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Alimentación sana (segunda parte)
Rav Shlomó Aviner
(Beahava Ubeemuna No492)

Alimento sano - Es la segunda regla del Ramba"m. Por supuesto, si alguna vez has comido algo insalubre no has trasgredido una prohibición de la Torá. Pero es correcto comer alimentos sanos; es una mitzva de la Torá. No hay siquiera necesidad de mencionar el consumo del alcohol, pero los tres grandes alimentos perniciosos son: Grasas animales, azúcar y sal. Por ello, disminuye el consumo de alimentos industriales elaborados, que están colmados de esos tres, aparte de otros aditivos como color y gusto artificial, preservativos. Y encima tienen un bajo contenido de fibras, minerales y vitaminas.
Evita las grasas animales. Las grasas animales - llamadas grasas saturadas - generan el colesterol que produce enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos, opresión en el pecho y apoplejía - y constituye la enfermedad más letal en nuestro país y en los demás países desarrollados. Se encuentran en la carne vacuna, en el pescado, aceite, huevos, manteca, quesos grasos, queso duro, crema, crema batida y algunos aceites vegetales como el aceite de coco y de palma. También se encuentran como aditivos en alimentos no elaborados: Fiambre, salchicha, hamburguesa, tortas, galletitas, helados, golosinas, papas fritas, margarina, mayonesa y chocolate. Y la comida frita, es peor aún que el aceite en sí. Come aceites vegetales, aceite de oliva, palta, nueces, semillas de girasol, sésamo, soya, margarina con bajo contenido graso, leche descremada, pescado magro y pollo sin piel. Proteína vegetal: Trigo integral, cereales integrales, arvejas, porotos, nueces. Y todos ellos, por supuesto, en medida.
Evita el azúcar. "No se debe comer los alimentos dañinos para el cuerpo, incluso si son dulces" (Ramba"m, Hiljot Deot 3:2). El cuerpo no puede asimilar cantidades tan grandes de azúcar, el sistema metabólico se desmorona, y además el azúcar es acumulado bajo la forma de grasas. Y también produce caries en los dientes. Ese gran enemigo es como un terrorista, que se encuentra en cualquier lado: Tortas, galletitas, baffles, helados, golosinas, dulces, chocolate, crema de chocolate, bebidas dulces - cuando cada vaso contiene cinco cucharitas de azúcar. Dicho sea de paso, también los refrescos dietéticos con edulcorantes artificiales no son sanos. Bebe agua, y con el tiempo notarás cuán sabrosa es. Mientras tanto, agrega agua a los refrescos en forma gradual. Cuídate también del azúcar marrón, que daña casi en la misma forma, también la miel. Las frutas dulces, por supuesto que son buenas - pero sin exagerar.
Evita la sal. También ella produce daño: Alta presión sanguínea, derrames cerebrales, enfermedades de los vasos sanguíneos y de los riñones. Ese veneno también se encuentra en todos los alimentos procesados industrialmente: Galletas, fideos, sopa en polvo, productos industriales de todo tipo, verduras conservadas, salchichas, salsa de soya, jugo conservado, aceitunas y pepinos conservados en sal, frituras, semillas saladas, sardinas, queso salado, pescado salado. Para confundir a los consumidores, anotan en la envoltura "sodio" en vez de sal. Y hay que saber: 1 gramo de sodio = 2.5 gramos de sal!. En resumen: Se encuentra en casi todo lugar, y le agregan sal cuando lo cocinan, y luego en la mesa. Por lo tanto, esfuérzate por comprar alimentos con bajo contenido de sal, y "no siembres sal sobre las heridas".
Come fibras. Nuestro gran Rav, el Ramba"m, escribió que uno de los factores para conservar la salud es que "la digestión sea liviana" (Hiljot Deot 4:14), es decir, una correcta digestión. Por lo tanto, come fibras - el elemento duro de los alimentos que no es digerido, aumenta el volumen de la comida saciando más rápido y beneficia la correcta digestión. Se encuentran en las frutas, las verduras y las cáscaras. Tampoco comas harina blanca - que no tiene minerales, ni vitaminas, ni fibras y por ello es difícil de digerir, y sacia menos. Come pan integral, arroz integral, cereales integrales.
Come frutas. Contienen fibras que ayudan a la digestión. Pero también su consumo debe ser limitado: Recuerda, azúcar!.

Come abundantes verduras. Sobre todo verduras no cocidas, ensaladas y verduras frescas, o medio cocidas al vapor. Por lo menos dos veces al día. Son ricas en fibras y vitaminas, y tienen un bajo contenido calórico.
Toma agua. Bebe en abundancia, varios litros por día. La falta de agua produce muchas enfermedades, pero la abundancia de agua nunca daña. Bebe incluso cuando no sientas sed. El agua también ayuda en la digestión. Por supuesto, no debes beber alcohol, café, té ni bebidas dulces.
Alimentación equilibrada. Estas son algunas recomendaciones, y el resto debe ser estudiado. Compra un libro que trate de la correcta alimentación, y léelo. No inventes dietas, sino que aconséjate con un dietista profesional, de la sociedad médica. Y efectúa análisis médicos periódicos. El menú debe ser variado, y contener los seis elementos indispensables de la alimentación: Todos los minerales, todas las vitaminas, fibras, carbohidratos, grasas y proteínas. Ni poco, ni en exceso.
Quizás tu digas: "Entonces, viviremos en un monasterio de ascetas!". No. No hemos dicho que se debe hacer una revolución, de un día para el otro, sino que paulatinamente. Reduce gradualmente tu consumo de grasas animales, azúcar y sal. Acostúmbrate a comer frutas y verduras. Y a tus niños, acostumbra a comer correctamente desde su tierna infancia.
En forma gradual, aprenderemos a degustar el maravilloso sabor de los alimentos sencillos que D's creó en Su mundo.