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Rav Shlomó Aviner Sderot - el frente de batalla!
Rav Shlomó Aviner
(Beahavá Ubeemuná No571)

Eretz Israel (Tierra de Israel) se adquiere con sacrificio. Cada vez, en otro lado: A veces, en los asentamientos del Neguev, y a veces en los asentamientos del Kineret. A veces en Beit-Shean, y a veces en Kiriat-Shmoná. A veces en Ierushalaim, y a veces en Iesh"a (Iehudá, Shomrón y Aza). Ahora, el frente de batalla es - Sderot!.
"De hierro y cobre serán tus cerrojos" (Dvarim 33:25) - "esos son los valientes luchadores de Am Israel (Pueblo de Israel), que habitan en la frontera y cierran a Eretz Israel como con travesaños de hierro y cobre" (Rashi, allí).
Porque debemos saber que estamos rodeados de pueblos malvados, como abejas, como el fuego que quema los cardos - pero no debemos preocuparnos. Ellos serán derrotados, como  todos los que nos hicieron sufrir en el pasado. Porque D's ha comenzado a salvar a Su pueblo. Porque ya hace más de cien años comenzó el Retorno a Tzion, porque raya el alba. También si es una "alba roja" [código de alerta utilizado en el ejército cuando los cohetes son disparados. N. del T.]. Porque tenemos cientos de millones alrededor nuestro, y dentro nuestro millones. Ahora, es época de guerra - y en la guerra, se necesita valentía.
Gracias a D's, no les tememos. Por supuesto que no se debe temer a despreciables terroristas, que en la práctica no pueden dañarnos - sólo saben asustarnos. Por eso, tenemos prohibido dejarnos vencer. Y en efecto, no les tememos. Ellos son mucho menos peligrosos que los accidentes de tránsito - que asesinan 600 personas por año! - y menos peligrosos que el cigarrillo - que asesina decenas de miles por año!. El verdadero peligro - es el miedo.
Cuentan que un médico malvado quiso demostrarle al Sultán que él es más inteligente que el Rambam, y propuso un extraño concurso: El que logre envenenar al otro, será el médico del Sultán. Por supuesto, el Rambam no era capaz de envenenar a nadie, pero ese médico tenía miedo, y sólo comía de lo que le traían sus fieles sirvientes. Y más tarde, sólo lo que él mismo compraba. El Rambam, siguió viviendo una vida totalmente normal, siguió comiendo en forma corriente, sólo tomaba una muestra de su comida. Cuando volvía a su casa, analizaba en su laboratorio la muestra, y si contenía algún veneno, tomaba el antídoto. Pero el médico malvado cada vez temió más y más: Comenzó a comer sólo verduras que él mismo cultivaba, y bebía leche de un cabrito que tenía atado a su cama. De esa forma, fue adelgazando y debilitándose más y más, hasta que enfermó y murió.
Le dijo el Sultán al Rambam: "Tú eres el más inteligente, has logrado envenenarlo!". "No" - dijo el Rambam - "él no murió envenenado, él murió de miedo!".
Podemos comprender que nuestro Kneset (Parlamento) y nuestro gobierno sienta miedo: También cuando salimos de Egipto, tuvimos miedo de los egipcios frente al Iam Suf - a pesar que éramos 600.000 hombres armados, como acota Rabí Avraham Eben Ezra. Cometimos el Pecado de los Espías, porque tuvimos miedo. Tuvimos que andar 40 años en el desierto, para aprender a ser valientes – así dice el Rambam en su libro "Moré Nebujim". Y como en aquel entonces, también ahora no debemos temer.
Amamos la paz - pero a un enemigo que nos golpea, debemos golpearlo el doble. Incluso si sólo se prepara para atacarnos, debemos madrugarle y acometerlo (Shuljan Aruj, Orej Jaim, 329:6, acotación). Cuando el rey de Amón les afeitó la mitad de la barba y les rasgo la mitad de sus vestidos a los emisarios de David, este salió a luchar contra él. Una exageración?. No!. Porque se comienza de esa forma, y termina de otra mucho peor. Por ello, es MUY moral.
Cuentan que un inglés, un francés y un israelí fueron capturados por una tribu de caníbales. Los ataron, y comenzaron a cocinarlos. Preguntó el inglés: "Puedo pedir un último deseo?". "Por supuesto, qué deseas?". "Deseo ver la foto de la Reina de Inglaterra por última vez". Se la mostraron, y se tranquilizó. "Yo quiero un vaso de vino de mi patria", dijo el francés. Le fue concedido. "Y yo deseo que el jefe de la tribu me dé una patada", dijo el israelí. No parecía ser una petición muy educada, pero se la concedieron. Entonces, con todas sus fuerzas destrozó las cuerdas que los ataban, sacó un revolver, comenzó a disparar y aniquiló a toda la aldea de caníbales. "Si tenías un revolver, por qué no lo utilizaste desde un principio?", le preguntaron sus compañeros. Contestó él: "No quería que después digan que cometí una inmoralidad, por haber empezado a luchar". Si no fuese trágico, sería cómico!.
Y quién es realmente valiente?. Los habitantes de Sderot!. La situación es insoportable, pero con todos los Kasam que amenazan en cada momento a hombres, mujeres y niños - nadie ha abandonado la ciudad!. Eso es sacrificio!. Hay sacrificio en el estudio de la Torá, y hay sacrificio en el rezo. Hay sacrificio en Gush Katif (los asentamientos judíos de la Franja de Gaza), y hay sacrifico en Amona. Y ahora, hay sacrificio en Sderot, semana tras semana, día tras día, hora tras hora. Es un sacrificio por todos nosotros, y todos nosotros nos sentimos allí también. Sacrificio de valientes.