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Rav Dov Bigún Un pueblo como león

En la actualidad
(Beahavá Ubeemuná No572)

“Y Balak, hijo de Tzipor, vio todo lo que había hecho Israel al Emorita” (Bamidvar 22:2). Comenta Rashi: “Se dijo Balak; esos dos reyes en los que confiábamos - Sijon rey de los Emoritas y Og rey del Bashan – no pudieron hacerles frente. Entonces nosotros, por supuesto que no!. Por ello está escrito a continuación: ‘Y se atemorizó Moav en gran manera a causa del pueblo, porque era numerosos, y Moav estaba perturbado con motivo de los Hijos de Israel’ (Bamidvar 22:3)”. Ellos le temieron a Am Israel (el Pueblo de Israel) hasta tal punto que perdieron las ganas de vivir. Y por miedo a Israel pactaron la paz con los Midianitas – a pesar que siempre se odiaron.
La aplastante victoria de Israel frente a Sijon y Og atemorizó mucho a los Moavitas y a los Knaanitas, como escuchamos decir a Rajav a los espías que envió Ioshua: “Yo sé que el Eterno os ha dado esta tierra, y que el terror a vosotros ha caído sobre nosotros, y que han desmayado todos los habitantes del país a causa de vosotros, porque hemos oído decir cómo el Eterno secó las aguas del Iam Suf delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que hicisteis a los dos reyes de los Emoritas que estaban de la otra orilla del Yardén, a Sijon y a Og, a quienes destruísteis. Y como lo hubimos oído, se nos derritió el corazón y no ha quedado ya aliento en hombre alguno a causa de vosotros” (Ioshua 2:9-11).

En la actualidad, de la misma forma que en el pasado las victorias de Israel derritieron el corazón de nuestros enemigos - los Emoritas, los Moavitas y los Knaanitas - y no se atrevieron a hacernos frente, también en nuestros días así debe ser. Sólo si venceremos a nuestros enemigos una victoria aplastante lograremos que los árabes reconozcan nuestro legítimo derecho de vivir en nuestro país tranquilamente y en paz, a lo largo y a lo ancho de toda nuestra tierra. Para vencer a los árabes – primero debemos unirnos “como una sola persona, en un sólo corazón”. En vísperas de la Guerra de los Seis Días el Primer Ministro Levi Eshkol inteligentemente agregó al gobierno a Menajem Beguin, formando un gobierno de unidad nacional – y gracias a esa unión contamos con la ayuda Divina, y vencimos a los enemigos que se preparaban para atacarnos. También en nuestros días, primeramente debemos formar un gobierno de unidad nacional. Y luego, podremos disuadir a nuestros enemigos y contrarrestar el peligro palpable que amenaza a nuestro país dentro de él y también por fuera, la amenaza de Irán y los demás países árabes. Y de esa forma contaremos también con la ayuda Divina, y se cumplirán los versículos: “He aquí que el pueblo como león se levantará, y cual león se alzará...” (Bamidvar 23:24), “se agacha, se acuesta como león y cual leona, quién osará levantarlo?” (Bamidvar 24:9).

anhelando la salvación plena
Dov Bigún