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Rosh HaShana y Shabat
Rav Azriel Ariel
(Beahava Ubeemuna No583)

En la Torá son mencionados dos Rosh HaShana (principio del año) principales. El más destacado, es justamente el primer día del mes de Nisan: “Este mes os será el principio de los meses, os será el primero de los meses del año” (Shmot 12:2). Ese día es poco significativo en el plano de la halajá, y en la práctica influye en dos campos: Los años de los reyes de Am Israel (el Pueblo de Israel) son contados a partir de ese día, y es también el comienzo del nuevo año en lo que respecta a las ofrendas – cuyas últimas consecuencias prácticas son tratadas en Masejet Shkalim.
El primer día de
Tishrei, en contraste, es Rosh HaShana desde el punto de vista de la agricultura, como está dicho: “Los ojos del Señor, tu D’s, están siempre sobre ella [la tierra], desde el principio hasta el fin del año” (Dvarim 11:12). También el año de Iovel (año de jubileo, cada 50 años) comienza en Tishrei: “Entonces harás resonar el Shofar en el mes séptimo, en el décimo día del mes, en Iom Kipur haréis que el Shofar suene en toda vuestra tierra. Santificaréis, pues, el año quincuagésimo… jubileo, pues, os será el año quincuagésimo” (Vaikrá 25:9). También el año de Shmita (año sabático, cada 7 años) concluye en el mes de Tishrei: “Al fin de cada siete años en el tiempo señalado del año de remisión, en la fiesta de Sucot…” (Dvarim 31:10). Y de ello aprendieron nuestros sabios que “el primer día de Tishrei, es Rosh HaShana… para la cuenta de Shmita, Iovel, de la plantación y de las verduras” (Rosh HaShana 1:1) – es decir, para todas las mitzvot relacionadas con la agricultura. Nuestros sabios agregaron que se trata del comienzo del año para los reyes de los gentiles, y también el día de la creación del hombre: “Este es el día del comienzo de Tu obra, en recuerdo del primer día” (Rezo de Rosh HaShana), mientras que la creación de Am Israel es en el mes de Nisan.
Entonces, tenemos dos Rosh HaShana: El Rosh HaShana nacional, Rosh HaShana del kodesh (lo sacro), que se expresa en la halajá en el plano del Beit HaMikdash (El Templo) y del pueblo kadosh. Y en contraste, tenemos otro Rosh HaShana universal, un Rosh HaShana más laico, que se expresa en la halajá en el plano secular de la vida: La economía y sus halajot, y el reinado de los gentiles.
Por ello, el rezo de Rosh HaShana habla principalmente de la corrección genérica del mundo, y no de nuestra singularidad nacional. En ese día se recalca principalmente el papel de Am Israel para con todo el mundo. Y en contraste, los tres Regalim (Pesaj, Shavuot y Sucot) – que comienzan en el mes de Nisan – se centran en nuestra singularidad nacional, cuyo corazón es el Beit HaMikdash.
A eso le debemos agregar otro principio. En la creación del mundo material, el día es considerado posterior a la noche, el período de actividad es considerado posterior al descanso preparatorio: “Hubo noche, y hubo día” (Bereshit 1:5) [el día comienza por la noche, y no por la mañana. N. del T.]. “La noche fue creada para descansar” – su objetivo es permitirnos juntar fuerzas para el trabajo de la mañana siguiente. En forma similar, en el ciclo agrícola anual en Eretz Israel (la Tierra de Israel) el verano es la época de actividad, cuando se cosecha, y es considerada posterior al descanso, de momento que el año comienza en el mes de Tishrei: Se comienza en invierno, el período de descanso, el momento en que las semillas son enterradas en la tierra y comienzan a crecer, con la ayuda de la bendición Divina. Pero en el mundo del Beit HaMikdash, la noche es considerada posterior al día [el día comienza por la mañana. N. del T.]: Las partes de los sacrificios que deben ser quemadas son incineradas por la noche. Y si llega la mañana del nuevo día, los sacrificios son considerados inaptos. El período de actividad física es sólo una preparación para la actividad espiritual del período de descanso físico. “La noche fue creada para estudiar”. Y en forma similar, en el mundo espiritual del Beit HaMikdash y el Reinado de Israel, el invierno - en el que hay más tiempo para estudiar la Torá - llega después del verano, que es consagrado al exigido trabajo de los días de la cosecha.
En la época de la galut (exilio), Rosh HaShana es el primer día de Tishrei: No hay Beit HaMikdash, no hay Reinado de Israel, no hay Reinado de D’s. El primer día de Nisan es olvidado. Los años del reinado no son contados en base a él, y por supuesto que de momento que no hay Beit HaMikdash no tiene sentido determinar cuál es el momento propicio para traer las ofrendas. El trabajo diario, la vida cotidiana, las necesidades de la subsistencia son los que marcan el paso de la actividad. El período de descanso tiene por objetivo solamente juntar fuerzas para seguir subsistiendo. Todavía no se puede invertir el orden: Trabajar para que en los períodos de descanso físico nos elevemos a las cimas del kodesh.
Pero la raíz del mundo del kodesh se encuentran en lo profundo del mundo secular: El día de shabat, que fue creado al término de la Creación del Mundo. Y en efecto, el shabat tiene dos contenidos: Descanso – “y descansó D’s en el séptimo día” (Shmot 20:10) – y reposo – “mas en el séptimo día, fue shabat y reposó” (Shmot 31:17). El descanso – como el sueño – es una preparación, juntar fuerzas para el próximo día. Mientras que el reposo, tiene valor en sí mismo, cuando todos los días de trabajo que lo anteceden son una preparación para llegar a él. El shabat judío llega al término de la semana, como la conclusión de toda ella, como el anhelo de todos los días que apuntan a él. Mientras que su imitación gentil llega justamente al principio de la semana de trabajo, como un día de descanso que posibilita juntar fuerzas para los días de actividad.
El Rosh HaShana del mes de Tishrei que cae en shabat, nos hace encontrarnos con ambos contenidos al unísono: Un Rosh HaShana del año secular, que comienza con el descanso del invierno, que nos
permite juntar fuerzas para la actividad del verano, junto con la kdushá del shabat, que es la meta de todos los días de actividad, cuya última cima es “un día que todo él será shabat y descanso, para toda la eternidad” (Birkat HaMazon de Shabat).