cada uno intenta elevarla lo mejor posible. Mientras la masa sea amasada por nuestras manos, no hay peligro que fermente: Es como si ella fuese conciente que todavía tiene mucho por trabajar y aprender, superarse y cambiar, y no puede descansar pensando que ya ha llegado a su destino. Pero cuando se deje descansar la masa, y ella sentirá que ya ha llegado a su meta – fermentará, se enorgullecerá y se inflará. Cuando la persona siente que ha llegado a su descanso y a su meta – esa es la trampa del orgullo.
La pregunta básica en Pesaj, es "qué tiene de diferente?". Pretendemos aclarar en qué somos diferentes en comparación al año pasado, intentamos verificar si todavía seguimos amasando nuestra masa – nos esforzamos en el corregimiento de nuestras virtudes, en nuestro culto a D's – o quizás ya hemos comenzado a aceptarnos a nosotros mismos como somos, lo que nos hace dejar de "amasar". Pesaj cae en el primer mes del año, el principio de la renovación, que le exige a la persona encontrarse toda su vida en el "amasado", una vida de movimiento perpetuo con el objetivo de cambiar y renovarse continuamente, el amasado que encierra el secreto de la humildad.
No nos dejemos engañar por el recostado al lado izquierdo de la noche del Seder: No se trata de un descanso falto de acción, que trae consigo el pecado de la soberbia. Se trata de un recostado para cumplir la voluntad de D's, nuestro amo. Por el contrario, de esa forma expresamos que estamos dispuestos a amasar con alegría sin fin la masa de nuestra vida, una vida de sirvientes de D's cuya labor es también su felicidad.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
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