Artículos | Imprimir | Página inicial


Rav Shlomó Aviner Un judío no abandona a su prójimo
Rav Shlomó Aviner
(Beahavá Ubeemuná No547)

Discurso que fue pronunciado en la manifestación por la liberación de Ionatán Polard del 21 de Jeshvan 5766:
Nuestro hermano Ionatán, nos hemos reunido aquí para decirte: Tú eres nuestro hermano!. Y para hacerte saber, más allá del océano y los montes de la oscuridad: No te hemos olvidado!. Sabemos que la mayor mitzva para con el prójimo, es Pidión Shvuim (rescate de cautivos). Se trata de "una gran mitzva" (Baba Batra 8B) como dijeron nuestros sabios, ya que comprende en ella la salvación de todo tipo de desgracias: Del hambre, de la enfermedad, de la muerte y del cautiverio.
A lo largo de todas las generaciones nuestro pueblo kadosh (santo) siempre mostró su buen corazón, y siempre se sacrificó por rescatar a los cautivos. Incluso llegaron a sacrificarse en exceso, hasta que nuestros sabios se vieron obligados a hacer algo extraordinario: Nuestros Rabanim (Rabinos) kdoshim siempre nos apremian a esforzarnos en el culto a D's, pero en este caso nos dijeron que no se debe pagar un rescate exorbitante para liberar a algún cautivo (Guitin, cáp. 4). Pero lo cierto es que no lo acatamos, y siempre rescatamos a los cautivos incluso pagando grandes sumas de dinero, porque no éramos capaces de soportar su desgracia. Bienaventurado es el pueblo que es en ese tema que no escucha a sus sabios!.
Pero en nuestros días, la definición de Pidión Shvuim de cuando nos encontrábamos en la galut (exilio) - míseros, rechazados y abatidos, y para salvar a nuestros hermanos no teníamos más remedio que pagar rescate - ya no es relevante. Ahora somos un país soberano, no somos limosneros, y debemos exigirle a EE.UU.: Devuélvanos a nuestro hermano!. Sepan que de la misma forma que nosotros necesitamos a EE.UU., ellos nos necesitan a nosotros, y la liberación de Ionatán debe ser una condición preliminar de toda negociación: Queremos a nuestro hermano, y si no, cortamos nuestras relaciones!.
Porque esa es la base de toda la Torá: Un judío no abandona a su prójimo!. Nuestro patriarca Avraham no abandonó ni siquiera a un gentil - Lot. Incluso a los habitantes de Sdom - que eran malvados y pecadores - no abandonó. Es increíble!. Nosotros somos pequeños a su lado, pero "un judío no abandona a su prójimo" - eso sí somos capaces de cumplir.
Y por supuesto cuando se trata de un judío que sacrificó su vida por nosotros, sin consideraciones, y gran parte del sistema de defensa del Estado de Israel contra armas no convencionales se lo debemos a él. Quién sabe cuantas personas dentro nuestro le deben la vida?. Quizás decenas de miles, o centenas de miles!.
Esa es la base de toda la Torá: Un judío no abandona a su prójimo. Cuando eso es olvidado, se llega a graves situaciones: Que un judío sea capaz de expulsar a su prójimo, que un judío sea capaz de fastidiar a su prójimo, que un judío no ame a su prójimo...
Nosotros, que nos encontramos aquí, todo este público kadosh, declamamos: No te abandonamos, te recordamos!. Y tú, nuestro hermano Ionatán, del otro lado del océano, debes saber que los que nos encontramos aquí, declamamos frente a ti: Un judío no abandona a su prójimo!. Que seamos merecedores de verte pronto dentro nuestro, en Ierushalaim nuestra Ciudad Santa, en nuestros días.